La Tan Anhelada Paz
Enviado por • 22 de Marzo de 2014 • 1.312 Palabras (6 Páginas) • 204 Visitas
EL OLVIDO QUE SEREMOS, UNA HISTORIA, UN RECUERDO, UN PAIS
Reseña libro: El Olvido que seremos, Héctor Abad Faciolince, Bogotá, Editorial Planeta, 2006, 272 p.
“Hasta el 25 de agosto de 1987 en que dos sicarios vaciaron los cargadores sobre su cuerpo frente al Sindicato de Maestros de Medellín. Tenía 65 años, vestía saco y corbata, y en el bolsillo de su pantalón llevaba un soneto de Borges, “Epitafio”, acaso un apócrifo, y cuyo primer verso reza: “Ya somos el olvido que seremos...”
Obra literaria que recoge los momentos más íntimos de su autor, aquellos que reservo durante veinte años, mientras descubría el tono propicio para abordar el asesinato de su padre, sin recurrir al melodrama como género literario para contar su historia de vida.
De Agamenón hasta este tiempo, el padre es quien hace la guerra, quien genera el orden frente al caos, la figura de autoridad frente a la desobediencia; y si no es el mismo Dios, pues es él quien negocia con los demás dioses sobre el tema. Aquel ateniense sacrifica a Ifigenia para que el viento suba el calor de las venas, quien es patriarca propone y dispone, pues el padre es la ley y su patria es su territorio; sin embargo hasta este mismo orden sufre fuertes cimbronazos cuando de violencia se trata.
Acabar con el padre fue lo que predestino la escuela del psicoanálisis y Alexander Mitscherlich, de la Escuela de Frankfurt, fue quien exploró la ausencia de la paternidad en la sociedad alemana de la Posguerra. Ese relato del padre en occidente se refleja en su complejidad desde la tragedia misma, pues su carga ideológica en torno a la figura misma, no solo llama la atención, sino que también es bienvenida, ya que la paternidad siempre logra brillar por su ausencia en la cotidianidad de la vida familiar. Veinte años después de la muerte de Héctor Abad Gomes, padre, quien fue tiroteado y asesinado en una calle de la ciudad de Medellín, por sicarios a sueldo, su hijo, Héctor Abad Faciolince, encontró la voz y el tono necesario para afrontar este reto personal que se sobrepone en su libro El olvido que seremos.
El asesinato del padre, el eje central de la obra, muestra también una orfandad existencial, que surge luego de su ausencia física. Durante la narrativa el autor experimenta un res quebramiento de sus certezas; sin embargo se puede leer un fuerte reclamo, una protesta dirigida a Dios, desde una actitud dialogante, pero que a su vez parte de una rebeldía que es un producto de una gran decepción. La historia muestra ese homenaje que el mismo Hijo le hace a su padre, al héroe de su vida, quien era una figura de corazón generoso, compasivo y tolerante, ese medico humanista, catedrático, consultor de la OMS, obsesionado con la medicina preventiva y la extensión de la salud pública a todos los rincones del país, un fuerte defensor de los derechos humanos, quien en vida batalló hasta el cansancio por la tolerancia, la paz y la justicia; ese hombre que en momentos de rabia se encerraba a escuchar los sonetos de Bach y Beethoven, como mecanismos de sanación; confiaba en el amor a rajatabla, en el amor por la vida ante todas las cosas, por los hijos y sobre todo por la justicia.
La escritura, la memoria, la pasión de Héctor Abab Faciolince, necesitaron enfrentarse a esa hoja en blanco, para poder abordar el proceso de escritura de esa fuerte pérdida, la pérdida de esa figura ejemplar que era su padre “Me saco de adentro estos recuerdos como se tiene un parto, como uno se saca un tumor”.
No existe duda alguna que el tiempo fue el mejor aliciente y que no solo le ayudo a Héctor A. Faciolince a mejorar su trazo literario, sino que también lo llevo a encontrarse en el momento y en el lugar indicado para sacar de sí mismo
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