Las cruzadas
Enviado por edwarvox123 • 4 de Mayo de 2020 • Documentos de Investigación • 997 Palabras (4 Páginas) • 162 Visitas
LAS CRUZADAS
Las cruzadas son las expediciones, inicialmente como peregrinaciones, que se emprendieron de Europa occidental por parte de los cristianos en los siglos XII y XIII, principalmente para rescatar a Jerusalén y el sepulcro de Cristo, que habían caído en el poder de los turcos. El nombre de “Cruzadas” se da por aquellos que participaban adoptaban como señal distintiva una cruz roja en sus vestimentas, posteriormente irán armados.
En estas expediciones no se tuvieron distinciones de razas, naciones y estados, al menos al comienzo. Franceses, alemanes e italianos formaban un solo pueblo, el pueblo cristiano. Por eso se podría decir que las cruzadas fueron las guerras exteriores de la cristiandad.
Las causas iniciales fue la aparición en Oriente de los turcos, que atacaron al imperio bizantino, tomando Asia Menor y Nicea, años más tarde se apoderaran de Jerusalén, aunque ya estaba dominada por musulmanes que la respetaban como ciudad santa y tolerantes con los cristianos.[1] Los turcos fanáticos persiguieron a peregrinos y torturaron, desde entonces ya no pudo accederse a la ciudad ni al sepulcro de Cristo. Una causa mayor fue la fe en Jesucristo de los que se aventuraban a la misión, morir por Él era conquistar un puesto en el paraíso, ya que había indulgencia como recompensa.
La primera cruzada se sitúa del año 1095 al 1099 decidida en el concilio de Clermont por el papa Urbano II. La promesa en su predicación era la remisión de pecados y amnistía general. Era considerada también la cruzada popular por la gran participación de pobres de varias naciones que emprendieron camino, en Nicea fueron exterminados por turcos. Luego avanzaría la cruzada señorial de cuatro ejércitos, en su mayoría franceses de distintas regiones. Se señala por la batalla de Dorilea y el sitio de Antioquía, dio por resultado la conquista de Jerusalén y la creación de un reino latino en el mismo Jerusalén y para defenderle se organizaron ordenes de monjes soldados: los hospitalarios de San Juan de Jerusalén; los templarios, caballeros del Temple; y los caballeros teutónicos.[2]
De 1146 a 1149 se encuentra la segunda cruzada, por el papa Eugenio III, que se emprendiera para auxiliar a los franceses de Palestina, amenazados en Jerusalén, con los mismos premios espirituales, tuvo por capitanes al rey de Francia, Luis VII el joven, y al emperador de Alemania, Conrado III, convencido por San Bernardo. La expedición dio por resultado un desastre en Asia Menor, el asedio inútil de Damasco en 1149,[3] se justificaba en la indignidad de los cruzados.
La tercera cruzada de 1189 a 1192, convocada por Gregorio VIII y Clemente III, que fue provocada por la toma de Jerusalén por Saladino, sultán de Egipto, y tuvo por jefes al emperador Federico Barbarroja, el rey de Francia, Felipe Augusto y al rey de Inglaterra, Ricardo Corazón de León. Federico Augusto y Ricardo tomaron a San Juan de Acre, pero Jerusalén quedó en poder de Saladino.[4] Este prometió a los peregrinos a Jerusalén libre acceso y protección, pero el Santo Sepulcro continuaba en manos del islam. Tierra Santa y las Iglesias latinas de Oriente permanecerían un siglo más, y Jerusalén permaneció aún más por el espíritu de los cruzados.
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