La revolución histórica
Enviado por sayank • 28 de Agosto de 2014 • Ensayo • 397 Palabras (2 Páginas) • 231 Visitas
La revolución histórica
En tiempos de la revolución existió un cúmulo de gente que se llevaba a los niños para que pelearan en la revolución y también se llevaban a las niñas para casarse con ellas o usarlas de soldaderas y atendieran a los soldados.
Al inicio mucha gente creía que eso era mentira, pero con el paso del tiempo se percataron de que no era así.
Por eso cuando en los pueblos se oía que llegaba la leva, los padres escondían a las hijas en los sótanos o las metían en cuevas, para que los revolucionarios no se las llevaran.
Los padres también llegaban a esconder a los muchachos; muchos los hacían treparse en árboles de los más altos con agua y comida, haciendo que se amarraran para que no se cayeran.
La leva no solo levantaba gente, pues también se llevaban el ganado, sobre todo caballos y el dinero, pues lo reclamaban como contribución para la revolución.
En realidad todas estas precauciones fueron infructuosas, pues cuando llegaban los de la leva, es porque ya habían mandado a alguien a que revisara y sabían bien cuanta gente había para llevarse y acrecentar las filas de la revolución.
Fueron tiempos muy difíciles, pues en aquellas épocas no existía comunicación y después de que levantaban a la gente, tardaban años en saber de ellos.
Según los aztecas, en los alrededores de Tula, vivía Quetzalcoatl, dios bueno y sabio que había traído consigo las semillas del cacahualcahuitl, para que los hombres contaran con un manjar que los mismos hijos del sol apreciaban. El magnífico jardín en que florecía el cacahutero servía a Quetzalcoatl para enseñar a sus discípulos la agricultura, astronomía, artes y medicina, esto le dio gran fama y aprecio entre todas las poblaciones. Existía sin embargo un dios del mal, representado por Tezcatlipoca, que envidiando a Quetzalcoatl le dio una bebida embriagante asegurándole que le aliviaría el corazón y lo rejuvenecería. El buen Dios aceptó beberla y por su efecto perdió la conciencia, al volver en sí, se sintió profundamente apenado por su proceder, ya que había pecado de vanidad, Quetzalcoatl quemó su casa y enterró todas sus pertenencias destruyendo así parte de su obra e inició una marcha hacia el horizonte, llegando hasta el mar donde se hundió en las profundidades, creando así el día y la noche, su recuerdo se vio fortalecido por el gran regalo que dio a su pueblo "el cacao".
...