La Gran Depresión y las políticas keynesianas
Enviado por Nathy Garcia • 17 de Mayo de 2017 • Ensayo • 1.205 Palabras (5 Páginas) • 240 Visitas
La Gran Depresión y las políticas keynesianas
Estados Unidos pasaba por una gran depresión en los años treinta, luego del crack de 1929, el país se encontraba en una crisis sin precedentes; las bolsas cayeron, empresarios y ciudadanos comunes lo perdieron todo, las empresas cerraban y el desempleo estaba por los cielos. Por otro lado la primera guerra mundial, dejo en crisis a muchos países europeos cuya producción iba en retroceso debido a las secuelas de esta.
Éste colapso económico azotó a un Estados Unidos que venia viviendo una etapa de bonanza económica, caracterizada por la producción de bienes, un PIB estable, y bajos niveles de desempleo. Las personas tenían tanto optimismo que empezaron a entrar en el mercado bursátil, con dinero financiado por créditos y prestamos bancarios. Aquella etapa de esperanza y optimismo que se vivía se vio fuertemente opacada durante la Gran Depresión que se extendió por casi una década.
El 24 de octubre de 1929, el pánico se apodero de las calles debido a que el mercado sufrió una drástica caída del 9%, peor aun el 29 de octubre del presente mes también denominado como el Martes Negro , implicó la venta de 26 millones de acciones vendidas, lo cual disolvió las ganancias de todo el año. Este descenso económico repentino causo un efecto devastador en los consumidores y usuarios y su reacción austera y negativa provoco un aceleramiento en el deterioro económico.
Al año siguiente se produjo el cierre de muchas empresas por la falta de liquidez y las pocas que sobrellevaron la depresión, decidieron congelar su inversión, lo que ocasionó una ola de despidos masivos, un fuerte descenso de la producción interna bruta y así la caída de la demanda de bienes y servicios. No solo el sector productivo se vio afectado, las personas al perder su empleo no tenían como pagar sus hipotecas o prestamos, lo que llevó a que también gran cantidad de bancos quebraran, aumentando aún más el desempleo.
La teoría keynesiana surge en este contexto de gran tribulación económica y social. John Maynard Keynes fue un economista británico, el cual es considerado como uno de los más influyentes del siglo XX, su principal preocupación radicaba en la idea del estancamiento secular y las medidas que se pudieran tomar para evitarlo. Sus doctrinas tuvieron un gran efecto en las teorías y políticas económicas contemporáneas. Se puede decir que la economía contemporánea es una combinación de la microeconomía neoclásica y la macroeconomía keynesiana.
Las teorías económicas clásicas de economistas como Smith y Ricardo que hasta entonces se habían consideradas las más acertadas o correctas no eran capaces de dar solución a un sistema económico capitalista que se encontraba en crisis intentando recuperarse por sus propios mecanismos internos.
Los economistas clásicos anteriores a la crisis nunca pensaron que el desempleo llegaría a ser tan persistente, no podían imaginarse una gran cantidad de gente desempleada inundando las calles. Las ideas clásicas suponían el pleno empleo, si la economía no lograba su equilibrio se debía a intervenciones no deseables del gobierno y de monopolios que impedían el correcto funcionamiento de la competencia. Éstas ideas pronto se pusieron en duda porque se hacia casi imposible sostenerlas ante la cruda realidad de la crisis de 1929.
«El mundo comienza a darse cuenta de que estamos pasando por una de las mayores depresiones en la industria que se han conocido. El descenso en los precios es en todos los países uno de los más fuertes y rápidos. Desde principios del presente año, el precio medio de los productos de consumo ha caído en un doce por ciento, y ciertos artículos, tales como el cobre, el caucho, la plata alcanza su más baja cotización mientras que otros vuelven a los precios de anteguerra.
En tales circunstancias, es inevitable que se produzca un gran retraimiento en los negocios. Las nuevas empresas se ven detenidas y retrasadas en todas partes del mundo, y los comerciantes están sufriendo importantes pérdidas. Este retraimiento afecta igualmente a Estados Unidos; pero ocurre que en aquel país no parecen tomar la situación tan en serio como fuera menester. Y esto constituye, sin duda, un elemento peligroso.
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