La Vida En Las Aulas
Enviado por mozha • 5 de Agosto de 2014 • 5.584 Palabras (23 Páginas) • 342 Visitas
Intenta describir la realidad de lo que sucede dentro de un aula de primaria, se centra en los entresijos de la educación desde de un punto de vista que muestra la visión de los profesionales de la educación sobre lo que ocurre dentro de las aulas. La primera parte trata de describir las relaciones alumno-profesor con mirada de como las entendería un absoluto extraño. Una constatación que resulta de este intento es que el profesor está constantemente interrumpiendo su trabajo para atender casos particulares. La tarea del profesor se parece a la del músico de jazz: parte de una melodía o un ritmo y luego improvisa, constantemente. Otra idea curiosa es que compara al profesor con un "jefe" del alumno (en cuanto que dispone de autoridad para que el alumno tenga que trabajar cuando él lo disponga, en lo que él disponga); compara también la escuela en algún sentido con una cárcel: los alumnos se encuentran físicamente confinados en una institución más o menos coercitiva y no por propia voluntad (esto tiende a olvidársenos a los profesores); a su vez, como en una cárcel, la buena conducta comporta beneficios, muchas veces incluso académicos. La segunda parte recoge la opinión de los alumnos sobre la escuela. La tercera, es la opinión de los profesores sobre su trabajo. De esta tercera parte el autor señala que los profesores, hablando sobre su tarea, usan un lenguaje muy pobre, con conceptos y esquemas causa-efecto muy simplificados; quizá como consecuencia del hábito de dirigirse a un público infantil, quizá también porque el trabajo del profesor de primaria o secundaria es poco especulativo. Otra observación: el proceso de aprendizaje de los alumnos es algo muy secundario para un profesor: lo prioritario es mantener el orden, la autoridad, etc. La gestión del aula exige mucho tiempo y energía pero resulta medio imprescindible para cualquier otra meta. Phillip W. Jackson es considerado el creador del término Curriculum Oculto, ya que en este, su célebre libro público: “Lo que el alumno aprende en la escuela no es sólo lo que aparece en los documentos curriculares sino algo, como es el conjunto de reglas y normas que rigen la vida escolar, sentimientos, formas de expresarlos, valores, formas de comportamiento y adaptación a distintos ámbitos. Estos aprendizajes que no aparecen “declarados” en los proyectos curriculares oficiales los denominó “Curriculum oculto”. Señala también que: “El grupo, las evaluaciones y la autoridad, cuya combinación confiere un matiz distintivo a la vida escolar, constituyen un currículum oculto que el alumno debe superar si quiere avanzar con éxito a través de su etapa escolar” .Es de suma importancia analizar a que llamamos la vida en las aulas, ¿qué pasa dentro de ellas?, ¿qué relaciones se dan dentro de ellas? Tanto entre alumnos como entre alumno-maestro, ¿qué habilidades o destrezas se necesitan para la “sobrevivencia” dentro de ellas? Se debe reflexionar sobre estos acontecimientos y cuestionarse si para lograr el éxito educativo dentro de una institución basta con ser intelectual o se requiere además de actitudes y habilidades para ser ese alumno modelo que las instituciones educativas anhelan. Es cierto, el ir a la escuela se ha vuelto algo tan cotidiano, tan de rutina, que muy rara vez nos detenemos a pensar y a dar la importancia y relevancia que esto conlleva. En nuestra sociedad el ir a la escuela es algo tan “normal” que en pocas ocasiones reflexionamos sobre ello, sobre lo ocurrido en esas 5 horas que estuvimos en una institución, rodeados de personas (el número de alumnos por aula varía según la institución educativa), regularmente de nuestra misma edad, pero no necesariamente con el mismo nivel intelectual ni mucho menos con la misma personalidad. Lo cual me hace pensar, si dentro del ámbito familiar muchas veces surgen diferencias de pensamiento en relación a un tema específico y regularmente la familia está conformada por 6 personas (en la sociedad actual), cuanto y más no habrían de surgir diferencias al hablar de un tema dónde pueden opinar más de 20 personas. Cabe la comparación de la familia con el aula de una institución educativa, ya que pasamos tanto tiempo en la escuela, que ya nos son tan familiares todas las cosas o personas que se encuentran dentro de ella, y que vemos prácticamente a diario, que bien podríamos considerarla nuestra segunda casa. Cuando tú le preguntas a un niño acerca de cómo estuvo su día en la escuela, la respuesta que obtendrás de éste será vana e irrelevante, “todo normal, sin novedades”, a menos que algo demasiado fuera de lo normal ocurriese y mereciera ser mencionado, como el caso de un alumno nuevo en clase o algún acto chusco que se haya podido suscitar. Es necesario abordar también eso inmaterial que pasa en el aula, que suele darse por hecho, ya que desde pequeños estamos acostumbrados a movernos entre las masas, a recibir premios o reprimendas por ciertos actos y conocer el mundo del poder, el de los dominados y los dominantes. A eso inmaterial es a lo que me refiero al mencionar habilidades o actitudes necesarias. El pertenecer a un grupo te obliga a ser paciente ante ciertos rasgos de la vida escolar, como con la demora, el rechazo, la interrupción y la distracción social; ya que esto implicara que no podrás ser el único en exponer tus ideas, ni hacerlo de forma extensa, ni tener todos los materiales disponibles dentro del aula ya que más compañeros pueden requerirlos también, incluso debes ser capaz de mantenerte al margen de las distracciones, así como de acatar la instrucción del tiempo destinado para cada actividad, aunque este no te parezca suficiente y tendrás que soportar cierta demora, ya que no todos trabajan a la misma velocidad o con las misma capacidad intelectual. Por ello, es necesaria la presencia del profesor como guía o controlador de este tipo de situaciones para evitar un caos social dentro del aula, hasta cierto punto estas situaciones van en función de la tradición social, de la política institucional y de la situación de riqueza o pobreza. Dentro de un aula deberás estar abierto a la crítica (por duro que esto pueda sonar), ya que estas expuesto a evaluaciones y no me refiero únicamente a exámenes escritos como lo son los clásicos de las escuelas, esto abarca más allá de un simple papel con preguntas. Me refiero en primer lugar a la evaluación (el juicio) que realiza en cada actividad realizada dentro del aula el profesor; en segundo lugar a la crítica de los compañeros que viniendo de niños normalmente se caracteriza por risas burlones ante un error, o aplausos ante un obvio acierto; y por último pero no menos importante, la autoevaluación, ese juicio que puedes y debes realizar de ti mismo al realizar algún ejercicio y darte cuenta de que es correcto o no. Cualquiera pensaría que en una institución educativa se evalúa
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