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La Revolucion Francesa


Enviado por   •  4 de Marzo de 2015  •  5.157 Palabras (21 Páginas)  •  212 Visitas

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Contexto general de Francia antes de 1789.

La sociedad francesa del siglo XVIII tuvo que dividirse en tres órdenes la sociedad, con las características propias del absolutismo: clero (Primer Estado), nobleza (Segundo Estado) y pueblo (Tercer Estado).

Con la excepción de la nobleza, la riqueza de otras clases sociales en Francia había crecido enormemente en las últimas décadas. El crecimiento de la industria fue notable y con ello la mejora económica de la burguesía mercantil. Nobles y burgueses se mezclaban en las inversiones de capital habiendo una existencia de poder económico en ambas clases. Desde la muerte del rey Luis XIV, el comercio con el exterior se había cuadruplicado beneficiando a gran parte de los burgueses. En Francia, la excelencia del impuesto nominal rurales era la “taille”, un impuesto recaudado sobre la base de los signos exteriores de riqueza.

La servidumbre del campo que aún se encontraba en casi todos los países de Europa, persistía sólo en zonas remotas de Francia, y de una forma muy mitigada. En 1779, el rey había borrado los últimos vestigios de la servidumbre en sus campos habiendo servido de ejemplo para otros dirigentes.

La Vida Politica

La organización política de Francia, hacia 1789, era monárquica. El rey pretendía que su poder derivaba de Dios, a quien únicamente debía cuenta de sus actos. Sus súbditos no tenían ningún derecho, pero sí él deber de obedecer.

El rey declaraba la guerra y hacía la paz; comandaba los ejércitos; determinaba los gastos y fijaba los impuestos; nombraba y destituía a los funcionarios y dirigía la administración entera. Las provincias eran administradas por los intendentes, con poder omnímodo y arbitrario.

El rey hacía las leyes, que eran la expresión de su voluntad personal, pues si bien debía tener en cuenta las "costumbres fundamentales del reino", tales costumbres eran contradictorias y vagas, y hubiera sido difícil definirlas claramente. Además, el rey dirigía la administración de justicia, pues esta se dictaba en su nombre y por funcionarios que él designaba. Se usaba el tormento para lograr la confesión de los acusados, a quienes se juzgaba en secreto y a los que se aplicaban las penas bárbaras de las marcas con hierros candentes, de la picota, del látigo y de la horca.

La libertad individual estaba amenazada constantemente por la policía, que podía aprender a cualquiera con una simple orden del rey, la "carta sellada". No se daba la causa de la detención porque "tal era la voluntad del rey".

La Vida Social

En la sociedad francesa se distinguían tres estados o clases:

1) El clero: era la primera de las clases sociales privilegiadas. Conservaba un gran prestigio e influencia. Además recibía los diezmos de los fieles, poseían extensas propiedades, que abarcaban la cuarta parte de la superficie de Francia, y como si fuera poco, no pagaban impuestos.

2) La nobleza: esta era la segunda clase privilegiada formada por un número de personas análogo al del clero, que poseían tierras de parecida importancia y extensión. Percibían de los campesinos, que vivían en sus tierras, los antiguos derechos feudales, y sólo pagaban impuestos en casos especiales.

3) El Tercer Estado se distinguían distintas categorías, alguna de las cuales habían logrado privilegios. La capa superior del estado llano era la burguesía; la inferior, los obreros y campesinos. Estos últimos soportaban pesadas cargas que, en la generalidad de los casos, les privaban de las cuatro quintas partes del fruto de su trabajo. Debían pagar los impuestos al estado, el diezmo a la iglesia y los derechos feudales al señor.

La Vida Economica

La industria estaba entorpecida con excesivas reglamentaciones e impuestos. Existían aduanas internas; las pesas y medidas variaban según las regiones; algunos artículos, como los cereales, debían consumirse en el lugar de producción; se aplicaban derechos de aduna que en muchos casos anulaban el intercambio.

Causas y Aspectos Basicos

Las causas substanciales de la revolución francesa fueron en primer término las arbitrariedades y abusos del antiguo régimen, en segundo lugar la acción de los filósofos y enciclopedistas.

Las causas ocasionales de la revolución francesa fueron la debilidad de carácter del nuevo rey Luis XVI y la grave crisis financiera.

Más de un siglo antes de que Luis XVI ascendiera al trono, el Estado francés había sufrido periódicas crisis económicas motivadas por las largas guerras emprendidas durante el reinado de Luis XIV, la mala administración de los asuntos nacionales en el reinado de Luis XV, las cuantiosas pérdidas que acarreó la Guerra Francesa en India y el aumento de la deuda generado por los préstamos a las colonias británicas de Norteamérica durante la guerra de la Independencia estadounidense.

Luis XVI, quién contaba con apenas 20 años de edad carecía de condiciones como gobernante pues su carácter era débil, su inteligencia era mediana y se dejo influenciar por su esposa María Antonieta de Austria y por su primo el Duque de Orleans. Dada la grave crisis financiera el rey se vio obligado a llamar al gobierno a dos personajes de reconocida honestidad: R. Jaques Turgot, un hombre de ideas liberales que instituyo una política rigurosa en lo referente a los gastos del estado, y a Malesherves intentó garantizar los derechos de los ciudadanos.

Para aplacar los ánimos, Luis XVI designó como sucesor de Turgot a Nécker, un banquero ginebrino de sólida fortuna personal y gran reputación como financista. Obtuvo grandes empréstitos que pasajeramente aliviaron la situación financiera. Pero estos remedios resultaron ineficaces, porque simultáneamente, aumentaron los gastos públicos como consecuencia de la guerra que estallo entre Inglaterra y Francia, al apoyar esta última a las colonias inglesas de América del Norte. Como los privilegiados no deseaban una reforma de fondo provocaron la caída de Nécker en 1781.

Los Estados Generales

En 1788, la gravedad de la situación obligó a Luis XVI a llamar nuevamente a Nécker, este sugirió al rey la convocatoria de los Estados Generales, exigida también por el pueblo.

Luis XVI accedió finalmente a celebrar unas elecciones nacionales en 1788. La censura quedó abolida durante la campaña y multitud de escritos que recogían las ideas de la Ilustración circularon por toda Francia. Nécker, a quien el monarca había vuelto a nombrar interventor general de Finanzas en 1788, estaba de acuerdo con Luis XVI en que el número de representantes del Tercer estado (el pueblo) en los Estados Generales fuera igual al del primer estado (el clero) y el segundo estado (la nobleza) juntos, pero ninguno de

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