Los Criollos
Enviado por 1343idjwifr • 11 de Junio de 2013 • 2.082 Palabras (9 Páginas) • 499 Visitas
El 18 de febrero de 16511 fue un día terrible para la ciudad de Santiago de Guatemala, comenzó a retumbar el suelo y a sacudirse violentamente, con los temblores siguientes pues los hubo de día y de noche durante más de un mes.
La plaza mayor de la ciudad era de festividades y regocijos se convirtió en escenario de lamentaciones.
Entre la muchedumbre que se aglomeraba, por aquellos días en los atrios se hallaba un niño que no olvido jamás las impresiones del terremoto y que cuarenta años más tarde, iba a recordarlas en las páginas de una célebre crónica: “…en el atrio de san francisco, siendo yo de ocho años de edad a la sazón, me acuerdo haber visto muchas personas… confesar sus culpas a voces.
Su infancia debe haber transcurrido, de los temblores, en un ambiente regalado y seguro. Allí estaba los padres y los abuelos para velar su bienestar, allí estaba los sirvientes y el esclavo negro de además sencillo y servicial.
I
El los veía casi a diarios en el zaguán, sudorosos y jadeantes descargar de sus espaldas la leña, los granos, las legumbres, la leche, la panela y muchos otros bienes sin los cuales la existencia no habría sido todo lo agradable que en realidad era.
Algunos de esos bienes no eran solamente traídos por los indios desde lejos, sino que habían sido cultivados por ellos mismos en la hacienda de los padres de nuestros héroes, resultara tan difícil comprender el desprecio que los mayores recomendaban para estos seres descalzos y raídos, que olían a sudor.
Para la lógica de un niño nadie viene al mundo con una conciencia de clase ya formada; en el curso de los años, según va siendo reconocidos como propios los intereses del grupo social que se vive.
Llegando a la madurez se aficiono por las letras y escribió una riquísima y extensa crónica del reino de Guatemala en el siglo XVII. En ella dejo plasmadas, sin que fuera esa su intención todas las formas de conciencia propias de su clase social.
II
Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán fue descendiente de los conquistadores y primeros migrantes españoles de Guatemala, por la línea materna su familia entroncaba con el célebre soldado y cronista Bernal Díaz del Castillo. Por la rama paterna con Rodrigo de fuente: un colono que las arreglo para enlazar a sus descendientes con las familias más poderosas de la ciudad. En la genealogía de nuestro nombre aparecen los Alvarado, los Bacerra, los chaves Castillos, Polancos, Villa creces y cuevas. Pero como las espadas de los conquistadores no se habían dañado en sangre vanamente, sino con el fin de poner a las sociedades indígenas bajo el dominio de los nuevos amos.
El viejo arraigo de sus familiares en el ayuntamiento de Guatemala lo llevo a ocupar, desde la temprana edad de dieciocho años. Don Antonio, adquirió en ellas un amplio conocimiento del país. También influyeron en la configuración de su mentalidad.
Era aquella una extensa llanura con veintisiete lenguas de tierra de cultivo y trece pueblos de indios distribuidos a convenientes distancia. Había en el valle dieciséis labores de trigo y ocho maravillosos y opulentos ingenios de azúcar pertenecían a órdenes religiosas.
Se está viendo, pues que Fuentes Guzmán no era solo un descendiente de conquistadores, sino que además, un heredero de la conquista. Es muy importante comprenderlo: la herencia de sangre y la herencia de poder aunque generalmente marchaban juntas, no eran una misma cosa. En la sociedad colonial hubo un grupo de familias en las que, como en la de don Antonio se conserva sin mestizaje la sangre de los dos conquistadores y primeros pobladores españoles. Al mismo tiempo esas familias poseían tierras, disponían del trabajo de los indios para hacerlas productivas, y controlaba ciertos puestos de autoridad recibidos
De sus antepasados, por una parte una herencia biológica constituida por ciertas características raciales, y otras parte una herencia económica y política de propiedad u autoridad.
PERJUICIO DE SUPERIORIDAD
Cual de eso dos legados compactaba al grupo haciendo de él una entidad histórica definida; cuál de esas dos herencias le daba cohesión a la clase social.
El problema de averiguar quién era Antonio de Fuentes y Guzmán, representativo de un grupo social.
III
Fuente y Guzmán “sentía la tierra como un criollo” y el propio cronista se da ese apelativo en varias oportunidades “criollos como nos llaman”. La palabra criollo designaba a los hijos de españoles nacidos en América sin ningún mestizaje.
Se empleo primeramente referida a los hijos de los conquistadores y primeros pobladores, sin embargo la constante inmigración de españoles a las provincias le fue dado nuevos matrices de connotación a la acepción primitiva.
No era lo mismo ser un criollo nuevo que un criollo de viejo abolengo indiano, porque los descendientes de conquistadores no querían ponerse en un plano de igualdad con los hijos de aventureros recién llegados. Estos aventureros sin embargo, sostenían que su inmediata procedencia de España valía más que cualesquiera abolengos, y le daba a la palabra criolla un tono decididamente despectivo. Los criollos a su vez preferían llamarse a si mismo españoles.
Pero el concepto de criollismo no se agotaba, ni mucho menos, en una trivial cuestión de nacionalidades. Todos los matices señalados tenían un fondo común importante: que el origen español acarreaba superioridad frente a los sectores indígenas y mestizos.
Entre indios y mestizos, por otro lado era evidente cierto atraso en cuanto a desarrollo intelectual y de habilidades coincidían, pues ciertos rasgos raciales conciertos niveles de desarrollo humano; y de allí deducían los criollos, sin tomarse más trabajos, una relación de causa y efecto: los blancos eran superiores porque eran blancos y los indios eran inferiores porque eran indios la efectiva superioridad de los blancos sobre los indios y los mestizos en el contexto de la sociedad colonial.
IV
Recordemos que la conquista de América fue el triunfo de unos cuantos grupos de aventureros, organizaciones indígenas que Vivian a lo largo de inmensos territorios, el descalabro que sufrieron grandes sociedades es como la mexicana y la peruana digamos los pequeños cacicazgos de Guatemala.
Negar la superioridad de los conquistadores sobre los indígenas es una necedad aun más grande que atribuirla a motivos de sangre, fomenta la creencia de que sus sojuzgamiento fue un fenómeno determinado por causas biológicas.
Los prejuicios racistas y los perjuicios sentimentales, juzgando a estos últimos tan perjudiciales como aquellos.
A
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