Los Hijos De La Malinche

“Los hijos de la Malinche” es el IV capítulo del ensayo El laberinto de la soledad, escrito por Octavio Paz, que recibió el premio Nobel de literatura en 1990.

Analiza como la extraña forma de ser del mexicano impacta en las sociedades. Así, desde el principio de la conquista, todo fue muy hostil y devastador. Su identidad se forje con características como sumisión, traición, frustración y hermetismo. Actualmente, el mexicano se sitúa entre dos sentimientos: por una parte no se sienta parte de su pasado prehispánico y por otra parte rechaza la integración de la cultura española. Por fin, no quieren ser indios y tampoco quieren ser españoles. Eso puede ser la manifestación del pasado tan complejo que caracteriza la historia mexicana.

Así, hay en la historia un ejemplo destacable que fue la “Malinche”: personaje caracterizado por traición nacional, que se sometió a la autoridad de los españoles. La ruptura entre la antigua cultura es vivida como una traición de parte de los indios que se sometieron. Ahora, un “Malinchista” hace referencia a la gente que tiene deseos extranjeritas y que, de hecho, son responsables por la abertura de México al exterior: así se manifiesta también el hermetismo de los mexicanos.

La identidad tan especial de los mexicanos ha permitido la aparición de un lenguaje secreto y prohibido, con palabras que tienen una “doble vida” y que pueden, de vez en cuando luminosas y sino, oscuras. Este lenguaje refleja la ambigüedad de la propia identidad mexicana y les permiten reconocerse entre extraños y afirmarse. Por ejemplo, el verbo “Chingar”, es nacionalmente conocido y tiene un sin número de connotaciones y significados. Al origen, viene del grito de Independencia “Viva México, hijos de la chingada” donde la chingada es la Madre en un sentido mítico. Según el país, el tono de voz, el contexto, “chingar” puede significar alcohol, beber mucho, un fracaso, violencia (te chingas, ya te chingue) y por otro lado también puede significar éxito, autoridad o “macho” (el chingon). A pesar de eso, siempre hay la idea de agresión y eso es muy ligado con la identidad del mexicano. “Para el mexicano la vida es una posibilidad de chingar o de ser chingado. Es decir, de humillar, castigar y ofender. O a la inversa”. Como consecuencia, la vida es un combate y esta concepción de la vida social lleva a la división de la sociedad en fuertes y débiles… en indios o españoles.

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