La Revolucion De Las Clavijos

y a piedra. MARCELO RAMIREZ, de una pedrada derriba a Atanasio, quien se desploma del altar mientras ambos cuerpos son arrastrada ala entrada del templo, el “borracho”, remata a Atanasio con un hachazo en la cabeza. Sus cuerpos fueron llevados con insultos, palazos y puntapiés por toda la plaza, los sacerdotes son quienes suplican para que permitieran darles cristiana sepultura.

Fueron 17 los indígenas condenados por los delitos cometidos ese día, dentro de las condenas se encontraron los azotes, vergüenza pública y destierro. Pero, a RAMON CUCAS REMO y JULIAN CARLOSAMA, considerados los cabecillas principales y encontrados culpables de los crímenes, "reos de la lesa Majestad humana y divina", fueron condenados a la pena de muerte, arrastrados por las calles de Pasto amarrados a la cola de caballos, llevados a la horca y descuartizados, en tanto el pregonero decía: "quien tal hace que tal pague", las cabezas de los dos serían expuestas en la plaza de Túquerres y sus manos en la plaza de Guaitarilla. Después de lo acontecido, nada mas paso, solo queda el recuerdo de esa sangrienta tarde, donde un grupo de seres humanos clamaron libertad y se libraron de los opresores.

La mujer colombiana y en especial la nariñense no puede olvidar que aquí en su suelo han nacido mujeres valinetes que se han sacrificado por lograr un mañana de dignidad, fueron las que despedazaron los diezmos escritos de las manos curales.

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