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La historia de un caballero oscuro


Enviado por   •  15 de Agosto de 2016  •  Apuntes  •  1.662 Palabras (7 Páginas)  •  262 Visitas

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Era un día oscuro en Northdren. El trono helado esta vacío, y en la sala de reflexiones, una espada preciosa y cubierta de hielo estaba sobre un pedestal.

Un hombre con una armadura de metal cubierta de caras de calaveras y un casco con tres puntas y dos ojos azules, entro y cogió la espada.

Camino hasta la puerta del bastión en el que se encontraba. Mientras se abrían las puertas, el hombre oyó una voz gritando:

-¡Arthas! ¡La sangre de tu padre y de tu pueblo pide justicia! Adelante, ¡cobarde! ¡Responde de tus crímenes!

Arthas salió de la puerta con la espada en la mano, y a su alrededor empezaron a levantarse esqueletos y gigantes.

-¿Hablas de justicia? ¿De cobardía? Yo les enseñare la justicia de la tumba y el verdadero significado del miedo.

Un orco de piel roja, con una armadura blanca y un casco que cubría su boca como un pañuelo, grito y corrió cargando con su hacha hacia Arthas.

-¡Ya basta! ¡Se acabó!

 Cuando el orco se disponía a atacar a Arthas con su hacha, Arthas agarro su espada con sus dos manos y ataco al orco, de manera que el cuerpo del orco cayo con la empuñadura en mano y el hacha hecha añicos.

La misma voz que grito antes, se puso en guardia.

Era un humano de pelo castaños con un bigote, una barba, una armadura amarilla y azul, un escudo con una cabeza de león y una espada larga.

-¡pagaras por todas las vidas que has arrebatado, traidor!

El hombre escucho unas voces a su alrededor.

Como la preparación de soldados o catapultas.

Arthas se puso en guardia y respondió.

-Bien dicho, pero no hay nada que puedas…

Se vio interrumpido por una bomba de humo verde que cayó a su lado.

Mientras se tapaba la cara, oyó una voz de muerto viviente, fría y malévola.

-Jaja ¿Pensabas que habíamos olvidado? ¿Pensaste que aviamos perdonado?

Contempla entonces la terrible venganza de los “renegados”.

Arthas miro hacia arriba, y vio a un boticario muerto viviente con catapultas a sus dos lados.

-Sylvanas…

Mas bombas comenzaron a caer mientras todos los humanos se replegaban. Arthas, débil, se agarró a su espada arrodillado como un viejo con un bastón, y se levantó lentamente hacia la puerta.

Horas después, cuando se recuperó del veneno de las bombas, volvió a salir de la puerta para comprobar si algún humano u orco había quedado vivo.

Todo estaba quemado.

De su lado, muertos vivientes empezaron a levantarse y comenzaron a formar filas.

Arthas se fijó mucho en un cadáver de un elfo de sangre que había en el suelo, ya que vio cómo su armadura rebosante de luz comenzó a convertirse en oscuridad, y  su espada de hielo.

El elfo se levantó y Arthas se lo quedo mirando.

Continúo hacia adelante y no paro hasta llegar a un bastión humano.

El elfo se encontraba entre las filas de muertos vivientes.

Mientras los muertos vivientes atacaron el bastión, el joven elfo se acercó al puerto. Allí vio pasar un barco.

Sin saber qué hacer, miro hacia atrás, como toda la gente estaba muriendo y todo estaba siendo quemado.

Pensó:

-¿Qué debería hacer? ¿Servir al rey Exánime, Arthas Menethil o debería recuperar lo que fui como paladín?

Sin dudarlo una segunda vez, monto en el barco que ya había salido del puerto con un salto increíble.

Pasaron días hasta llegar a otro puerto.

Todo en el puerto era luz.

La gente paseando, los guardianes en sus puestos, mas barcos, un sol fantástico.

El elfo camino normal y subió a una cuesta que había enfrente.

Todos los miraban horrorizados.

Llego a una catedral, en la que entro.

Vio a los sacerdotes y a los paladines paseando.

Cuando uno de ellos le vio, se abalanzo sobre el gritando:

-¡Hermanos! ¡Un muerto viviente!

El joven elfo se defendió y sin querer matarlo, mato al paladín que lo ataco.

Todos le miraron horrorizados, y se disponían a atacar.

El elfo los miro y triste, grito:

-¡Alto! ¡No quiero que se me discrimine por lo que soy! Me llamo Khaddar, y he venido a recuperar mis poderes de paladín.

Todos le miraron, y tristes, guardaron sus armas.

Le dieron una nueva armadura, un arma y poderes de paladín, pero el joven no cambiaba de aspecto.

Uno de los paladines les dijo:

-Tu única salvación es ver al rey Varían Wrynn. Se encuentra en el palacio saliendo de esta catedral, a la izquierda.

Khaddar llego al palacio y camino lentamente.

Cuando llego al trono de Varían. Este se lo quedo mirando.

Khaddar le explico lo que sucedió, y el conto que su hermano Bolvar Fordragon, murió en la puerta de cólera.

-eres una escoria, elfo muerto. ¿Cómo te atreves a venir hasta aquí después de haber servido al propio Rey Examine? Te destierro de las tierras de la Alianza para siempre. Vete y no vuelvas jamás.

Khaddar cogió su martillo, se armó con todo lo que tenía, se despidió de los sacerdotes los cuales le prestaron un caballo, y salió de la ciudad por la puerta, ya que no le permitieron usar el puerto. Pasaron días caminado, por los bosques de Elwyn, por los prados, por los bosques oscuros, por el camino de la muerte.

Finalmente llego a las tierras devastadas, donde bajo de su caballo y vio un enorme portal.

Pronto descubrió que ese portal se trataba del mismísimo portal oscuro, la puerta de Terrallende.

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