La Segunda Guerra Mundial

El nacionalismo es una ideología política y social, que busca alcanzar la gloria de su nación por sobre las demás. Durante el siglo XIX, el nacionalismo se desarrollo fecundamente entre las potencias europeas, esto impulso a naciones como Alemania e Italia a unificarse y así acercarse un paso más a la supremacía de su nación. El nacionalismo provoco disputas entre las diversas naciones, ósea, se tradujo en una lucha por ser mejor que los demás, claro ejemplo de esto es la guerra franco-prusiana (1870-1871), donde Francia pierde los territorios de Alsacia y Lorena, ante una Alemania que la había desplazado como potencia secundaria tras Inglaterra. Sin embargo, Alemania no pensaba quedarse ahí, ellos querían alcanzar, y por qué no, superar a Inglaterra como la gran potencia mundial, para esto Alemania comenzó a desarrollar su flota naval, lo que hacía peligrar la hegemonía marítima de Inglaterra, es por esto que se opone. El nacionalismo no solo afecto a las potencias, sino, que también a las pequeñas naciones, como es el caso de Polonia, Checoslovaquia, Eslovaquia, Eslovenia y Croacia, que comenzaron un proceso de independizarían del imperio Austro-Húngaro. El imperialismo, que se tradujo en la repartición del mundo, entre las grandes potencias, únicamente le dio un descanso a las rivalidades, una vez repartido el mundo las rivalidades entre las naciones volvieron.

Cada potencia comenzó una fuerte militarización y un desarrollo de la industria armamentista, buscando prepararse para un eventual conflicto, esto genero un desarrollo militar a nivel de las grandes potencias, además, sin sentirse completamente seguras, las potencias formaran alianzas para apoyarse, tanto a nivel militar como económico, ante un eventual conflicto. A este periodo que comienza con el fin de la guerra franco-prusiana en 1871, y termina con el estallido de la primera guerra mundial en 1914, se le llamará paz armada, donde las relaciones internacionales se encuentran en su punto de máxima tensión y un enfrentamiento a escala mundial, es inminente. En este periodo se formaran dos grandes bloques: la triple entente o entente cordial, formada por Rusia, Inglaterra y Francia; y la triple alianza, donde estaban Alemania, Italia y el imperio Austro-Húngaro.

Ya desde el siglo XIX, existía una gran tensión internacional en la zona de los Balcanes, zona importante a nivel estratégico por su salida al mar mediterráneo, que era vista con buenos ojos por las naciones europeas (entre ellas Alemania, el imperio Austro-Húngaro y Rusia), producto de la debilidad militar y la decadencia del imperio Turco en la zona, tras la derrota en la guerra ruso-turca (1877-1878), que logró la independencia de Rumania, serbia, Montenegro y Bulgaria. A comienzos del siglo XX sucedieron una serie de acontecimientos, que hicieron acrecentar aun más las rivalidades, de los que son importantes destacar: la derrota de Rusia ante Japón en la guerra ruso-japonesa (1905), lo que llevo a Rusia a centrar mas sus intereses en la zona de los Balcanes; la anexión de Bosnia por parte del imperio Austro-Húngaro (1908). Las rivalidades estaban en su punto culmine, solo faltaba la gota que derramara el vaso, esta llego el 28 de junio de 1914, cuando el archiduque Francisco Franco (heredero del trono Austro-Húngaro) y su esposa Sofía, fueran asesinados en Sarajevo, a manos de un serbio, perteneciente al grupo nacionalista mano negra. El imperio Austro-Húngaro, piensa que Serbia está defendiendo al grupo nacionalista, por lo que el 28 de julio de 1914, el imperio Austro-Húngaro le declara la guerra a Serbia. Comienzan a hacerse presente los sistemas de alianzas, y Rusia, el 29 de Julio, ordena la movilización general de sus tropas. Alemania, el 1 de agosto, le declara la guerra a Rusia en virtud de la alianza con el imperio Austro-Húngaro, a su vez Francia le declara la guerra a Alemania el mismo día. El 3 de agosto, Alemania le declara la guerra a Francia, mientras invade Bélgica. El 6 de agosto, Serbia le declara la guerra a Alemania, y entre el 11 y el 12 de agosto, Francia e Inglaterra, declaran la guerra al imperio Austro-Húngaro, y de esta manera es como comenzaría la primera guerra mundial.

El plan alemán (plan Schlieffen) era desplegar una rápida ofensiva, con un gran contingente militar sobre Francia (frente occidental), para poder eliminarlos rápidamente, conservando en el frente contra Rusia (frente oriental) únicamente las tropas necesarias para aguantar los ataques enemigos. El 16 de agosto comenzaría el ataque con la toma de Lejía y el 20 de agosto los alemanes entrarían en Bruselas, y con esto parecían cargar la balanza a su favor en el frente occidental, sin embargo, las tropas francesas, en conjunto con tropas inglesas, organizaron una contra ofensiva para detener el avance alemán, se enfrentaron en la batalla del Marne (5-9 de agosto de 1914), donde resultaron victoriosos los franceses. Este triunfo, marca el fin del plan Schlieffen. Esta primera etapa de la guerra, que abarca desde el comienzo de esta (28 de julio de 1814), hasta la derrota alemana en la batalla de Marne (5-9 de agosto de 1914), se conoce como guerra de movimientos, caracterizada por gran movimiento de infantería, y un ejército alemán que debió combatir en dos frentes, el occidental y oriental. La segunda etapa de la guerra es conocida como la guerra de trincheras (1915-1918), y se destaca por el nulo desplazamiento de los ejércitos, que defendían su posición en trincheras, además es la etapa más letal de la guerra. Durante esta etapa, Italia, producto de promesas de los aliados, con respecto a territorio, se cambia de bando y pasa a integrar la entente. En 1917, producto de la crisis interna, Rusia abandona la guerra abandonando al bando aliado.

La guerra sin duda fue negativa, y es uno de los hechos más nefastos dentro de la historia de la humanidad. Durante la guerra, sin embargo, sucedieron algunos hechos favorables, como por ejemplo, prácticamente se acabo el desempleo, ya que se tuvo que desarrollar una economía de guerra donde todos tenían trabajo,

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