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La edad del absolutismo en Alemania


Enviado por   •  27 de Mayo de 2013  •  Ensayo  •  2.461 Palabras (10 Páginas)  •  961 Visitas

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La edad del absolutismo en Alemania

Aunque el imperio romano santo tenía no más de largo un papel significativo en política europea después de la guerra de los treinta años, seguía siendo importante en Alemania, proporcionando un marco para los muchos estados alemanes y la conducta de las ciudades de sus asuntos públicos. El Reichstag, que permanecía en la sesión en Regensburg a partir de 1663 hasta la disolución del imperio en 1806, con tal que un foro para el establecimiento de conflictos. En la ocasión, los votos fueron tomados para quitar reglas incompetentes o tiránicas de los Estados miembros. El servicio más importante del imperio era que proporcionó una medida de seguridad a muchos estados pequeños y ciudades libres de Alemania, sin los cuales algunos habrían sido tragados para arriba por vecinos más grandes. Debido a su condición debilitada, el imperio podría dominar no más de largo Alemania, incluso cuando era dirigido por los hombres ambiciosos y capaces tales como Charles VI (r. 1711-40). Durante el 1720s, él procuró sin éxito respirar nueva vida en el imperio. Emperadores más últimos volvieron a la práctica tradicional de Habsburg de usar el trono imperial para beneficiar sus propias tenencias dynastic.

Por casi un siglo después de la paz de Westfalia, el peligro principal a los estados alemanes vino del extranjero. Francia era la principal amenaza, agarrando partes de Alemania al sudoeste en el último 1600s, entre él la ciudad de Estrasburgo en 1681. Las tropas francesas también lucharon en suelo alemán durante la guerra de la sucesión española (1701-14). Además de estas acciones militares, Francia formó alianzas con algunos estados alemanes, lo más perceptiblemente posible con Baviera, que buscó la ayuda contra Austria vecina. El imperio del otomano también planteó una amenaza. En 1683 sus fuerzas sitiadas Viena. Los alemanes eran en última instancia acertados contra el imperio del otomano, y después del tratado de 1718, los turcos eran no más largos un peligro.

EL ABSOLUTISMO EN Francia: Al iniciarse el siglo XVIII, el sistema político predominante en Europa era el absolutism, resultado del fortalecimiento del poder real iniciado desde finales de la Baja Edad Media. Este sistema se sustentaba esencialmente en la nobleza, que continuaba siendo el grupo dominante, propietario de la mayoría de las tierras y detentador de cargos y privilegios. La burguesía, a pesar de su enriquecimiento, carecía de influencia política y permanecía marginada de los círculos de poder. A finales del siglo XVII se produjeron en Holanda y en Inglaterra una serie de transformaciones políticas que comenzaron a limitar el poder de la monarquía y a abrir camino al parlamentarismo. (Ampliar: Gobierno Absolutista)

El reinado de Luis XIV 
Richelieu murió en 1642 y Luis XIII en 1643, dejando el trono a su hijo de cinco años, Luis XIV.

Mazarino y La Fronda 
El protegido y sucesor de Richelieu como primer ministro, el cardenal Giulio Mazarino, continuó la política de su predecesor, culminando de forma victoriosa la guerra con los Habsburgo y derrotando, en el interior, el primer esfuerzo coordinado de la aristocracia y la burguesía para invertir la concentración de poder en el rey realizada por Richelieu.

, el Parlamento de París, en alianza con los burgueses de la ciudad, protestó contra los elevados impuestos y, con el apoyo de los artesanos, hicieron estallar una rebelión contra la Corona, denominada La Fronda. Poco después de que finalizara, los nobles amotinados del sur se rebelaron y, antes de que la revolución fuera aplastada, una guerra civil arrasó de nuevo diversas zonas de Francia. A pesar de esto, la Fronda fracasó en su intento de impedir la centralización del poder y, hasta la década de 1780, los estamentos privilegiados no desafiaron de nuevo a la autoridad de la Corona.

Absolutismo en Italia

"El Estado soy yo". La conocida sentencia de Luis XIV de Francia resume en pocas palabras la esencia del absolutismo: un régimen político en el que una persona, el soberano, ejerce el poder con carácter absoluto, sin límites jurídicos ni de nunguna otra naturaleza.

Resulta totalmente artificial oponer los tumultos de la Reforma a la soberana majestad del "siglo de Luis XIV".

Bajo diversas formas, el absolutismo ha sido la forma de gobierno de muchos países en distintas épocas. Sin embargo, se ha reservado dicho término para designar, en un sentido específico, el ejercicio del poder en un momento histórico y espacial concreto: el de las monarquías absolutas europeas de los siglos XVI al XVIII. Muchos autores distinguen un primer períido, correspondiente al siglo XVI, de monarquía autoritaria, que no llegaría a ser plenamente absoluta hasta mediados de la centuria siguiente.

El siglo XVI, es un siglo innovador, lo es también en el campo de las ideas políticas. La Europa de comienzos del siglo XVI es un mosaico de cuerpos políticos muy diferentes. Junto a reinos diversamente organizados, pero ya sólidamente implantados en su independencia nacional, existen repúblicas urbanas y señoríos nacidos en torno a una ciudad, así como principados laicos o eclesiásticos, cuya autonomía es tan efectiva en Alemania como en la Italia desembarazada de la ficción misma del poder imperial.

El siglo XVII es un siglo de crisis. Crisis económicas, políticas, guerras desórdenes de los Países Bajos, religiosas y crisis intelectuales.

En vinculación con el progreso del poder real en ciertos Estados, se elabora una doctrina -la del absolutismo- que se define como una soberanía monárquica sin límites y sin control, que no reconoce a los súbditos más que el deber de obedecer. El absolutismo sale aparentemente reforzado de estas crisis. El siglo XVII se nos muestra así como el apogeo del absolutismo; pero es un absolutismo precario, híbrido y en vías de ser rebasado.

Precario, ya que las causas que favorecen temporalmente el absolutismo tienen que provocar, a más o menos plazo, su disolución

Híbrido, porque el absolutismo del siglo XVII hace descansar la noción de soberanía simultáneamente sobre los elementos tradicionales (los deberes del monarca, el contrato, la costumbre, las leyes fundamentales del reino) y sobre elementos nuevos (mercantilismo y utilitarismo).

Anacrónico, ya que, aunque el absolutismo reine, no sin luchas, en la mayor parte de Europa, se derrumba em el país más ampliamente abierto el capitalismo moderno: Inglaterra.

Por otro lado, la política permanece ideológicamente en la dependencia de la religión cristiana. Y, sobre todo, el equilibrio de las fuerzas sociales, las condiciones materiales y el estado de las técnicas oponen tales obstáculos a la instauración

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