Leones, cazadores e historiadores
Enviado por carlos_marx • 5 de Diciembre de 2014 • 1.249 Palabras (5 Páginas) • 229 Visitas
Leones, cazadores e historiadores.
Después de la caída del mundo hemos entrado en un proceso de globalización en donde todo vale y en donde el sentido de pertenencia cada di es menor, los pueblos se dispersan y no existe oposición alguna al único sistema económico que reina en todo el mundo, se han pisoteado los derechos sociales más elementales, se ha homogenizado la cultura y nuestras raíces olvidando a las minorías, y en esa afán por incluir a todos se excluye a los de siempre, la historia no se exenta de eso y la siguen contando los cazadores.
Cuando se realiza esta publicación por parte de Hugo Achugar, es más que entendible la desazón con la que impactan sus letras, el salir de esas dictaduras latinoamericanas tan monstruosas no divisiva precisamente un cambio para bien en los pueblos de nuestro continente, la llegada de gobiernos de izquierda, progresistas han impactado a favor la realidad de nuestra gente, se ha fortalecido la idea de la patria grande, pero en muchos casos siguen siendo los desclasados de la historia los que tienen cabida en este sistema.
“Se ignora la producción latinoamericana o, en el mejor de los casos, se procede a analizar América Latina como un conjunto homogéneo derivado de un pasado histórico colonial supuestamente común en lo esencial con India, África y otras regiones del planeta”
Esto como resultado de una mala concepción de lo que es América latina, los grupos indígenas a pesar de recibir grandes beneficios siguen estando en el olvido del gran capital, no representan la vanguardia de los objetivos primordiales de los gobiernos y como se menciona, se homogeniza a los estados y a la historia, desplazando asi las luchas de nuestros pueblos, convirtiendo la renovación en una eurocéntrica.
“América Latina es uno de los campos de batalla en donde los distintos sujetos combaten por la construcción de su proyecto en función de sus particulares memorias”
Por esa misma razón resulta de suma importancia las valoraciones en cuestión de unificación, nuestros pueblos somos uno, es indudable, negar que tenemos mucho en común, que hemos sufrido lo mismo, que adolecimos de dictaduras criminales y que luchamos enérgicamente contra la represión también, pero y después que sigue, cada uno de nuestros pueblos es distinto, con una formación histórica muy peculiar, hablar de las inmigraciones de nuestros estados hacia las potencias capitalistas ha deformado nuestra identidad, pero nuestras necesidades son las mismas, y nuestros pueblos siguen ahí.
Pues no podemos olvidar de dónde venimos, vamos a reconstruir nuestro futuro a través de nuestro pasado colonial, está bien, claramente no podemos olvidar en ese sentido nuestras necesidades prácticas, trescientos cincuenta años de conquista han diluido y formado un estado, pero que pasa si solo reivindicamos a nuestros antepasados liberadores de la colonia, representan nuestra liberación, pero y que pasa con nuestros próceres, ¿somos o de aquí o de allá?
“En ese sentido, la construcción que se propone de América Latina, dentro del marco teórico de los llamados estudios postcoloniales, parecería apuntar a que el lugar desde donde se habla no es o no debería ser el de la nación sino el del pasado colonial.”
Entonces cuando hablamos de esta necesidad no solamente de marcar una historiografía que abarque a todos, a los menos desprotegidos, y es que se escribe mucho sobre el despertar de América Latina y muy a menudo se habla de revolución, cuando no se discute directamente sobre las estructuras feudales que estarían todavía presentes en el ámbito social. Para determinar el peso efectivo de los acontecimientos latinoamericanos, su naturaleza y finalidad social, es necesario saber definir las grandes líneas de la evolución histórica del subcontinente.
Fieles al determinismo sabemos que no sucede nada en el presente que no esté condicionado por acontecimientos de un pasado, a veces remoto. La generación espontánea,
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