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La Mision


Enviado por   •  24 de Junio de 2014  •  2.649 Palabras (11 Páginas)  •  259 Visitas

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El notable experimento misional y social de las reducciones jesuíticas del Paraguay contaba ya con una extensa historiografía narrativa e interpretativa. También con algunas aproximaciones literarias: así una novela de José Tomás Cabot y el drama del austriaco Fritz Hochwaelder, representado con éxito en varias capitales europeas en el decenio de los 50. Desde 1986, hay que añadir The Mission, la Película de Roland Joffé que comentaremos seguidamente.

La Misión alcanzó un gran éxito de crítica y de público, cuando se estrenó, obteniendo la Palma de Oro en el Festival de Cannes de ese año. No en vano venía avalada por nombres prestigiosos. Su director, Roland Joffé, británico de ascendencia francesa, había realizado antes una impresionante película de denuncia sobre el genocidio de Camboya, The Killing Fields (Los gritos del silencio, 1984). El guionista de La Misión Robert Bolt tenía en su haber, entre otros trabajos excelentes, el de A Man for All Seasons (Un hombre para la eternidad, 1966, dir. Fred Zinnemann). El nombre de David Puttnam, el productor, está ligado a Chariots of fire (Carros de fuego,1982, dir. Hugh Hudson), otra gran película, por su belleza y valores humanos. Ennio Morricone, a quien se debe la música, era ya bien conocido; así como la talla de actor de Robert de Niro, que encarna a uno de los principales protagonistas.

El éxito de La Misión se explica por varias razones. Sin duda, la grandiosidad y belleza de su escenario: especialmente las cataratas del Iguazú y las selvas tropicales circundantes, en la zona limítrofe entre Paraguay, Brasil (estado federal de Paraná) y Argentina (estado de Misiones). También por la intensidad dramática y expresiva de sus imágenes, que tienen el ritmo, la espectacularidad y el poder de captación de una película de aventuras. Y por último, pero no menos importante, la importancia y la calidad de la problemática que plantea: el encuentro entre dos culturas y las implicaciones de la fe cristiana en el compromiso temporal. Dos grandes cuestiones que trascienden el marco histórico concreto al que se refiere la acción principal de la película: las misiones o reducciones jesuíticas del Paraguay en el año 1750, durante el reinado de Fernando VI de España. El hecho de que la esposa de éste, Bárbara de Braganza, fuera portuguesa tendría, como veremos, su repercusión en la problemática presentada en el film.

Desde el punto de vista de la estructura formal, el film, tras una impresionante escena introductoria, se desarrolla en dos planos de temporalidad que se van alternando: uno, menos espectacular y más breve, pero capital para la interpretación, es el del relato y reflexiones sobre unos acontecimientos transcurridos unos años antes. Es el plano temporal del informe del alto dignatario eclesiástico al que se le ha enviado para que contribuya a resolver el conflicto religioso-político o político-religioso planteado. El otro plano, introducido en flash-back, que ocupa la mayoría del film, es el del desarrollo, en diferentes escenarios y desde una perspectiva a la vez biográfico-personal y colectiva, de la acción rememorada.

La acción se sitúa básicamente en dos escenarios: los poblados guaraníes de las reducciones o misiones jesuíticas de San Miguel ("la antigua y gran misión") y San Carlos (la nueva, arriba de las cataratas). Estas misiones serán visitadas por el dignatario eclesiástico y constituyen el escenario principal, en realidad, como ya indica el título. El otro escenario, grosso modo, estaría constituido por la capital de provincia colonial, culturalmente mestiza (que podría ser Asunción), donde residen las autoridades españolas.

A los mencionados escenarios se vinculan las dos principales dramatis personae del film, además del que relata a posteriori. Porque la acción de la película, y ésta es una de sus bazas, se polariza en la contraposición y/o complementariedad de dos personajes que encarnan dos actitudes hacia los indios y dos tipos humanos. Uno de ellos, más lineal y sereno es el padre Gabriel (encarnado por Jeremy Irons), el fundador y superior de la nueva misión de San Carlos. En su servicio humano y evangelizador a los guaraníes el P. Gabriel no empuña la espada en ningún momento, ni siquiera para responder a la violencia. El otro gran personaje, más apasionado y conflictivo, encarnado por Robert de Niro, es el aguerrido capitán Rodrigo de Mendoza. Mendoza, primero capturador y traficante de indios, tras un drama personal, cambia de actitud, se hace jesuita y, finalmente, vuelve a acudir a la espada, esta vez en defensa de los guaraníes.

The Mission no es, como Cromwell (1971, dir. Ken Hughes) o La Prise du Pouvoir par Louis XIV (1966, dir. Roberto Rossellini), un film de gran rigor histórico, en el sentido de que toda la acción narrada y sus personajes hayan existido tel quel en la realidad. Tampoco una película que tome pretexto simplemente de un personaje acción histórica para construir con gran libertad un relato en bellas y expresivas imágenes, como Aguirre, la cólera de Dios (1982, dir. Werner Herzog). La Misión se sitúa, en ese sentido, en un término medio y tiene un notable trasfondo histórico aunque con licencias importantes de localización de escenarios, de transmutación de personajes y de condensación o cierto desplazamiento cronológico de la acción. Por ejemplo, las imágenes de la presunta Asunción (la capital colonial del interior) se rodaron en realidad en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias. Y es bastante dudoso que existiera una misión al menos de cierta entidad en un lugar tan difícilmente accesible como las cataratas de Iguazú. Tampoco acaba de cuadrar el alto dignatario eclesiástico que vemos en el film con los datos conocidos de Lope Altamirano, jesuita Comisario especial para su visita, ni con los del obispo Latorre. Pero en líneas generales The Mission puede considerarse un film histórico en varios sentidos.

Por una parte, porque, en una consideración más amplia, nos aproxima, a través de una reconstrucción fílmica relativamente fidedigna, a algunos modos de encuentro -que se dieron de hecho-entre los españoles y los indios del actual Paraguay y a diversas realidades sociopolíticas de entidad en los territorios que formaban parte del territorio de Río de la Plata (virreinato aparte desde 1777). Quedan reflejados así algunos rasgos de la vida en la sociedad colonial culturalmente mestiza. Me refiero a las escenas, más bien de principios del film, que transcurren en la pequeña ciudad: las fiestas populares y religiosas sincréticas; las vaquillas; el sentido calderoniano del honor del capitán Mendoza cuando sufre la "afrenta" sentimental; y -más nuclear para el relato-la existencia de una situación práctica de captura

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