La batalla de sanjacinto
Enviado por cinthyamaria • 26 de Abril de 2016 • Documentos de Investigación • 2.206 Palabras (9 Páginas) • 688 Visitas
- Introducción
Este ensayo tiene como propósito estudiar los antecedentes y consecuencias de la batalla de la hacienda San Jacinto, con la participación de los nicaragüenses que se unieron para defender su patria y su dignidad, expulsando a los filibusteros invasores.
En la coyuntura de los años 1853-1856, Nicaragua se vio agitada por una pugna entre partidos políticos y caudillos de la oligarquía, quienes luchaban por imponerse sobre los valores y lealtades arraigados en una cultura de política tradicional, esto generó una invasión filibustera de Estados Unidos de América.
El tema tiene gran relevancia histórica, porque Nicaragua reconquistó su independencia con unión y valentía iniciando una política de no aceptar las injerencias exteriores que quieren dominar la patria nicaragüense.
- Desarrollo
“San Jacinto no alcanza las proporciones de una batalla y quizás no llegue siquiera a categoría de combate; pero fue la primera jornada que se ganó en América contra la esclavitud del Norte: ¡está antes que Gettysburg!”. (Adolfo Ortega Díaz, 1928).
Quiero iniciar este ensayo citando esta frase de Adolfo Ortega, según la cual, este heroico combate, que todos conocemos como la Batalla de la hacienda San Jacinto, es sin duda el primer golpe dado al intervencionismo estadounidense que en este momento estaba iniciando de la mano armada de William Walker y sus filibusteros, quienes protagonizan este primer intento de apoderarse de nuestro territorio, y solo pudo ser derrotado por la unión de los patriotas nicaragüense.
El año 1854 estalló la guerra civil entre las facciones democráticas (liberal) y legitimista (conservadora) que se encontraban asentadas en las ciudades de León y Granada, respectivamente.
Los democráticos formaron un Gobierno Provisorio al mando de Francisco Castellón Sanabria, y no reconocían el Gobierno legítimo de Fruto Chamorro Pérez. Asimismo, buscaron fortalecer sus fuerzas militares con ayuda externa, y para ello firmaron un tratado con el estadounidense Byron Cole. A raíz del acuerdo arribaron a tierra nicaragüense, en junio de 1855, un grupo de estadounidenses llamados La Falange Democrática, al mando de William Walker.
A partir de este acontecimiento William Walker, que llegó con el pretexto de una ayuda militar a uno de los bandos del conflicto civil, comenzó su propia guerra para apoderarse de Nicaragua.
Sendos combates fueron librados en las localidades de Rivas y La Virgen, y la misma ciudad de Granada fue tomada por las fuerzas filibusteras y democráticas el 13 de octubre de 1855. Precisamente, en esta localidad fue firmado el acuerdo entre William Walker y Ponciano Corral Acosta, comandante de las fuerzas legitimistas, para evitar más derramamiento de sangre a raíz de una serie de confusos hechos, donde resultaron agredidos pasajeros estadounidenses que atravesaban el país. Mateo Mayorga, miembro prominente de los legitimistas, fue una de las víctimas de la venganza de Walker. Del acuerdo, realizado el 23 de octubre, resultó nombrado Patricio Rivas como Presidente Provisorio (en detrimento del presidente Estrada), Corral, Ministro de la Guerra, y Walker como General en Jefe del Ejército, lo que le garantizaba ser de hecho el hombre fuerte del país.
Esta decisión demostró a los partidarios del bando leonés (democráticos), el error que habían cometido al buscar apoyo extranjero para sus propias ambiciones, sin tener en cuenta las ambiciones propias de quienes en teoría venían a ayudarlos. En consecuencia, buscando ahora sí, lo mejor para su patria, buscan unirse con los legitimistas (Granadinos), para sumar sus fuerzas contra la que ya se declara como fuerza invasora.
Desde el 18 de mayo de 1854, el General José María Estrada había asumido el gobierno nicaragüense en sucesión de Chamorro (muerto durante su mandato) y tomó a su cargo enfrentar a las fuerzas opositoras.
.En este contexto tuvo lugar la Batalla de San Jacinto el 14 de septiembre de 1856, cuya relevancia no está dada por el elemento estrictamente militar. Su importancia en la historia de Nicaragua y Centroamérica se manifiesta desde el punto de vista político, moral y de la dignidad nacional. La gesta de los héroes de San Jacinto fue la primera derrota del filibusterismo después de la unidad nacional, demostrando que los estadounidenses no eran invencibles y que el arrojo y valentía de los nicaragüenses superaba las limitaciones materiales de su ejército.
El ejemplo del coronel José Dolores Estrada en la acertada dirección táctica de la batalla, la acción heroica de Andrés Castro, los oficiales y la tropa, fueron hechos que despertaron un reconocimiento nacional e internacional. Para los filibusteros, esta derrota fue el inicio de un proceso que culminaría en su capitulación el 1 de mayo de 1857.
Según William Walker, para finales de 1856 su Ejército había alcanzado la cantidad de 2,000 hombres. Tenían su Cuartel General frente a la Plaza de Granada, así como el Primer Batallón de Rifleros y un almacén de intendencia. Las demás unidades de combate estaban ubicadas de la siguiente forma: el Segundo Batallón de Rifleros en Tipitapa, al mando del coronel McDonald; un Batallón de Ingeniería Ligera en Masaya, bajo el mando del coronel McIntoch; una Compañía de Rifleros al mando del mayor Walter, en Managua; y dos compañías en Río San Juan, con el teniente coronel Ruder. El armamento utilizado por los filibusteros eran rifles Sharp, Minié y Mississippi, revólveres Colt y artillería ligera como morteros, cañones y obuses.
A finales de julio de 1856 el coronel Fernando Chamorro armó una columna de un centenar de hombres y se la confió al coronel José Dolores Estrada con la misión de dirigirse a los llanos de Ostócal, cerca de Tipitapa, para impedir el robo de ganado y el abastecimiento de alimentos de las tropas filibusteras ubicadas en Managua, Tipitapa y Granada. Sin embargo, en las instrucciones entregadas al coronel Estrada se hacía énfasis en evitar enfrentamientos con las fuerzas de Walker a no ser “que les cortaran la retirada”.
Los nicaragüenses llegaron a San Jacinto el 9 de agosto. San Jacinto era una hacienda de ganado ubicada al nordeste de Tipitapa, propiedad de don Miguel Bolaños. Pero fue hasta el 1 de septiembre, con la captura y fusilamiento de un soldado enemigo, que tuvieron noticias sobre la preparación de las tropas filibusteras para el ataque a los nacionales en los llanos de Tipitapa. El coronel Estrada, junto con sus oficiales y tropas, decidió hacer frente a los filibusteros y organizar la defensa, tomando en cuenta las características del lugar, la cantidad de combatientes, el armamento y las municiones que poseían.
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