La Vida Inútil de Pito Pérez

La Vida Inútil de Pito Pérez

Pito Pérez es un hombre de gran ingenio, como lo demuestra en todas y cada una de sus reflexiones, en la forma en que critica al juez que lo encierra cuando no puede pagar diez pesos de multa.

La familia de Pito Pérez es de numerosas hermanas y sus hermanos Joaquín, el clérigo y Francisco el abogado. Para él no hubo una carrera. Su familia está loca, confiesa.

Pito Pérez anda sucio, borracho y con la ropa hecha como trapos sucios. A pesar de que es muy inteligente, su mayor orgullo es usarla para tener alcohol gratis.

Jesús Pérez Gaona nació y creció, en Santa Clara del Cobre, Michoacán; hijo de doña Herlinda, una buena mujer que lo sacrificó quitándole el pecho para dar de comer a otro niño huérfano, por ello Pito Pérez creció débil y enfermo.

Su madre, para él eligió la profesión de acólito, mezcla de cura y abogado. Pito Pérez cumplía tan bien sus funciones que todos lo admiraban. Ahí conoció a un pícaro mal llamado “San Dimas” que lo convenció de robarse las limosnas, con tal tino que cuando lo hizo y le entregó el dinero, éste se lo quedó y Pito Pérez pagó las culpas. A causa de ello, un buen día se escapó de su casa, sin más que diez centavos en la bolsa. Con lo que se compró sus primeros tragos y cometió su primer robo provechoso.

Él afirma nunca haber robado, argumentando que antes de “tomar prestado” algo, eleva una plegaria a Dios. Si es voluntad de él dárselas, se lleva lo que necesita sin ningún problema, de lo contrario, el Señor pone en alerta al dueño accidental de las cosas y éste se lo impide.

Una vez fuera de su casa, Pito Pérez llega a Uruapan, iniciándose en el oficio de boticario: El propietario de la botica, un hombre bastante gordo y perezoso, le enseña los principios de la preparación de las medicinas, haciendo pócimas de jarabe de azúcar y píldoras de almidón. Pito Pérez agregaba además colores para hacerlos más atractivos a los ojos de los compradores y alcohol mezclado con agua para los jarabes, con lo que se ganó prestigio del pueblo, todos surtían recetas aunque no estuvieran enfermos.

La vida le sonreía, hasta que cayó en la tentación de darle a la señora del boticario un “tiempo de felicidad” cuando fue descubierto, dejó la casa del boticario y salió del pueblo sin regresar siquiera por los ahorros que tenía.

Es en la Huacana que Pito Pérez se encuentra con un viejo conocido, el “Padre Pureco” un cura que le ofrece asilo y regresar al trabajo para la iglesia, a cambio Pito Pérez le prepara los sermones agregando citas en “latín” .Después de algún tiempo y cansado porque el Padre Pureco no le permitía tomarse sus tragos, Pito Pérez decide regresar a Santa Clara, mermado por una enfermedad. En su casa lo reciben como si nunca se hubiera ido.

En el amor Pito Pérez es infortunado, la primera mujer a la que amó nunca supo lo que sentía, pues era mayor

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