La seducción de las palabras
Enviado por pamelaescorza • 9 de Octubre de 2013 • Ensayo • 1.680 Palabras (7 Páginas) • 248 Visitas
La seducción de las palabras
El origen histórico de las palabras nos llega gracias al idioma que heredamos, a través del tiempo las palabras adquieren diversas connotaciones y significados; podemos ver como muchas palabras guardan relación y es lo que el autor nos presenta con un concepto muy tratado a lo largo de la obra: “las cerezas anudadas”. Por ejemplo: dirigir – derecho, ligar – obligar, soldado – solidario, etc... Y como más claramente una palabra como acorde hace un viaje interno para remitirnos sucesivamente a concordia, acuerdo, cardio y finalmente corazón donde podemos ver como una figura de la música nos remite a un órgano que procesa los placeres. La seducción de las palabras se puede utilizar para bien
(efecto literario) o para mal (manipulación de nuestro pares) gran parte radica en el valor latente del sonido, su percepción y cómo influyen en nuestras emociones.
El arte y la ciencia hoy día exhiben sistemas más descodificados y codificados, respectivamente, ya que al manejar palabras calientes, las artes y frías, las ciencias permiten postulados de arbitrariedad en primera instancia y precisión en el campo científico, esta mas consensuada la tecnología debido al avance vertiginoso que vivimos actualmente y mientras nos convence una operación matemática, nos seduce un perfume, el papel del arte queda pues al acecho de la connotación y la interpretación de acuerdo a la experiencia del espectador, al persuadir encontrara desconfianza pero su misión es cautivar y embargar a través de la expresividad.
Las palabras y sobre todo los fonemas, no solo evocan ideas o imágenes traen consigo colores, tamaños, actitudes, sabores y texturas, por ejemplo: La “a” nos recuerda lo blanco, lo claro; la “i” corresponde siempre a los diminutivos; y la “s” nos transporta a una suave caricia. Los sonidos moldean las palabras envuelven sus significados y los condiciona y es ahí donde la genética del vocablo se impone, la fuerza de tumba en una oración se nos devela como lo lúgubre y siniestro y si decidimos poner un nombre a nuestra mascota, como por ejemplo: Linda es porque el cachorro es ciertamente tierno. Esos recuerdos aportan a la construcción de los nombres y símbolos.
Los poetas tienen la magistral cualidad de colorear sus versos para remontarnos a los paisajes en los cuales pintan su arte, así mismo el enamorado encuentra las palabras precisas para edulcorar su cortejo y no alejar a su conquista con palabras chabacanas y expresiones machaconas, entonces la adornan, referenciándola como un tesoro y la persuaden con invitaciones a disfrutar una copa juntos, importantísima palabra “juntos”, metáfora que contribuye a la trascendencia del conocimiento previo. Muchas palabras de los enamorados tienen una intención directa, carnal pero han evolucionado para sugerir protección, gusto, compañía y así seducir con el lenguaje del amor, estamos ante el proceso del galanteo-enamoramiento-coito que se encumbre en él, para llegar a la satisfacción del placer. Ilustrándonos el autor de que los sentimientos se albergan todos en el cerebro podemos dilucidar que ciertas palabras con su halo seductor apuntan al corazón no por ser este receptor de pasiones sino porque la etimología de los mensajes que enviamos se dirige allá, ejemplo de amparar a nuestra pareja es de alguna manera refugiarla en nuestra válvula cardiaca.
La fuerza de la publicidad no radica esencialmente en las palabras (sino en artimañas subliminales más poderosas) sin embargo la potencia de algunas imágenes como la libertad u horizonte o la fascinación que evoca belleza, lozanía y juventud o el poder persuasivo del estatus es lo que los productos venden. Porque al final no fumas un marlboro, fumas una imagen de espíritu vaquero, no bebes una coca-cola sino sientes la chispa de la vida a través de tu garganta. Y todo esto lo elaboran los publicistas apuntándole a la percepción inconsciente con palabras gancho que determinan la imagen que x o y producto calaran en nuestro imaginario, ejemplo: Se utilizan tecnicismos como: formula lipo-activa para vender cosméticos, o extranjerismos, como: just do it, para comercializar artículos deportivos, que por ser foráneos son de la más alta calidad, claro está para el público que logran cautivar y en el cual buscan causar perplejidad y adhesión. Nuestros sentidos oyen y ven más de lo que creemos y en ese umbral de percepción la publicidad inocula sus mensajes para activarnos deseos artificiales no solo con palabras símbolo además con adjetivos posesivos y palabras contenidas en otras enviando ahí el correo cifrado.
Muchas dictaduras y aberraciones como el holocausto, desgraciadamente fueron posibles gracias a un terreno abonado por la antítesis y la nueva jerga. Creada por payasos sanguinarios como Hitler que instigaron hacia la injusticia consentida por un pueblo que se dejo pastorear hacia campos oscuros y cultivos de odio, la maestría para manipular estas discursos radica en la capacidad de anudar conceptos tan dispares como: juventud y conservador y crear doctrinas enfocadas hacia el odio al diferente lo cual estructura una mentalidad fascista, cabe anotar como también se disfrazo términos como genocidio por “solución final”
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