La Mona.
Enviado por 2580828 • 3 de Septiembre de 2013 • Síntesis • 524 Palabras (3 Páginas) • 263 Visitas
Había una vez una mona que quería ser mucho más admirada que todas sus compañeras.
Entonces, decidió hacerse un colorido vestido de seda y hasta un coqueto sombrero para poder distinguirse de las demás.
Las otras monas, al verla, creyeron que se encontraban frente a alguien muy importante y comenzaron en ese mismo instante a hacerle toda clase de reverencias.
Deslumbradas, las tontas monas, hacían todo lo que la mona vestida les pedía, cayendo sin darse cuenta en muchas y variadas tonterías.
Finalmente las monas se dieron cuenta de que la buena ropa no entrega la ciencia ni otorga la sabiduría a quien la lleva, y que aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Las apariencias son engañosas; algunas veces nos deslumbramos por alguien bien vestido y elegante, pero que desea pasar por sabio siendo igual un ignorante.
Una vez, un viejo Perro cazador, que en sus días de juventud y fortaleza jamás se rindió en la caza, en sus ancianos días nuevamente fue de caza con su Amo. Pronto encontraron un Jabalí que de inmediato dieron cacería. El viejo perro cazador logró alcanzar y agarró por la oreja al Jabalí, pero no pudo retenerlo por sus débiles dientes, de modo que el Jabalí escapó.
Su Amo, al ver su presa escapar, se disgustó y reprendió al Perro viejo. El Perro lo miró lastimosamente y le dijo:
"Amo, mi espíritu sigue grande como siempre, pero no puedo sobreponerme a las flaquezas de mi cuerpo. Prefiero que me alabes por lo que he sido, y no que me maltrates por lo que ahora soy."
Moraleja
Respeta siempre a tus ancianos, que aunque ya no puedan hacer de todo, dieron lo mejor de su vida para tu beneficio.
Un inhábil y hambriento Zapatero
en la corte por Médico corría.
Con un medicamento que fingía,
ganó fama y dinero.
El Rey, que estaba postrado en una cama
de una grave dolencia.
Para hacer la experiencia
del talento del médico, lo llama;
el antídoto pide, y en un vaso
finge el Rey que lo mezcla con veneno.
Se lo manda beber; el tal galeno
teme morir; confiesa todo el caso,
y dice que sin ciencia
logró hacerse Doctor de grande precio
por la credulidad del vulgo necio.
Convoca el Rey al pueblo y dijo: "¡Qué demencia
es la vuestra, que han fiado
la salud francamente
de un hombre a quien la gente
ni aun quería confiarle su calzado!"
Moraleja
Esto para los crédulos se cuenta,
en quienes tienen el charlatán su venta.
Había una vez una mona que quería ser mucho más admirada que todas sus compañeras.
Entonces, decidió hacerse un colorido vestido de seda
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