La Tercera Via

“La tercera vía” discute el rol de los partidos socialdemócratas en el siglo XXI, después de la caída del muro de Berlín y de la Unión Soviética. El planteamiento central puede resumirse así: la única alternativa realista para el próximo siglo está constituida, de un lado, por el capitalismo, definido inequívocamente como una economía de libre mercado y, de otro, por la empresa privada, que es la fuente creadora de riqueza. Por lo tanto, se trata de abandonar los radicalismos de izquierda y de derecha, porque se han vuelto incompatibles con la realidad moderna

“Con la defunción del socialismo como teoría de gestión económica ha desaparecido una de las principales líneas divisorias entre izquierda y derecha, al menos para el futuro inmediato. La izquierda marxista quería derrocar al capitalismo y reemplazarlo por un sistema diferente. Muchos socialdemócratas también creían que el capitalismo podía y debía ser progresivamente modificado, de modo que perdiera la mayoría de sus características definitorias. Nadie tiene ya alternativas al capitalismo –los debates que se mantienen atañen a la extensión y las formas en que el capitalismo debiera ser dirigido y regulado-. Estos debates son ciertamente significativos, pero se quedan atrás respecto a las discusiones más fundamentales del pasado”. (Anthony Giddens, La tercera vía, La renovación de la socialdemocracia, Taurus, Madrid, 1999, p. 57).

Se trata, según Blair, de poner en marcha una tercera vía que proporcione un nuevo rumbo a la social democracia, ofreciendo una nueva propuesta política fundada sobre nuevos valores: modernidad y pragmatismo; fin de la igualdad como objetivo permanente, así como del planteamiento según el cual el Estado es el pilar principal de la justicia social; promoción del consenso como mecanismo privilegiado de la vida política; apoyo a las políticas de preservación del medio ambiente y el equilibrio ecológico; impulso a la innovación y a la iniciativa individual como instrumentos decisivos del progreso personal y colectivo.

El planteamiento de “la tercera vía” se instala en momentos en que la derecha europea sufre una de sus más grandes crisis en todo el siglo. Las derrotas de John Major y Helmut Kohl en los últimos años son, en ese sentido, bastante significativas. Pero más aún lo es el hecho de que 13 de los 15 gobiernos de la Unión Europea están en manos de los partidos socialdemócratas de la Internacional Socialista.

Punto de fricción: la flexibilidad del mercado de trabajo. El PSF comprende la necesidad de flexibilidad que soportan las empresas para mejorar su competitividad o satisfacer mejor a los consumidores. Pero el imperativo de la flexibilidad no debe traducirse en un el retorno del trabajo que puede moldearse a voluntad del empleador. La fuerza de trabajo no es una mercancía más. Los asalariados son también consumidores, personas y ciudadanos. La flexibilidad

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