La historia de la ciudad de Durango
Enviado por krismt • 29 de Enero de 2015 • Ensayo • 1.821 Palabras (8 Páginas) • 365 Visitas
HISTORIA
Los primeros habitantes de la ciudad fueron los nahoas, nómadas procedentes del norte del continente, hace dos mil años. Durante el período postclásico la ciudad fue ocupada por naturales zacatecos y sus contemporáneos tepehuanos, desde el sureste del valle del Guadiana, hasta Nombre de Dios.
El origen de la ciudad se debe al antiguo mineral del Cerro del Mercado, llamado así en memoria de su descubridor, el capitán Ginés Vázquez de Mercado. El conquistador español Francisco de Ibarra realizó viajes de exploración en el año de 1554, en los que descubrió una gran extensión de territorio de la parte noroeste de la Nueva España y fue nombrado gobernador de Provincia por el Virrey Don Luis de Velasco el 24 de julio de 1562.
Una vez que recibió Francisco de Ibarra su nombramiento de Gobernador de la Provincia, se dispuso a dar principio a las exploraciones con su nueva investidura. Fundó nuevas ciudades y recorrió todo el extenso territorio descubierto por él para fundar la provincia que bautizara con el nombre de la Nueva Vizcaya, en recuerdo del lugar donde nació. Fundó la ciudad de Durango el 8 de julio de 1562.
Hacía pocos años que el Valle de Guadiana lo había descubierto el propio Ibarra. Se trataba de un ancho y luminoso valle, rico en humedad, debido a dos ríos que lo cruzan. Dotado de mucho monte donde, además de la madera que se podía aprovechar, había animales de caza y pescado en los ríos. Además estaban próximos los lugares donde existían minas. Esto lo motivó para escoger el Valle de Guadiana y fundar la cabecera de su gobernación.
Una vez localizado el sitio, mandó desde Valle de San Juan a uno de sus capitanes, Alonso de Pacheco, con un grupo de soldados para que hicieran el trazo de la Nueva Villa.
Siguiendo la costumbre de los españoles al fundar una ciudad, Alonso de Pacheco, ateniéndose en todo a las órdenes recibidas de Ibarra, procedió a señalar el sitio donde debía de quedar la Plaza de Armas, centro de la Nueva Villa. Al norte señaló el asiento para la primera iglesia, que fue la de la Asunción, y al sur el del palacio de los gobernadores. Al oriente y al poniente, los solares fueron repartidos entre los primeros vecinos.
Como ignoraba Alonso de Pacheco el nombre que Ibarra pretendía dar a la nueva Villa, empezó a llamarla "de Guadiana" por el valle en que estaba fundada.
Ibarra no quiso que en la nueva ciudad hubiera elementos que estorbaran su progreso. Por eso, haciendo uso de su talento y espíritu cristiano y humanitario tendió la mano a los naturales dándoles ropa y alimentos, además les invitó para que ayudaran a levantar las casas de la villa e hicieran una acequia para llevar el agua desde los Ojos de Agua, situados al poniente del valle. Todo este trabajo Ibarra lo remuneró a los indios y a los vecinos que le ayudaron.
Como la Villa era eminentemente agrícola, había necesidad de cultivar las tierras circundantes, por lo que Ibarra le dio tanto a los vecinos como a los naturales, implementos de labranza y, durante el primer año, Francisco de Ibarra los sostuvo mientras levantaban las primeras cosechas.
En la fundación de la ciudad el primer acto fue una misa oficiada por Fray Diego de la Cadena, celebrada según refiere la tradición, en la esquina sureste de las hoy calles de 5 de febrero y Juárez, a la que asistieron Ibarra, sus capitanes y vecinos.
Después tuvo lugar el acto solemne de la fundación. En algún lugar de la Plaza de Armas se situaron en primer término el escribano real, Sebastián de Quiroz, que sentado frente a una mesa redactó el acto de la fundación y de pié, ante él, con sus uniformes de gala, Francisco de Ibarra y sus capitanes; junto a ellos el alférez Martín de Rentería portando el estandarte que los había acompañado a sus conquistas. Al lado de ellos está Ana Leyva de Pacheco, que fuera la primera mujer española que llegó a Durango.
Desde ese día la Villa se llamó "Durango", en recuerdo de la patria chica de su fundador. Su nombre quiere decir "más allá del agua".
El municipio de Durango es hoy un lugar digno en el cual se puede vivir; cuenta con un rico pasado histórico y retos que motivan para un futuro mejor, es por lo mismo un lugar de amplias posibilidades.
LUGARES
Durango cuenta con una gran diversidad geográfica para practicar varios deportes extremos como kayak, bicicleta de montaña, rapel, escalada libre y más, ya que Durango cuenta con imponentes quebradas, arroyos secos como el Puente de Hojuela ubicado en Mapimi, cascadas de hasta 80 metros de altura como lo es el Salto del Agua Llovida, lagos de más de 800 metros de diámetro como el de Puentecillas, paisajes como Mexiquillo y su gran desierto donde se encuentra la famosa zona del Silencio, conocida por sus propiedades magnéticas similares al Triángulo de las Bermudas, así como la fauna y flora únicas de esa región. Además podremos encontrar centros comerciales para comprar.
Los lugares de la ciudad que merecen ser visitados son encabezados por la Plaza de Armas, la Catedral Basílica Menor y el resto del Centro Histórico. Sin embargo, paseos como el Parque Guadiana y el zoológico Sahuatoba han sido por años lugares de encuentro de
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