La Vida Del Hombre Y Evolución Con El Fuego
Enviado por darkuis1 • 13 de Marzo de 2014 • 2.079 Palabras (9 Páginas) • 438 Visitas
¿Como fue la vida del ser humano antes del descubrimiento del fuego?
Antes del descubrimiento del fuego, la vida de los seres humanos estaba adaptada a comer los alimentos crudos, y a sobrevivir en invierno viviendo en cavernas y usando la piel gruesa de los
animales cazados en los bosques para calentarse el cuerpo. Obviamente, en la practica el descubrimiento del fuego hace la diferencia entre los homínidos comedores de carne cruda y viviendo una vida primitiva, y el homo-sapiens; porque el descubriendo del fuego lo hace alcanzar un estadio de civilización social y morfológica superior; a la par que le alarga el periodo de vida debido a la destrucción de microbios que implica el ingerir alimentos pasados por el fuego, organizando más la sociedad tribal al tener que dedicar parte la población a mantener el fuego encendido siempre. Puede decirse que el descubrimiento del fuego fue algo vital para el desarrollo posterior del homo-sapiens hasta nuestros días.
En que circunstancias se descubre el fuego?
Hacia el 1.600.000 a.C. Homo Habilis se había extinguido. En primer lugar había evolucionado hacia una nueva especie, Homo Erectus, cuyos individuos presentaban más o menos la misma corpulencia y peso que los modernos seres humanos. Si algunos especímenes de Homo habilis subsistieron tras la consolidación de la nueva especie, su supervivencia fue breve.
Entre 1.000.000 y 300 000 a. J.C., Homo erectus era el único homínido existente. Y fue el primero que, en algunos casos, llegó a medir 1,80 m de estatura y se aproximó a los 70 Kg. de peso. Su cerebro era asimismo voluminoso; en ocasiones alcanzaba un peso equivalente a las tres cuartas partes del nuestro.
Homo erectus fabricó útiles de piedra mucho mejores que los conocidos hasta el momento. Como cazadores, sus individuos eran capaces de cobrar los animales más grandes que podían hallar. Fueron los primeros homínidos que lograron cazar mamuts con éxito. Homo erectus llevó a cabo dos avances particularmente trascendentales.
Durante tres millones y medio de años, todos los homínidos se habían visto confinados al sudeste de África. Homo erectus fue el primero en expandir significativamente su área de poblamiento: hacia 500.000 a. J.C., había ocupado el resto de África, Europa y Asia, llegando incluso a Insulindia.
En efecto, los primeros descubrimientos de restos de Homo erectus se hicieron en la isla Indonesia de Java, donde la antropóloga holandesa Marie E. Dubois (1858-1940) halló en 1894 una bóveda craneana, un fémur y dos dientes. Por entonces no se conocía ningún homínido con un cerebro tan pequeño, y Dubois le dio el nombre de Pithecanthropus erectus (de los términos griegos que significan «mono-hombre erecto»).
Hallazgos semejantes efectuó en las proximidades de Pekín, a partir de 1927, el antropólogo canadiense Davidson Black (1884-1934), el cual llamó a su homínido Sinanthropus pekinensis (en griego, «hombre chino de Pekín»).
Acabó reconociéndose que ambos hallazgos, junto con otros, correspondían a la misma especie y podían clasificarse como del género Homo. Se mantuvo el término erectus, introducido por Dubois, aunque los homínidos llevaban caminando en posición erecta al menos dos millones y medio de años antes de que hubiera evolucionado Homo erectus. Lo cual, por supuesto, se ignoraba en tiempos de Dubois.
Por la época en que se produjo la evolución de Homo erectus, la Tierra se hallaba en un período glacial. Cuando los glaciares alcanzaron su máxima extensión, restaron tanta agua al mar que el nivel de este último descendió unos 90m., dejando al descubierto el fondo de los mares poco profundos. Lo cual permitió a Homo erectus emigrar del continente asiático a Insulindia.
El tiempo frío impulsó la adopción de nuevas costumbres. Homo erectus se desplazaba formando bandas, como sin duda hicieron los primeros homínidos, pero ahora se resguardaba del viento construyendo abrigos de piedras amontonadas, o colgando pieles de un palo en torno al cual se reunía la horda. Éstas fueron las habitaciones más rudimentarias. Donde existían cuevas, Homo erectus halló refugio en ellas. Las primeras huellas de Homo erectus en Asia (hallazgos de Black cerca de Pekín) se encontraron en una cueva cegada.
Esta cueva próxima a Pekín contenía restos de hogueras, lo cual significa que había sido «descubierto» el fuego hace unos 500 000 años. Esta es una ca-racterística que diferencia a los seres humanos de los demás organismos. Toda sociedad humana existente, incluida la más primitiva, ha descubierto y usado el fuego. Ninguna otra criatura, aparte los seres humanos, utiliza el fuego ni siquiera en su forma más primitiva.
He escrito descubierto entre comillas porque el fuego no se descubrió en el sentido usual que se da a ese concepto. El rayo podía provocar un incendio cada vez que la atmósfera de la Tierra acumulara suficiente oxígeno para alimentarlo, y la superficie poseyera una cubierta vegetal susceptible de arder, condiciones que nos hacen retroceder a unos cuatrocientos millones de años. De ese fuego, como en nuestros días, huiría todo animal capaz de hacerlo.
Descubrir el fuego equivale a domesticarlo. En algún momento, Homo erectus aprendió a localizar algún objeto ardiendo en los límites de un incendio natural, a mantener viva la llama alimentándola con prudentes cantidades de combustible cuando mostraba señales de extinción, y a hacer buen uso del fuego.
Ignoramos cómo sucedió. Personalmente, creo que todo empezó cuando los niños quedaron fascinados por las llamas. A causa de su curiosidad hiperactiva y de la falta de experiencias amargas acerca de lo que sucede cuando uno se quema, pudieron sentirse más inclinados que los adultos a jugar con el fuego. Cabe la posibilidad de que el adulto más próximo apartara al niño de la hoguera y la apagara con los pies. Por otra parte, debió de llegar el tiempo en que un adulto más audaz que la mayoría considerara la ventaja de continuar el juego con una finalidad más útil.
El empleo del fuego cambió por completo la vida humana. Ante todo, procuró luz en medio de la oscuridad y calor en todo momento. Esto hizo posible extender la actividad a la noche y al invierno, lo que revestiría especial importancia en un período glacial, de manera que Homo erectus pudo alcanzar regiones más frías.
Desde luego que con el fuego, por sí solo, uno se ve condenado durante el tiempo frío a no apartarse del hogar, pero una sociedad de cazadores podía fácilmente aprender a desollar un animal, limpiar la piel y envolverse en ella. En este sentido, la piel animal reemplazarla el pelo que los seres humanos hablan perdido.
El fuego también era útil como protección contra otros animales, incluidos los más fieros. Una hoguera
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