La Navidad
Enviado por danitrm • 16 de Octubre de 2012 • 432 Palabras (2 Páginas) • 355 Visitas
El árbol de la esperanza
La hermana de Luna le había hablado sobre el país donde ella vivía ahora. Donde llegó hace 3 años cruzando el mar en una especie de barquichuela, toda destartalada y llena de remiendos Lo había logrado y ahora quería que Luna, embarazada de casi 8 meses y su marido Onomé estuvieran junto a ella. Luna también soñaba con ese momento, pues en su país, todo era miseria, no había trabajo para Onomé y la comida era escasa.
Su hermana le hablaba en su última carta, que llego a sus manos 2 meses después de ser escrita, que en el país donde estaba, la Navidad se celebraba a lo grande. Recibían al niño Jesús con muchas luce, arboles enormes llenos de bolas de colores y muchos regalos a sus pies.
Había comida, casi todo dulce, los niños cantaban bonitas canciones que llamaban Villancicos.
Por fin, Onome y Luna se decidieron gastaron sus últimos ahorros y entregaron los pocos animales que les quedaban, por un sitio en un pequeño barco en las mismas circunstancias que su hermana.
Tras 5 días de viaje, las fuerzas, la comida y el agua se iban agotando. Luna pensaba en lo que su hermana le había contado de la Navidad y se animaba.
En cambio, Onomé estaba triste, abatido, y casi había perdido la esperanza. Luna le contaba las historias que su hermana le conto. Onome sin fuerzas grito:
“¡mentiras! Todo eso no es existe, míranos, no es justo.”
Luna lloraba, pero no perdía la esperanza.
De repente, alguien dijo que estaban perdidos, desorientados, no sabían dónde estaban.
Onome y Luna se abrazaron. Ella empezó a sentir dolores intensos en su vientre. A medida que el tiempo pasaba los dolores se iban haciendo más fuertes. Después de una hora interminable, alguien se puso en pie y sin decir palabra, miro al frente extrañado. Todos le siguieron con la mirada y vieron a lo lejos una pequeña luz.
Encaminaron la barquichuela hacia ella, Luna rabiaba de dolor.
Conforme se iban acercando a la orilla aquella luz se iba convirtiendo en algo parecido a un árbol. ¡Era un árbol de Navidad! Lleno de luces y espumillón.
Alguien lo había puesto allí, era una playa donde la gente iba de vacaciones, en ese momento estaba vacía. Onome, Luna y el resto de viajeros, bajaron de la barquichuela. Los dolores de Luna se hacían más llevaderos viendo tanta belleza y de repente el niño quiso salir.
Al calor de aquellas luces, nació Noa, una hermosa niña que hizo desaparecer todos los malos ratos pasados.
Onome pidió perdón a Luna por no creer en nada y los tres juntos se abrazaron.
Fin
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