La llegada del español a América

LA ANDADURA DEL ESPAÑOL POR EL MUNDO: MÉXICO

AUTOR: HUMBERTO LÓPEZ MORALES

CAPÍTULO 2: EL ESPAÑOL LLEGA A AMÉRICA

EL LIBRO DEL SABER DE ASTRONOMÍA YA PRESENTABA CÓMO SE PUEDE NAVEGAR A TRAVÉS DEL OCÉANO FUERA DE LA VISTA DE LA COSTA.

Al principio nos narra sobre algo que para Colón era importante, navegar y descubrir nuevas tierras, pero, aunque para él era algo que estaba totalmente a su mano, no lo era así, porque los cálculos que había realizado para llegar a cierto lugar no fueron satisfactorios, dando como origen el descubrimiento de América.

… ES AQUELLA ISLA —CUBA— LA MÁS HERMOSA QUE OJOS HAYAN VISTO

Fue un 12 de octubre de 1492 cuando la andadura del español en tierras americanas dio inicio, al momento de que los barcos de Colón llegaron a aquel archipiélago que posteriormente se llamaría antillano.

Al llegar a la isla de cuba, se enfrentaron cara a cara con los indígenas, tratando de comunicarse con estos, pero como era de esperarse no se entendían, de nada le sirvieron a Cristóbal Colón sus intérpretes.

“LAS MANOS SERVIAN AQUÍ DE LENGUA”, DICE FRAY BARTOLOMÉ

El lenguaje gestual ha existido desde siempre, y su utilidad en la comunicación humana, cuando no hay lengua común entre los sujetos que participan en el acto comunicativo, es importante. Claro que no es perfecto puesto que comporta muchos malentendidos y, en ocasiones, produce más confusión que inteligencia.

Martinell Gifre indica que, dentro de una colectividad dada, el lenguaje no verbal utilizado es de carácter instintivo, así como también imitativo, pues los miembros de la comunidad repiten los gestos que han visto usar en su grupo, por lo que se convierte en algo “enseñado”, sobre todo cuando hablamos de cortesía y educación.

LOS PRIMEROS HABITAMIENTOS EUROPEOS ESTABAN HABITADOS POR PUEBLOS ANCLADOS EN LA EDAD DE PIEDRA

Existían tres pueblos que estaban anclados en la edad de piedra. Los taínos, de origen lingüístico arahuaco y que señoreaban estas islas procedían de la masa continental del sur y habían llegado desde las costas de la actual Venezuela, era fácil identificar este grupo indígena debido a sus trabajos artesanales de cerámica, piedras, conchas y madera, pero algo que era un más característico de ellos era la deformación que se provocaban en el cráneo. Fue mucho antes de la llegada de Colón cuando fueron descubiertos están en proceso de migración al archipiélago lo cual fue provocado por los caníbales que estaban cerca de su pueblo, llegando a la actual provincia de Matanzas, en la parte oriental de la isla.

Los siboneyes estaban entonces en La Gran Antilla, eran también arahuacos, llegando a cuba como los taínos con los que convivían armónicamente.

Los guanahatabeyes son pocos conocidos, se dice que habitaban en cavernas situadas cerca de las costas y ciénagas de la región más occidental de la isla, eran recolectores, pescadores y cazadores, por lo que desconocían la agricultura y la cerámica.

Estas poblaciones debieron de ser escazas, debido a que no eran suficientes, esto lo decía Bernal Díaz del Castillo ya que hablaba sobre el número reducido de indígenas y presentaron quejas porque no alcanzaban para todos los colonos. Pero eso no era todo, porque entre esos esclavos que tenían no se encontraban los guanahayabeyes. Además de eso comenzaron a morir por varias razones, por ejemplo, los suicidios, infanticidios, enfermedades virales y los trabajos excesivos a los que fueron sometidos.

LA POBLACIÓN BLANCA, PRINCIPALMENTE ANDALUZA, AUMENTA

La población española era mucho menos numerosa aun, ya que en 1505 La Española contaba con 17 villas de tipo europeo.

A cuba los colonizadores llegaron en fecha muy tardía, al menos en número importante. Al carácter ralo de la demografía se le unieron otros agravantes que impulsaron aún más la despoblación.

Hasta 1511 no comienza en la Gran Antilla el proceso de conquista y colonización, para posteriormente en 1534 el total de españoles que habitara la isla fuera de 1500. Las informaciones del gobernador, Manuel de Rojas, hablan de 300 jefes de familia, de alrededor de cinco miembros cada una, distribuidas así: Santiago, 80; La Habana, entre 70 y 80; Bayamo, entre 30 y 40; Puerto príncipe, igual; Sancti Spríritus, unas 30; Baracoa, entre 30 y 40, y Trinidad, entre 15 y 20. Al mediar el siglo la población total de españoles era de unos mil, agrupados en 220 familias.

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