La vida de un mestizo en Nueva España -Vida de las personas en la epoca colonial-

LA VIDA DE UN MESTIZO EN NUEVA ESPAÑA

Mi nombre es Antonio Córdoba, nací en el año 1516, tengo 31 años y soy mestizo, mi ocupación es ocuparme de trabajos menores bajo la orden de los españoles, como peón o también realizar trabajos en las minas.

Estoy casado con una mestiza llamada Lourdes Bernal y una hija llamada Dolores, vivimos en una humilde vivienda en el campo que compartimos también con mi madre, ella es indígena.

Mi familia y yo tenemos una posición difícil, pues no tenemos una identidad clara, ya que desarrollamos lealtades tanto a los españoles como a los indígenas.

Durante mis primeros 9 años de vida fuí educado como caballero español porque la Corona consideraba humillante que un hijo de español fuera educado entre los indígenas, pero cuando mi padre murió no me quisieron seguir educando y me fuí a vivir con mi madre al campo.

Hace 15 años mi madre me contó sobre un proceso llamado evangelización, que consistía en la enseñanza de la religión católica, donde los frailes fueron encargados de la educación y de modificar las creencias religiosas, la lengua, formas de representación y estilo de vida de los indígenas.

Un par de meses después me puse a pensar sobre eso, la verdad no creía que solo existiera un solo Dios, no era simplemente mi manera de pensar, así que, muy incorrectamente se lo dije al virrey de ese entonces, el virrey se lo dijo al rey, y fué el peor error que pude haber cometido en mi vida, fue un gran problema, y, como era de esperarse, fui a parar a la Santa Inquisición, ellos me dijeron que lo que había hecho era un acto de herejía y que solo a los españoles serían aplicados los castigos, pues se consideraba que los nativos de Nueva España eran cristianos nuevos, es decir, que no conocían la doctrina católica y eso les impedía discernir entre el bien y el mal.

Como era español, tenía que tener mi castigo. Yo les explique sobre como fui educado, que mi padre español había muerto y la mayor parte de mi educación fue gracias a mi madre. Me llevaron a juicios  donde los inquisidores me hicieron preguntas. Aun así me dieron un castigo, el cual era permanecer encerrado por 1 año, ya que el delito no era tan grave. La persona que me dio el castigo y sus trabajadores ya murieron y es por eso que nadie más que mi familia y yo sabemos sobre este tema.

Actualmente, como todos los mestizos, tengo pocas oportunidades de sobresalir, aunque a pesar de que muchos mestizos fueron educados bajo las más estrictas costumbres españolas, la condición de sangre impura impide subir en la escala social. Vivo feliz, sabiendo que la vida es injusta a veces, pero tengo una familia y eso me hace muy feliz.

FIN

Valeria Karolina Ochoa Cázares #31

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