La presencia de la pluriculturalidad y el multilingüismo en el Perú
Enviado por Juanjose12qw • 11 de Septiembre de 2024 • Resumen • 1.972 Palabras (8 Páginas) • 48 Visitas
INTERCULTRUALIZAR LA UNIVERSIDAD: UNA NECESIDAD HISTÓRICA FRENTE AL RACISMO, LA DISCRIMINACION Y LA EXCLUSION SOCIAL EN PUNO Y EL PERU.
Porfirio Enríquez Salas([1])
TEMA 1: LA PRESENCIA DE LA PLURICULTURALIDAD Y EL MULTILINGÜISMO EN EL PERÚ
Desde la perspectiva socio-cultural, en forma muy acertada, la sociedad peruana está reconocida como pluricultural y multilingüe (López, et, al., 1984). La pluriculturalidad peruana en el siglo XXI es innegable y se caracteriza en la presencia y coexistencia o convivencia de distintas culturas dentro del espacio territorial peruano. Por cuestiones de carácter teórico, también se les denomina como horizontes culturales, los mismos que se caracterizan por sus rasgos culturales particulares, historia común y el establecimiento de relaciones e interacciones sociales de subordinación y dominio entre horizontes culturales. Dentro del territorio peruano, se identifican cinco horizontes culturales, que son los siguientes: el horizonte andino, el horizonte amazónico, el horizonte criollo-mestizo, el horizonte afro-afrodescendiente y el horizonte conformado por las minorías étnicas de emigrantes de otros países. Cada uno de estos horizontes culturales, según sus propias características e historia, tienen sus propias lenguas, la misma que dio lugar al multilingüismo peruano.
1. Los horizontes socioculturales conformantes de la pluriculturalidad peruana
La historia sociocultural de cada uno de estos horizontes culturales, tienen diferentes contenidos, caracterizados por sus formas particulares de ver y concebir el mundo y la vida. Algunas de las características fundamentales de cada uno de los cinco horizontes culturales son los siguientes:
El horizonte sociocultural andino. Está conformado actualmente por dos vertientes culturales, identificadas por sus propias lenguas: los quechuas y los aimaras. Se trata de aquellas poblaciones asentadas en las comunidades campesinas y los centros urbanos (las barriadas, por ejemplo, en Lima metrolpolitana), cuya ubicación originaria se encuentra dentro del espacio dominado por la cordillera de los Andes. A nivel general, la población que pertenece al horizonte andino, se realiza a partir de los elementos culturales heredados de las diferentes cultural altiplánicas y la Inca Tahuantinsuyana, el referente sociocultural más cercano, que dio origen a la denominada cultura andina actual.
Su génesis cultural, se remonta a las culturas pre incas originarias que se desarrollaron autónomamente en el ámbito territorial dominado por la cordillera de los Andes([2]), el espacio vital único, abundante en diversidad de microclimas, espacios ambientales, biodiversidad y agua.
Las culturas preincas, posteriormente dieron origen al Tahuantinsuyo, gobernado por los Qhapaq Apu Inka. Fue un gobierno pan andino que logró unificar, en primer lugar, un extenso territorio que incluyó casi la totalidad de los 7,200 km2 de longitud de la cordillera de los Andes (árido en el flanco occidental y lluvioso en el flanco oriental, o selva alta), motivo por el cual se habla hoy con justicia de cultura andina. En este proceso de unificación territorial, se excluyó la selva baja o llano amazónico.
En segundo lugar, por la lengua quechua, que se comportó como el factor más sobresaliente de unificación cultural, difundida por los incas respetando las lenguas particulares de los cientos de grupos étnicos conformantes del Tahuantinsuyo. En tercer lugar, la realización de la agricultura y la ganadería como actividades fundamentales, de las que se desagregaron otras múltiples actividades secundarias, como son la textilería, la alimentación, la medicina, etc.
Desde el siglo XVI, es un espacio territorial intervenido por la invasión española, que impuso más de 500 años de dominación colonial, destinada a desestructurar, empobrecer y excluir a la sociedad y a la población tahuantinsuyana. De este periodo y la visión equivocada del colonizador sobre los territorios invadidos, proviene la división de la población en españoles e indios por el virrey Toledo.
Así el término indio, desde la visión cultural eurocentrada, se utiliza para designar al poblador andino, al diferente, al no occidental, al que no tiene ni las costumbres ni los valores de la “civilización occidental”. Sin embargo, en plena dominación colonial, el término indio fue adquiriendo una carga valórica de estigmatización y desprecio por el poblador autóctono u originario de los Andes incluyendo a su herencia cultural.
En el siglo XX el colonialismo español se complementó con el capitalismo y la modernidad que impuso la ideología del progreso (Ansión, 1989) ligado íntimamente con la necesidad del desarrollo. Una propuesta exógena, es decir, anómalamente elaborada desde visión eurocentrada, para que la población andina, es decir, “los indios”, convertidos luego en campesinos desde inicios de la década del 70([3]) del siglo pasado, puedan salir de la pobreza y el subdesarrollo. De esta forma, el término “indio”, ya no sólo representa significativamente al que no tiene las costumbres y los valores de la civilización occidental, sino también se le atribuye el significado peyorativo de pobre, desvalido e iletrado, características peyorativas creadas por el invasor español, en pleno proceso de dominación colonial.
En la actualidad, el horizonte andino constituye la mayor parte de la población peruana. Son hablantes de las lenguas que pertenecen, en primer lugar, a las familias quechua y aru (aimara), en segundo lugar, los bilingües hablantes de una lengua andina y el castellano, y, en tercer lugar, los descendientes de los anteriores, que ya no hablan ninguna de las lenguas andinas. Son también parte conformante del horizonte cultural andino, los migrantes andinos en la costa peruana. Según Romero (2007), son los andinos emergentes, que vía migración se asentaron en las zonas urbanas, pero que no han roto su relación con el espacio rural de donde provienen.
Los millones de migrantes andinos de todos los pueblos de la extensa cordillera de los Andes, hacia la costa peruana, en más de 80 años de migración, le dieron un nuevo rostro al Perú. Los estudios realizados por Matos Mar (1986, 2004), así lo demuestran: el poblador andino, valga la redundancia, que migró principalmente a la ciudad de Lima, la “Ciudad de los Reyes”, donde se ubica la tercera parte de la población del Perú, logró andinizar al Perú costeño virreinal y aristocrático.
El horizonte sociocultural amazónico.
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