La civilización del valle del Indo
Enviado por joajgg • 5 de Febrero de 2014 • Tutorial • 3.246 Palabras (13 Páginas) • 240 Visitas
La civilización del valle del Indo
Alrededor del 2500 a.C., empezó a desarrollarse una civilización en torno al río Indo en lo que hoy es Pakistán y el occidente de la India. Las ruinas de ciudades como Mohenjo-Daro o Harappa muestran que aquel antiguo pueblo desarrolló sistemas de drenaje y para el regadío de las tierras de cultivo a través de la construcción de acequias y canales. Sus viviendas, realizadas con ladrillo, solían tener varias plantas. Asimismo, este pueblo creó un sistema propio de escritura y cálculo.© Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
Hacia mediados del tercer milenio a.C., la India drávida sufrió la primera de una serie de invasiones continuadas de tribus del grupo lingüístico indoeuropeo. Estas tribus, de origen incierto pero a las que por lo general se conoce como indoarias, entraron en el subcontinente a través de puertos de las montañas a lo largo de la frontera noroccidental y fueron ocupando la mayor parte del territorio norte de la cordillera Vindhya y el oeste del río Yamuna. Muchos drávidas huyeron al norte y al interior de la península india, regiones dónde el grupo lingüístico drávida aún es grande. El resto del pueblo drávida y, según determinados expertos, gran parte de su cultura fue absorbida por los indoarios.
Periodo védico
La oscuridad rodea la historia política de la India durante muchos siglos después de la conquista de los drávidas, pero los Veda, una colección de escritos sagrados que datan del año 1200 a.C., contienen bastante información sobre las costumbres sociales, las creencias religiosas y los logros culturales. Tal como aparece representada en algunos himnos védicos, la civilización que emergió durante los primeros siglos después de entremezclarse las culturas indoaria y drávida en el subcontinente fue notable en varios aspectos. Los órganos de política tribal funcionaban de acuerdo con los principios democráticos, la condición social de las mujeres era comparable a la de los hombres y el matrimonio se consideraba sagrado. Los indoarios lograron grandes avances en distintas artes y ciencias, entre las que se contaba la ganadería, la artesanía del metal, la carpintería, la construcción de barcos y las ciencias militares.
Los himnos védicos compuestos durante este y posteriores periodos también han representado la emergencia y cristalización de las características clave del sistema sociorreligioso conocido como hinduismo. Casi todo lo que se conoce con seguridad de la situación política es que en el curso del I milenio a.C., en la región limitada por el Himalaya, los tramos del sur del Ganges, la cordillera Vindhya y el valle del Indo se establecieron 16 estados autónomos. De estos estados, formados tanto por repúblicas como por reinos, el más importante fue Kosala, reino situado en la región que en la actualidad ocupa Oudh. Otros reinos importantes fueron Avanti, Vamsas y Magadha. Este último reino ocupaba el territorio de la moderna Bihar; a mediados del siglo VI a.C. se convirtió en el reino dominante en la India. Durante el reinado de su primer gran rey Bimbisara (543 hasta 491 a.C.), Buda y Vardhamana Jnatiputra o Nataputta Mahavira, fundadores del budismo y jainismo respectivamente, predicaron y enseñaron en Magadha.
En el año 326 a.C. Alejandro III el Magno dirigió una expedición a través de la cadena montañosa del Hindu Kush hasta el norte de la India. Consiguió algunas victorias durante su marcha hacia la India, cuyo punto culminante fue la batalla de Hydaspes que finalizó con la derrota del rey Poros cerca del río Hydaspes (ahora Jhelum). Sin embargo, Alejandro no permaneció durante mucho tiempo en la India y los efectos políticos y culturales de la invasión fueron insignificantes, excepto por la oportunidad que brindaron al rey Mauryan Chandragupta de expandir su imperio hacia el oeste aprovechando el vacío político.
Dinastía Maurya
Dinastía imperial que gobernó la India aproximadamente desde el año 321 hasta el 185 a.C., la primera que casi logró reunificar todo el subcontinente bajo una única autoridad. La dinastía Maurya tuvo su centro neurálgico en el reino de Magadha, que Chandragupta, fundador de la dinastía, ocupó hacia el año 321 a.C. tras enviar un abigarrado contingente contra la moribunda dinastía Nanda. Extendió su poder a casi toda la India septentrional y central, así como a Afganistán y al Hindu Kush. El éxito de Chandragupta provocó represalias por parte de los sucesores Seléucidas de Alejandro Magno, pero tras ser vencidos en el año 305 a.C., los Seléucidas concluyeron con él una alianza de matrimonio. La presencia Seléucida inspiró marcadas influencias helénicas en la cultura Maurya. Se cree que, posteriormente, Chandragupta abdicó en favor de su hijo Bindusara hacia el 298 a.C., el cual, de acuerdo con las creencias ascéticas del jainismo, ayunó hasta morir, pero para entonces la dinastía ya estaba muy consolidada.
El ayudante de Chandragupta, Kautilya (o Canakya), ministro superior brahmán, pudo haber sido el autor de la célebre obra Arthasastra (en sánscrito, Tratado sobre los objetivos de la vida), un libro de carácter político que ante todo parece ser una guía seria sobre las condiciones de la época. El rey, monarca absoluto, gobernaba desde la capital situada en Pataliputra (actualmente Patna), en la cúspide de un desarrollado sistema burocrático de gobierno central y local, con una India Maurya dividida en cuatro provincias controladas por gobernadores o príncipes imperiales. Estaba apoyado por un credo de soberanía real basado en la protección de un dharma social. El Estado recaudaba impuestos de las tierras y sus productos, así como del comercio, y de los campesinos asentados en extensas áreas. Se mejoraron los caminos y las zonas aisladas se hicieron accesibles. La sociedad estaba dividida en grupos sociales o castas, semejantes al actual sistema de castas de la India, con grupos administrativos especiales de consejeros y magistrados. Por supuesto, la dinastía Maurya también disponía de un gran Ejército.
Bindusara llevó más al sur el dominio Maurya, deteniendo la conquista total, sobre todo, porque sólo quedaban en el sur de la India los amistosos estados clientes tamiles. Su hijo Asoka, que le sucedió hacia el año 273 a.C., comenzó con una parecida vena marcial, pero una sangrienta campaña que tuvo lugar hacia el año 260 a.C. contra el poder que gobernaba la región oriental de Kalinga le desilusionó, y finalmente abrazó el budismo. Asoka, el monarca budista, quintaesencia de la sabiduría, ordenó la construcción de numerosas obras públicas y erigió pilares de piedra, grabados con edictos y exhortaciones budistas, por todo su Imperio. Mandó enviados y misioneros a las regiones de los actuales Sri Lanka, Siria, Egipto, Nepal e incluso hasta Macedonia.
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