La Guerra

Durante la década de los 80’s la preocupación de los productores de bienes o servicios era la eliminación de la inspección del 100% de los productos de manera de ofrecer a sus clientes una calidad más que aceptable. Esto implicaba un incremento considerable en las plantillas de personal al contratar mano de obra para inspección, incluso en ocasiones en mayor cantidad que para la propia producción, esto debido a que la producción ya tenía grandes avances de automatización en un buen porcentaje de los procesos.

Por poner un ejemplo, supongamos que la fabricación de un tubo de escape de un vehículo implica tres operaciones, el corte del tubo, la formación o doblez del tubo y la soldadura del tubo con los componentes de sujeción.

Para poder producir un tubo de escape de calidad, el fabricante debe primero asegurarse de que el tubo que compra viene dentro de especificaciones de dimensiones y de maleabilidad, después debe cortar los tubos a una dimensión con cierta tolerancia, posteriormente doblar el tubo con máquinas dobladoras que garanticen un doblez adecuado, y por último soldarle al tubo las piezas de soporte con el calor adecuado para no permitir que el tubo sufra daños por sobrecalentamiento. Al final se manda a producto terminado.

Muy bien con esto se puede decir que si se tienen los cuidados planteados habría una calidad aceptable en el producto, son cuatro operaciones que hay que supervisar y si el tubo tiene algún defecto, una o más de esas operaciones resultó con fallas. Si el tubo tiene un defecto la probabilidad de que sea la operación de doblez es de 1 entre 4, ¿estas de acuerdo? Lograr llegar a la causa raíz de la falta de calidad es relativamente sencillo.

Ahora veamos el problema en un transbordador espacial, en donde hay una falla, la probabilidad de que sea determinado componente el que falló cual sería 1 en 10000, o 1 en 100000, o tal vez 1 en 1000000. ¿Qué cantidad te parece adecuada? ¿Qué tanto trabajo costaría determinar la causa raíz?

En todo caso no te pongas a pensar que tanto trabajo costaría determinar la causa raíz, sino ¿qué puede suceder si un componente falla realmente? La respuesta es que muy probablemente se hablaría de pérdida de vidas como ya ha sucedido.

De aquí que al contar con metodologías como Seis sigma que nos permiten grados mayores de calidad en lo que se produce resulta un gran avance en el logro de la satisfacción del cliente.

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