La revolución permanente. La agitación política y La polarización partidaria

La revolución permanente

La agitación política y La polarización partidaria

A mediados del gobierno de Frei comenzaron a observarse los signos del desbordamiento social. La promulgación de una reforma agraria y su inmediata aplicación (1967), la sindicalización campesina,  el aumento del gasto social, el mejoramiento de los sectores postergados en cuanto a servicios bajo la puesta en marcha de la “promoción popular” , provocaron una agudización de las exigencias y demandas de los nuevos sectores, fueron las propias iniciativas gubernamentales las que agudizaron las exigencias.

El aumento de la inflación y la desaceleración de la industria llevó al gobierno a limitar se plan de reformas estructurales, nutriendo con ello la sensación de frustración ante las expectativas generadas y con ello las actividades huelguistas se recrudecían.

El crecimiento del sindicato rural fue impresionante, en 1964 alcanzo los 104.700 miembros, como también se incrementó el número de huelgas en donde en 1967 alcanzaron las 2177. Las huelgas del sector rural era un asunto más delicado que el de las fábricas y minas, ya que esta paralización podía significar la pérdida total de la producción.

Paralelamente las tomas de terrenos urbanos y de fundos, así como fábricas evidenciaron la radicalización de los nuevos sectores. El trastorno provocado por la movilización generó un clima incertidumbre. En 1969 la ocupación de terrenos de Pampa Irigoin (Pto Montt) el gobierno respondió con una fuerte represión por parte de carabineros en donde resultaron 8 muertos y 50 heridos. La izquierda responsabilizó del hecho a Edmundo Pérez Zujovic, quien dos años después fue asesinado por la vanguardia organizada del Pueblo (VOP). Otra dimensión de la violencia se refleja cuando Hernán Mery director zonal de la corporación de reforma agraria (CORA) moría victima de los incidentes durante la toma de posesión del expropiado fundo La Piedad en donde sus propietarios se opusieron armados.

La incorporación de nuevos sectores de la población a la actividad política supero las modalidades de accionar partidista, que antes se sustentaba en el dialogo y ahora paso a la acción directa. El congreso nacional había perdido protagonismo en calidad de espacio para la negociación de elites partidistas esto sumado a la sobre ideologización y rigidez de los partidos contribuyo a la deslegitimación de acuerdos parciales.

Las transformaciones llevaron a una polarización de las posiciones políticas. La DC con la opción del camino propio suponía la aplicación rápida y global de su programa con el fin de consolidar su proyecto de sociedad, revestida de sectarismo y exclusión. La DC fue perdiendo respaldo popular debido a las dificultades económicas y políticas que se presentaron, además de disputas internas que llevaron al quiebre del partido. El conflicto culminó  cuando en 1969 un numeroso grupo de militantes de la juventud Demócrata Cristiana formó el movimiento de acción popular unitaria (MAPU).

En 1969 las fuerzas de izquierda se reunieron en la Unidad Popular (UP), la alianza tenia claros fines electorales y estuvo formada por Comunistas, Socialistas, Radicales, Social demócratas, Acción Popular Independiente (API) y el MAPU.

Los aglutinaba el anhelo de realizar profundas transformaciones que llevaran a una sociedad más justa e igualitaria, una común enemistad con la derecha de y la democracia cristiana y la necesidad de conformar un bloque electoral que les permitiera alcanzar el poder y conservarlo. Paradójicamente los dirigentes no confiaban en el triunfo de la UP debido al surgimiento de la campaña del terror y de la figura de Alessandri.

Dentro de la UP era posible distinguir dos posiciones contrapuestas, el Partido Comunista, apoyado por radicales y el MAPU, y el Partido Socialista, respaldado por grupos más extremos. El partido comunista propiciaba gobernar junto con aquellas fuerzas dispuestas a hacer cambios estructurales, incluso con demócratas cristianos, llevar a cabo un programa de reformas anti oligárquicas y antiimperialistas, destinada a profundizar el capitalismo paso necesario en teoría para construir el socialismo. A pesar que le comunismo rechazo la vía armada si apoyo las huelgas, ocupaciones de fabricas y fundos que contribuyo a profundizar el conflicto.

El partido Socialista en cambio repudio los acuerdos con partidos calificados como burgueses e insistió en establecer una alianza exclusiva con la clase trabajadora, apostado a la construcción de un socialismo sin la necesidad de esperar la consolidación de una fase más madura del capitalismo (cuba)

La pretensión de la DC de copar al mundo popular como una opción alternativa a los partidos marxistas hizo radicalizar sus posturas, de ahí que el partido Socialista se declare Marxista- Leninista y abierto al uso de métodos revolucionarios en la toma del poder, a pesar de ello, figuras como Allende lo llevaron a formar parte de la UP.

Paralelamente quienes dentro del partido socialista quienes repudiaban la vía pacífica organizaron núcleos de militantes, la más importante el Movimiento de Izquierda revolucionario (MIR), creado en 1965 en la U. de Concepción, demostró su capacidad guerrillera colocando bombas, perpetrando asaltos armados y realizando robos bancarios.  Un EJ es el del asalto a la sucursal del Banco Edwards  el jueves 31 de abril de 1969  ubicado en Alameda 2682  donde huyeron con un botín de 258 mil escudos.

La derecha era representada por el partido nacional, creado en 1966 luego de la disolución del partido liberal y el partido conservador luego de la derrota electoral que sufrieron en las elecciones parlamentarias.

El nuevo conglomerado adopto una política confrontacional la que se materializo en acciones de presión social directas, pues la negociación y cooptación resultaron ineficaces ante la DC.  Al igual que los partidos de izquierda utilizaron la propaganda y movimientos sociales, también existieron grupos extremistas dispuestos a la acción violenta, como lo es el movimiento nacional Patria y libertad. Así la derecha también ayudo a exacerbar el clima de polarización:

 1.- reaccionando irracionalmente ante políticas a profundizar cambios estructurales (Reforma Agraria).

2.- actitud contestataria de actores que había neutralizado la DC (empresarios industriales y agrícolas)

3.- la composición del electorado de la derecha cada vez menos dispuesto a hacer concesiones.

A pesar de todos los vaticinios el partido nacional tuvo un crecimiento electoral notable.

La alianza establecida en 1960 entre demócratas cristianos y la iglesia constituyó un acercamiento de los más connotados miembros hacia posiciones de izquierda incluso marxistas. En 1967 la revista “Mensaje” editada por jesuitas exponía:”acción y no palabras; el marxismo ofrece instrumentos de análisis y proyectos de acción concreta”. Lo anterior se reflejo en opciones políticas, tanto sacerdotes como laicos, identificados como “cristianos de avanzada” estrecharon lazos con los partidos de izquierda. Si bien la mayoría de los católicos se mantuvo fiel a la tradición institucional, un grupo de jóvenes agrupados en Fiducia-defensa de la tradición familia y propiedad- se levantaron en materias como la reforma agraria.

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