Las ideas y las prácticas emancipadoras de la resistencia indígena, negra y parda
Enviado por Kenninson1 • 18 de Mayo de 2020 • Trabajo • 2.910 Palabras (12 Páginas) • 483 Visitas
Las ideas y las prácticas emancipadoras de la resistencia indígena, negra y parda
Analiza el pensamiento guerrero y revolucionario del Cacique Guaicaipuro
Un elemento central en el proceso de formación de las ideas y prácticas emancipadoras originarias, generan doctrinas de momentos determinados con actores políticos revolucionarios que buscan darle forma a un proyecto nación.
Para ello el proceso de formación del pensamiento emancipador se integra con discursos, testimonios, proclamas que van a generar los actores políticos. De esa manera, la idea va a ser la armazón teórica que través de sus convicciones servirán de guía para buscar y hacer frente a las formas de dominación.
En un primer momento el pensamiento emancipador ubicó como su adversario principal al colonialismo, en nuestro caso el español, pero también el francés, británico u holandés.
En un segundo momento la lucha por la emancipación se orientaron por defender el territorio y erradicar a la opresión interna de los sectores oligárquicos (mantuanos) y sus aliados internos (Blancos criollos) y externos (colonizadores). En la tercera fase, ese mismo pensamiento emancipador, identifica la hegemonía de los históricos imperios coloniales.
En este sentido el pensamiento y práctica emancipadora de nuestros indígenas, pero también de los esclavos negros y pardos, surge como un pensamiento y movimiento alternativo ante las opresiones sufridas por la clase dominante colonizadora española, señala el filósofo argentino Hugo Biagini, que estos pensamientos “irrumpen en respuesta a la globalización neoliberal, enarbolada como una modalidad irreversible por los estratos dominantes y hasta por posturas claramente progresistas.”
Diversos has sido los actores protagonista de procesos revolucionario, desde tiempo de la primera república, que han logrado gestar un pensamiento, un movimiento y lucha emancipadora. Podemos nombrar algunos: Guaicaipuro, Baruta (hijo de Guaicaipuro), Chacao, Tamanaco, Naiguatá, Guaicamacuto, Aramaipuro, Paramaconi, Chicuramay entre otros desde la lucha indígena, pero desde la rebeliones de los negros (esclavos) y pardos están: el Negro Miguel, el Negro Andresote, Juan Francisco de León, José Leonardo Chirinos, José Caridad González, Pedro Camejo “Negro Primero”, por nombrar algunos, e indudablemente desde los mantuanos El Libertador Simón Bolívar, que desde su “Juramento en el Monte Sacro”, se adhirió a un proyecto emancipador que cumplió a cabalidad y que fue inspirado por Simón Rodríguez (Robinson) y seguido por Ezequiel Zamora.
Cuando hablamos de la emancipación, nos referimos a la liberación contra un dominio u cualquier otro tipo de subordinación en busca de una independencia y desde este sentido desde la llegada de Cristóbal Colon y la conquista armada nuestros pueblos originarios lucharon para no desaparecer y defender sus tierras, en Venezuela el principal protagonista y referencia fue nuestro héroe Guaicaipuro, quien sostuvo una tenaz lucha contra el invasor español y su tecnología armamentista de la época que jugó papel importante en el exterminio de varios valientes grupos de indígenas.
Conocer la gesta heroica y emancipación del Cacique Jefe de Jefe “Guapotori”, es hablar sobre la valentía desde la práctica de todos los pueblos indígena de Venezuela, El llamado cronista de los Teques, Salvador Aguilar, en su obra “Guaicaipuro, La Leyenda”, habla de este líder desde un conjunto de anécdotas y perspectiva heroica., cuenta que Guaicaipuro fue guerrero de confianza del gran Cacique Catuche y luego de su muerte asumió el cacicazgo a temprana edad, gobernaba a las tribus de Los Caracas y Los Teques, ejerciendo directo control sobre los seis caseríos.
Desde ese momento afrontó el rol de proteger sus tierras y gente contra toda amenaza, una de sus grandes proezas que siendo muy joven logró unificar a varias tribus y a los difíciles grupos arawakos y sectores de filiación lingüística independiente para erradicar la conquista española y su historia bélica.
Estas conquistas comenzaron como las del siglo XIX y XX. para robar las riqueza de los pueblos, los españoles una vez enterado del oro en tierras indígenas, enviaron a un traidor de su pueblo, el Capitán Francisco Fajardo, indio mestizo nacido en la Isla de Margarita y que desde El Tocuyo salió con gente y ganado para iniciar la conquista del centro.
Más tarde junto a Juan Rodríguez Suárez, Teniente General de la Provincia de Caracas buscan pacificar a Guaicaipuro venciéndolo en las batallas de San Pedro y La Quebrada.
Pero en Catia, Guaicaipuro ordenó un ataque como gran líder y estratega que se caracterizó y envía al cacique Paramaconi, para acabar con el traidor Fajardo y otros que intentaron refundar esa zona con el nombre de Villa de San Francisco.
Luego de esto creó esa famosa alianza estratégica de todos los caciques de la región quienes por años fueron triunfadores en diversas batallas y llevó la paz a sus tierras y hermandad en su pueblo, la unidad y valentía marcó el legado y respeto entre todos los que lo acompañaron.
Tiempo después el conquistador español Diego de Losada ordenó su captura en intento de apoderarse de sus tierras Guaicaipuro perdió su oportunidad de liberar a Venezuela y expulsar por completo a los españoles de sus tierras en Maracapana, esta batalla fue clave porque participaron todas las tribus aliadas.
Luego de esa dura derrotada en forma contundente, desmoralizada la gran unidad o polos indígenas y esta desaparece entrando el virus histórico de la traición, ya que indígenas pacificados (dominados, domesticados), junto a representantes colonizadores y usurpadores de tierra, llegaron a la vivienda del cacique en donde murió sin aceptar una rendición y prefirió seguir luchando hasta el final, atrapado en llamas dentro de su choza.
Son varios los autores de diversas corrientes ideológicas que han coincidió sobre el respeto que infundió Guaicaipuro después de su muerte, según Luis Beltrán Acosta “La descripción que hace Oviedo y Baños, y que ha sido repetida por la mayoría de los estudiosos del nuestro Gran Cacique, es patética, al hablar de la conducta de los españoles, luego que asesinan a Guaicaipuro:... su nombre fue siempre tan formidable a sus contrarios, que aún después de muerto parecía infundía temores su presencia.”
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