La Oratoria
Enviado por sanba • 1 de Mayo de 2013 • 248 Palabras (1 Páginas) • 303 Visitas
Tanto el volumen, como la entonación y las cadencias en el discurso, dependen de la manera que el orador lanza su voz. Lanzar la voz significa exhalar el aire del mejor modo posible para que produzca el mejor efecto posible.
Cuando el orador necesita utilizar un volumen de voz muy elevado, por estar en un gran salón sin aparatos de amplificación, debe evitar que el esfuerzo de gritar se produzca al nivel laríngeo, o sea en la garganta. Para ello, debe pensar en la creación de una COLUMNA DE AIRE VIRTUAL, que nace a la altura del abdomen, en el músculo llamado DIAFRAGMA, y se eleva hasta llegar a las cuerdas vocales.
Esa columna de aire debe estar presente en la imaginación, pero de alguna manera se reproduce en el organismo. Porque la fuerza de la salida del aire debe ser impulsada desde abajo, desde el abdomen, pasando así el aire por la garganta sin tensar las cuerdas vocales inútilmente.
El pensamiento del orador debe estar conectado con la persona que esté sentada más lejos entre el público. A ella debe dirigirse, pues si esa persona lo escucha, seguramente podrán escucharlo los que estén más cerca de él también. Al comenzar el discurso, el orador debe observar los gestos de los más alejados; percibir en sus miradas si realmente lo están escuchando y si fuera necesario aumentar su volumen. Pero nunca hablar con un volumen demasiado elevado porque molesta al público y es un desgaste innecesario para quien habla.
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