La República de Juárez
Enviado por bennofemat • 2 de Febrero de 2016 • Resumen • 10.194 Palabras (41 Páginas) • 225 Visitas
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CENTRO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE HISTORIA
FORMACION SOCIAL DE MEXICO I
ENSAYO – INVESTIGACION
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“LA REPUBLICA DE JUAREZ”
CIENCIAS POLITICAS Y ADMINISTRACION PÚBLICA
3er. SEMESTRE
JOSE BENITO FEMAT CASTAÑEDA
FECHA DE ENTREGA:
VIERNES 02 DE DICIEMBRE DE 2011
La niñez del huérfano Benito Pablo Juárez García tuvo la desgracia de perder a sus padres indios de una de las razas primitivas del país, porque cuando él tenía tres años de edad murieron, quedado al cuidado y protección de sus abuelos, siendo estos también indios zapotecas. A los 12 años se trasladó a la ciudad de Oaxaca, por haber perdido un par de ovejas, ya que a esa edad era peón de campo de su tío. Lo recibió una de sus hermanas quien trabajaba como cocinera para una rica familia de un extranjero comerciante de apellido Maza. Es ahí donde el señor Antonio Maza lo acepta como trabajador domestico. Más tarde, con el franciscano Antonio Salanueva habría de ser aprendiz de encuadernador de libros; Salanueva fue el que ayudó a ingresarlo en el Seminario de Santa Cruz iniciando sus estudios el año de 1824, donde cursó latín, filosofía y teología, se dio cuenta de su no interés por esta ultima materia y se inclino por el derecho. Es aquí donde ingresa a la Escuela de Jurisprudencia en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, en donde obtuvo en 1834 la licenciatura.
Durante esta época es cuando comenzó su carrera política, aunque ya había demostrado su liderazgo anteriormente desempeñándose como rector de su Instituto en 1831. Fue Diputado Local en el año de 1833, en ese mismo año apoyó a Valentín Gómez Farías, quien buscaba debilitar y someter al clero. Sin embargo, un año después se impuso de nuevo el centralismo en el país, por lo que huyó a Puebla donde administró unos baños públicos.
Un par de años después se le dio el empleo de juez de primera instancia. Y al mismo tiempo es cuando decide contraer matrimonio con Margarita Maza, hija adoptada de su antiguo jefe Antonio Maza.
Tuvo varios puestos como burócrata tanto en administraciones de los centralistas como de los santannistas. Inclusive él fue el impulsor de colocar en su sala de sesiones un retrato de Santa Anna y cuando murió la esposa de éste, pidió a los empleado públicos que guardaran luto.
En 1844 lo premiaron con el nombramiento de fiscal del Tribunal Supremo de Justicia oaxaqueño. Tres años después, en 1847 se trasladó a la ciudad de México en calidad de diputado federal. Fue uno de los que ayudó a reelegir a Santa Anna como presidente y a Gómez Farías como vicepresidente. Se inició en la masonería del Rito Nacional Mexicano, en una ceremonia que se tuvo en las instalaciones del mismo congreso, del cual se habían apropiado los liberales para tener sus reuniones.
A su regreso a Oaxaca debido a la invasión estadounidense, se colocó como gobernador interino. Su gestión se caracterizó por lograr el equilibrio económico y la realización de obras públicas. Muestra de esto fue que duplicó el número de escuelas en Oaxaca, de 50 que había en todo el Estado a 100 o más.
Mando construir el puerto de Huatulco y un camino de la capital a éste, lo que permitió reducir el costo de varias mercancías que eran traídas de Veracruz o Acapulco. Como gobernador, instaló un escritorio público para que cualquier ciudadano que lo solicitara pudiese hablar con él sin importar su condición social o económica. Al terminar su período regresó a impartir cátedra al Instituto de Ciencias y Artes.
Durante su cargo Juárez impidió la entrada a Oaxaca al fugitivo Santa Anna quien venía huyendo de la capital del país debido a la ocupación estadounidense de entonces. Sin embargo, después al llegar por onceaba vez a la silla presidencial, Antonio López de Santa Anna cobró venganza por haberle impedido ingresar a Oaxaca. Así pues, un día mientras impartía cátedra llegaron por él unos militares para tomarlo prisionero. Le dijo al oficial que le permitiera cinco minutos para acabar su cátedra y éste accedió.
En 1853, Juárez ya prisionero lo encerraron en las tinajas de San Juan de Ulúa. Al poco tiempo lo trasladaron a Veracruz donde lo embarcaron en nave de bandera española rumbo al destierro en Cuba donde trabajó en una fábrica de puros. Juárez llegó a La Habana y se trasladó a Nueva Orleáns, lugar dónde buscó el apoyo de las logias masónicas locales. Juárez allí conoció a Melchor Ocampo y otros refugiados que habían sido desterrados o simplemente eran perseguidos políticos del dictador. Todos ellos se reunían en esa ciudad en secreto para planear un golpe de Estado en contra de Santa Anna.
En su exilio Juárez quería apoyar a la revolución que se estaba planeando en Ayutla. Así que logró embarcarse a Panamá para luego llegar a Acapulco. Como Juárez apoyó al Plan de Ayutla, proclamado en 1854, y asesoró, Juan N. Álvarez, logró que éste llegara a ser presidente provisional, por encargo de los liberales, pero fue repudiado por el pueblo cuando llegó a la ciudad de México por parecer un mero títere. Sin embargo, Juan N. Álvarez al alcanzar la presidencia, nombró a Benito Juárez ministro de Justicia e Instrucción Pública en 1855.
La historia nos relata que cuando Benito Juárez se presentó en el campamento del general federalista Juan Álvarez, sólo dijo que llegaba a servir a la causa de la República. Omitió decir que era abogado y que había sido gobernador de Oaxaca: únicamente puso énfasis en decir que sabía leer y escribir.
El alfabeto fue su credencial. Saber leer y escribir era una de sus armas. Era el ariete que tenía en sus manos para derrumbar muros y vencer al despotismo. Que era un pastor de palabras, las ponía en fila, en orden, una tras otra, sin que ninguna se saliera del carril y de las reglas. Eso, y no otra cosa, dijo el clásico mexicano que es la literatura. Pocas palabras las de Benito Juárez, pero ésas, las necesarias, aquellas sin las cuales es imposible decir la verdad. Las palabras de Juárez son escuetas, tienen la consistencia del basalto y del granito.
En esta temporada se decretó la Ley Juárez, que oficialmente era conocida como Ley sobre administración de Justicia y orgánica de los tribunales de la Nación, del Distrito y Territorios. Ésta ley coartaba los derechos de militares y eclesiásticos, como suprimir los tribunales "especiales" que tenían ambos organismos. Mas no fue una solución completa como la que firmaron posteriormente Ignacio Comonfort y Sebastián Lerdo de Tejada en la que se separaba la Iglesia del Estado.
En 1855, durante el gobierno de Ignacio Comonfort, es nombrado Ministro de Gobernación y Presidente de la Suprema Corte de Justicia. En diciembre de ése mismo año, durante el golpe de estado ocasionado por conflictos entre conservadores que apoyaban a la iglesia y liberales que habían apoyado la separación Iglesia-Estado, Juárez fue apresado por las fuerzas del propio Comonfort.
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