La situación Económica 1810-1830
Enviado por dolly villalba • 16 de Julio de 2017 • Resumen • 1.866 Palabras (8 Páginas) • 213 Visitas
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La situación Económica-Social (1810-1830)
A partir de 1810 el puerto de Buenos Aires pasó a ser el centro de intercambio comercial y el almacén de las industrias europeas, y absorbió casi todas las inversiones. Sin embargo no era un puerto eficiente, por la escasa profundidad de sus aguas y la multitud de brazos del rio que obstruían sensiblemente la navegación. Por ello muchos barcos de ultramar preferían el puerto oriental y de allí se comunicaban por transbordo con Buenos Aires.
Por más que este puerto no era de fácil acceso, siguió siendo el punto de concentración y distribución del comercio exterior, porque así le convenía a la burguesía que ejercía el poder político.
La Asamblea del año XIII planifico una política económica de tendencia librecambista y dio franquicias a los extranjeros para intervenir con el comercio de importación y exportación. Esta política auspiciada por los porteños favorecía también al litoral pero no a las provincias del interior.
Esto detuvo el desarrollo de las industrias del interior, imposibilitadas de competir con las extranjeras. Solo resulto beneficiado el sector terrateniente y ganadero de la provincia de Buenos Aires y parte del litoral, el resto quedo marginado de los favores económicos del sistema.
La banda oriental y su influencia
En los albores del siglo XIX la Banda Oriental era una zona ganadera habitada por más de 20.000 almas, entre hacendados, gauchos, mestizos e indios, que desarrollaban sus actividades en función del ganado cimarrón.
La integración de los estados estaba dada allí por los grandes comerciantes, los saladeristas y los estancieros. Los sectores relacionados con la semimanufactura crecieron notablemente desde los primeros años del siglo, los saladeristas alcanzaron un importante desarrollo gracias a las vinculaciones con los mercados brasileño y cubano. El levantamiento de 1811 se produjo en la campaña, y fue promovido por los hacendados rurales, los pequeños grandes comerciantes y el clero secular. En Montevideo, foco del poder español, la resistencia contra la autoridad de Buenos Aires era sostenida económicamente por los grandes comerciantes, algunos estancieros y saladeristas.
La lucha continua instaurada desde ese momento en la Banda Oriental diezmó la riqueza ganadera en ese territorio y en la Mesopotamia. En 1815 todo el litoral adhirió a las doctrinas antigüistas, y conforme con las disposiciones del reglamento Oriental quedó cortado el tráfico comercial con Buenos Aires. Muy pronto los conflictos con el Brasil dieron por resultado la pérdida del puerto Montevideano, y el litoral separado por Buenos Aires, resultó perjudicado, mientras se beneficiaba la campaña bonaerense, que adquirió un positivo impulso en 1820.
Los saladeros Bonaerenses
Horacio Giberti en su historia económica de la ganadería Argentina señalo que el amplio mercado exterior constituido por los esclavos de las plantaciones brasileñas y cubanas hizo posible el desarrollo del saladero.
Había facilidad para la exportación y seguridad en el aprovechamiento de la sal de los patagones. El saladero dejo de ser una actividad cacera para transformarse en industrial.
El primer saladero fue instalado en 1810 por los ingleses Robert Staples y John Mac Nelle, el desarrollo de esta industria comenzó a fines de 1815, cuando un grupo de hacendados abrió en las Higueritas (partido de Quilmes) su primer saladero.
La habilitación del puerto de Ensenada permitió eludir los derechos aduaneros de Buenos Aires que abarato la producción. Pero los saladeros enfrentaban el problema de la escasez de mano de obra, en tanto fueron los primeros establecimientos industriales que concentraron un número considerable de trabajadores asalariados. Esto fue solucionado por el Gobernador Intendente de Buenos Aires, Manuel Luis Oliden, que en 1815 estableció en la provincia la “ley de Vagos”, según la cual todo habitante que careciera de rentas propias, propiedad o profesión lucrativa debía estar sujeto a patrón y munirse del correspondiente certificado, su pena de ser condenado por Vago, quedo así en dependencia jurídica de los patrones y en ello refleja la precaria situación en que se hallaba esa clase social surgida del sistema pastoril de la economía rioplatense.
El precio fue de la carne fue fijado por los saladeristas y el ganado experimento una marcada alza, en tanto era mayor el aprovechamiento de las res. Y aunque la diversificación del mercado exterior engendró pleitos entre los saladeristas y abastecedores de ganado, abrió buenas perspectivas al comercio ya que, mientras Brasil y Cuba compraban tasajo, los cueros eran absorbidos por la industria Británica y Francesa.
Las provincias del litoral
En el litoral hubo un desenvolvimiento económico que beneficio a los ganaderos y posibilito el desarrollo de algunas manufacturas y artesanías, vinculadas especialmente a la vestimenta. Entre 1810 y 1830, la política librecambista podía ser aprovechada, la distribución de la propiedad territorial permitió la concentración de la actividad agropecuaria, fijo la organización de la empresa rural en grandes unidades de producción.
En Corrientes se hacían cinchas, jergas, tejidos, y miel (subproducto de cañaverales azucareras).
Mas tardes, cuando se incrementó el comercio cueros, Corrientes y Goya fueron centros destacados para el comercio, y comerciantes ingleses establecieron en tal lugar sus bases. Los correntinos aprovecharon la oportunidad de vender cueros a los ingleses interesados en monopolizar el mercado, pagaban buenos precios y, con esto los comerciantes locales adquirían fortunas y prestigio social.
El auge comercial repercutió en el valor de las estancias, así también la concentración demográfica posibilita el arrendamiento y la labranza de tierras, que estimula la formación de grandes propiedades.
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