Las Mujeres Dedicadas A Los Tempos

Discurso a las mujeres dedicadas a los templos.”

Fernando de Alva Ixtliixochitl

Muchas eran las doncellas que por impulso de devoción se dedicaban a esta vida, muchas más la seguían por voluntad de sus padres.

Las mujeres dedicadas a los templos tenían que olvidar su casa y hacienda de sus padres, su corazón tendría que sufrir con alegría el hambre, los ayunos, a barrer los patios por donde pasa el dios invisible, cuidar su pureza porque de lo contrario sería castigada rigurosamente con que tus carnes se pudran, puras de cuerpo y alma porque las vírgenes son las más allegadas a dios. Aparte de barrer los grandes patios del convento, templo, debía hilar y matizar las vestiduras sagradas , además de guisar las comidas que se ponen en el altar para primicias del día ante todo tenían que mostrar obediencia y nobleza.

La mujeres- son grandes trabajadoras y vividoras porque de ellas cuelgan los mayores y más trabajos que sustentan su casa y educación de sus hijos, llevan algunas veces carga mayor , labrando y sembrando sus mantenimientos. Son granjeras, van al mercado a comprar y vender sus cosillas, crían animales domésticos, son muy fecundas y tempranas en parir y grandes criadoras. Eran muy devotas y fecundas y santeras.

Finalidades de la educación:

Por medio del supersticioso culto de los demonios, era excesivo el número de sacerdotisas que llenaban los templos, ofrecían luego que habían cumplido cuarenta días aceptándolas lis sacerdotes en nombre de los ídolos.

Discursos de presentación días en los que eran presentadas.

“Señor y Dios invisible, cuya luz se esconde entre las sombras de los nueve apartamientos del cielo, causa de todas las cosas, defensor y amparador del universo: el padre y la madre de esta niña, que es la piedra preciosa que más estiman, y la antorcha resplandeciente que ha de alumbrar a su casa, te la vienen a ofrecer con humildad de corazón, porque es tu hechura y efecto de tus manos, para que viva y sirva en este lugar sagrado y casa de penitencia. Suplícote, Señor Dios, la recibas en compañía de las otras, tus bien disciplinadas y penitentes vírgenes, y la favorezcas para que sea de buena vida y alcance lo que pidiere.”

Después eran devueltas a sus padres para que las criasen a la edad de 8 años, tiempo destinado para que engtrease en clausura y cuando determinaba el día de esta función ¿ y congregándose los parientes , la conducían al templo coronada de flores y vestida galanamente, la recibía el sumo sacerdote ¿, después de haber hecho reverente adoración a sus falsos dioses ¿, incensándoles y degollando codornices la bajaban a las salas y lugar de recogimiento donde, en presencia de la superiora y otras doncellas, puesto en pie el tequacuilli “:”muy amada y preciosa niña, siendo

...