La Ilustración

Arte en el siglo XVIII

El arte del siglo XVIII está marcado por una variedad de factores que lo llevan a un desarrollo basado en lo clásico, las obras que manejan los diferentes exponentes de esta época están marcadas por ideales de la ilustración, la era neoclasicista comienza con una fuerte exponencial del pensamiento, la ciencia y el raciocinio como bases para la creación. Dentro de la misma podemos divisar diversos factores que colocan a esta época dentro de una gama de expectativas que tratan de salvar al ser humano de sus múltiples “fracasos”, tratando de llevar estos esfuerzos a una época clásica nueva. El pensamiento ilustrado queda plasmado no solo en los conocimientos que se lograron generar, sino en el pensamiento que se transmitió por medio del arte, querer tratar de hacer el arte a modo de idealización o perfección, a tal grado que pareciera desarrollarse dentro de niveles que no solo lo encierran dentro de los estándares clásicos, sino que también le agregan a este un estilo único, en el cual destacan figuras que tienen dentro de sí , no solo proyecciones áureas, sino que también gritan y piden desesperadamente una evolución y cambio.

El arte neoclásico es sin duda uno de los mayores exponentes del pensamiento ilustrado, tratan de resaltar el pensamiento evolucionado y diferente al de otras épocas, convirtiéndose no solo en un pensamiento reflexivo, sino que también logran adentrarse en un pensamiento crítico, el cual se sustenta desde el momento en que no solo observan y ven los errores del pasado, también ven los errores del presente, quizá esto en una instancia más alejada del comienzo, sin embargo lográndola. El arte retoma elementos de otras épocas, pero los mejora y los asemeja a el pensamiento que se desarrolla para entonces; podemos ver que no solo cambia el pensamiento artístico, sino también el económico (surge el pensamiento que rodea a la economía actual), científico, y un incontrolable deseo de plasmar el pensamiento que ellos desataban.

Surgen ideales sobre el arte que no solo son el de la belleza por la belleza, sino que la sustentan a partir de nuevos elementos, desasiéndose de los cánones primarios y resaltando otros que quizá en otros momentos no hubieran sido bien aceptados, que hasta la fecha siguen siendo retomados. El pensamiento del arte se torna también un tanto repetido, sin embargo encierra en si objetos de deseo de mayor plenitud, es decir, a pesar de retomar lo clásico renuevan los ideales clásicos con un pensamiento totalmente nuevo, no solo idealizando a las figuras de devoción, sino que también tomando las acciones del momento, idealizándolas para lograr una gama de ideas que trascendieron su época y siguieron hasta convertirse en una nueva forma de pensamiento, “el Romanticismo”. Quizá sea absurdo pensar en una nueva era clásica con estos elementos, sin embargo, eso es lo rescatable de este pensamiento, el

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