Los Diablos De Teloloapan, Gro.

Los Diablos

Sin precisar mes ni año, según la historia oral, los diablos aparecieron en la Ciudad de Teloloapan un 16 de septiembre, en tiempos de la insurgencia.

Para precisar un poco más, fue la gente del Gran Insurgente, Pedro Ascencio Alquisiras, quienes, idearon la máscara imaginaria del diablo, luego la pajuela, lo que actualmente llaman chicote. Este se revolea al aire y se jala y produce una especie de trueno como cohete o balazo.

La indumentaria: Una terrible máscara de diablo, así como también una piel de trigrillo, gato montés, coyote, zorra u ocelote con la cual cubrirá su cabeza; igualmente va enfundado en una bonita cuera de gamuza que le cubre desde los hombros hasta las extremidades inferiores; lleva también guantes de gamuza, pantalón y botas del mismo color de la cuera; además porta en la diestra, un largo y bien tejido chicote de lazo de ixtle que remata en una delgada y tronadora 'pajuela'. Así que el individuo, con máscara, cuera y chicote se convierte en un auténtico diablo que impresiona por su indumentaria y el el chicote que hace tronar.

Así que al inicio de lo que ahora es tradicional, una caterba de diablos hizo su aparición en Teloloapan. Sus moradores, gente humilde pero respetuosa, pero además superticiosa y creyente de Dios y también del diablo, cuando vieron estos infernales personajes, corrian aterrados con el rostro demudado por el miedo. Pensaban que el dia del juicio anunciado habia llegado. Hombres, mujeres y niños se encerraron "a piedra y lodo" rezando todas las oraciónes y quemando reliquias para auyentar a los espíritus malignos. Pero al cabo de varias horas, la noticia cambió de rumbo, pues los fatídicos diablos eran hombres, hombres de carne y hueso; eran los guerrilleros, gente de Pedro Ascencio Alquisiras. Estos, con sus enemigos, eran implacables, tremendos y lo mismo con los ricos a los cuales les quitaban parte de lo que tenían, pero todo era para la causa pues de alguna forma tenian que atraerse recursos para sostener a la gente y para adquirir armamento y parque.

Ahora, ya no espantando ni quitando nada a nadie, sino jugando con el público, principalmente con las muchachas a las que impresionan con su "ja,ja,ja,ja", recorren las calles de la ciudad a partir del 16 de septiembre y todos los días de esa semana por las tardes, ofreciendo con su mano izquierda florecillas o un pequeño regalo a las señoritas que los admiran.

Hace varias décadas se agregaban a Los Diablos, un jóven disfrazado de 'apaches' y otro de complexión delgada portaba el disfraz de la muerte en cuyas manos empuñaba la pavorosa 'guadaña'. En la actualidad estos personajes han desaparecido y a cambio ahora acompaña a Los Diablos en sus recorridos un jóven disfrazado de 'mujer marota' que son sus payasadas es el hazmereír de los presentes.

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