La Masacre de El Salado.

La Masacre de El Salado

La Masacre de El Salado fue una masacre cometida en la población colombiana conocida como la Villa del Rosario en el departamento de Bolivar, entre el 16 y el 19 de febrero de 2000. En esta masacre se cometió un  asesinato masivo el cual fue ejecutado por el Bloque Sur de las Autodefensas Unidas de Colombia(AUC), que comandaba Rodrigo Tovar Pupo alias “El Papa Tovar” o “Jorge 40”.

Según testigos de la masacre los paramilitares desmembraban y torturaban a los pobladores con motosierras, destornilladores, piedras y maderos mientras bebían licor saqueado de las tiendas, violaban mujeres, jugaban fútbol con las cabezas de los decapitados, ahorcaban jóvenes, apaleaban ancianos y mujeres embarazadas mientras escuchaban música a alto volumen. La masacre provocó el desplazamiento de al menos 280 personas entre hombres, mujeres y niños.

Una de los alegatos que hacen los sobrevivientes de esta masacre del salado es que el Estado Colombiano fue en buena medida responsable por la violación de los derechos a la vida, la integridad personal, la prohibición de la esclavitud y servidumbre, la libertad personal, la protección de la honra y de la dignidad, el derecho de reunión, la libertad de asociación, la protección a la familia, los derechos del niño, la propiedad privada, la circulación y residencia, las garantías judiciales y la protección judicial, establecidos como derechos fundamentales del ser humano protegidos claramente por la constitucion politica. Pues según las investigaciones posteriores a los hechos de la masacre se encontró que hubo participación de agentes del estado en esta masacre y que sin lugar a dudas en algunos casos permisividad de la fuerza pública en permitir el desplazamiento y agrupamiento de los paramilitares facilitándoles las cosas a los victimarios para que ejecutaran las acciones brevemente descritas anteriormente.  

A pesar de la gravedad de lo sucedido el Estado es por poco plenamente ajeno a la defensa de nuestros derechos, ya que no posee mecanismos competentes para que los derechos humanos sean respetados. No ha habido una condena ejemplar sobre los cerebros y ejecutores de la masacre y aunque estos son conocidos y han aprovechado las tierras no hay restitucion a las victimas puesto que estos corrompen la justicia, entonces de nada sirve tener una constitución donde “priman” los derechos humanos, si en la realidad no se cumplen y aumentan cada vez mas las tasas de impunidad.

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