La Guerra
Enviado por hernancanon • 4 de Diciembre de 2011 • 378 Palabras (2 Páginas) • 445 Visitas
La guerra
La guerra no es más que un duelo en una escala más amplia.
La guerra constituye, por tanto, un acto de fuerza que se lleva a cabo para obligar al
adversario a acatar nuestra voluntad.
Si la guerra constituye un acto de
fuerza, las emociones están necesariamente implicadas en ella. Si las emociones no son
las que dan origen a la guerra, ésta ejerce, sin embargo, una acción de carácter mayor o
menor sobre ellas, y la intensidad de la reacción depende no del estado de la civilización,
sino de la importancia y la permanencia de los intereses hostiles.
La invención de la pólvora y el perfeccionamiento constante de las armas de fuego
muestran por sí mismos, de manera suficientemente explícita, que la necesidad inherente
al concepto teórico de la guerra, la destrucción del adversario, no se ha visto en modo
alguno debilitada o desviada por el avance de la civilización. Reiteramos, pues, nuestra
afirmación: la guerra es un acto de fuerza, y no hay un límite para su aplicación. Los
adversarios se justifican uno al otro, y esto redunda en acciones recíprocas llevadas por
principio a su extremo. Es esta la primera acción recíproca que se nos presenta y el
primer caso extremo con que nos encontramos.
El objetivo es desarmar al enemigo
hemos de obligar por medio de la
acción militar al oponente a cumplir con nuestra voluntad, tenemos o bien que desarmarlo
de hecho, o bien colocarlo en tal posición que se sienta amenazado por la posibilidad de
que lo logremos. De ahí se desprende que el desarme o la destrucción del adversario (sea
cual fuere la expresión que escojamos) debe consistir siempre el objetivo de la acción
militar.
Mientras no haya derrotado a mi oponente, tengo que albergar
el temor de que sea él quien pueda derrotarme. Por tanto, no soy ya dueño de mí mismo,
sino que aquél me justifica, al tiempo que yo lo justifico a él. Es esta la segunda acción
recíproca que conduce a un segundo caso extremo.
Caso extremo de la aplicación de las fuerzas
Tal poder se pone de manifiesto como producto de dos factores indisolubles: la magnitud de los medios con que el oponente cuenta y la fuerza de su voluntad. Será posible calcular la magnitud de los medios de que dispone, ya que ésta se basa en números, y la fuerza de la voluntad por la fortaleza del motivo que la impulsa.
...