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La Pintura Colonial En Venezuela


Enviado por   •  29 de Abril de 2014  •  1.071 Palabras (5 Páginas)  •  958 Visitas

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La pintura colonial en Venezuela (1)

Introducción

Por Janeth Rodríguez

Desde el siglo V cuando el Papa Gregorio Magno definió el papel de la imagen sacra como “la Escritura de los iletrados”, la iconografía cristiana occidental se estableció como el instrumento ideal de conocimiento y propagación de la religión católica. La imagen pictórica o escultórica sería el medio pedagógico y catequizante, que conjugaba en ella, no sólo la historia sagrada, sino también el comentario de los teólogos que facilitaban la comprensión de los temas religiosos.

En diciembre de 1563, después de once siglos, la Iglesia reafirmaba el poder de la imagen en la última sesión del Concilio de Trento. En ella dictaminó sobre su importancia como arma propagandística y pedagógica ante las acusaciones de idolatría que esgrimían los reformistas protestantes. Una de las consecuencias de la Contrarreforma fue el reforzamiento de los métodos y doctrinas tradicionales de la Iglesia en todos los aspectos, incluyendo las artes. En aquella sesión del Concilio se definió el importante papel de la imagen sacra y se llegó a la conclusión de que mediante ésta, el pueblo se instruía en los artículos de la fe, aprendía de las ejemplares vidas de los santos, era inducido a amar a Dios y a cultivar la piedad alimentando su espíritu con tales imágenes. La institución eclesiástica velaría desde entonces por el decoro, la claridad, el realismo y la persuasión de las obras artísticas que estaban llamadas a contribuir activamente en el despertar de una nueva espiritualidad en el continente europeo. Además de volver a utilizarse como instrumento educativo en las nuevas tierras americanas, a éstas llegaría en múltiples formas: desde los lienzos provenientes de diversos talleres europeos hasta las estampas devocionales y los libros ilustrados.

El poder de la imprenta en manos de la Iglesia contrarreformista se constituyó en un eficaz instrumento de propagación de los mensajes cristianos. En Amberes, Christophe Plantin (latinizado como Christophorus Plantinus) obtuvo del rey de España Carlos I y de los papas Pío V y Clemente VIII la exclusividad de la distribución de los libros litúrgicos y estampas religiosas en España y sus colonias. De esta forma miles de misales, Biblias y otros textos ilustrados llegaron a América durante los años de conquista y colonización del territorio, llevando consigo imágenes de los más diversos orígenes que serían asimiladas, copiadas e interpretadas por los artífices locales.

En el territorio americano la imagen sacra encontraría durante siglos un terreno fértil para su propagación, ejecución y devoción. Múltiples interpretaciones alcanzaría en manos de indígenas y colonos peninsulares, y posteriormente, en las manos mestizas. La Iglesia encontraba una vez más en la imagen el medio adecuado para adoctrinar, persuadir y renovar la fe del observador.

La pintura colonial venezolana como podremos analizar en el presente texto no es ajena a este panorama. Entendemos por pintura colonial la producción pictórica que se realizó o que se importó a lo que actualmente conocemos como nuestro país durante el período histórico en el cual Venezuela formó parte de las colonial españolas. Debemos recordar que nuestro territorio estaba conformado por seis gobernaciones, incomunicadas entre sí en la mayor parte de los casos y dependientes de jerarquías eclesiásticas

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