Los Tres Cochinitos

Había una vez tres cerditos que eran hermanos y vivían en un amplio bosque que estaba lleno de hojas verdes claro, ellos vivían en el centro del bosque por como siempre en un lugar muy bonito había algo de maldad, en el bosque habitaba un feo y gran lobo feroz con aliento a cañería y unas terribles garras que parecían puntas de lanzas y unos colmillos que no se veía que se acabara su filo , el lobo feroz trataba de comer a los cerditos ,pero un día los cerditos se fastidiaron del lobo y decidieron construir unas casitas .El hermano pequeño era flojo y débil y como quería ir a jugar antes decidió hacerla de paja .El hermano del medio era más listo que pequeño pero como vio a su hermanito pequeño que estaba jugando se apuró e construyo su casa con ramas, pero el hermano mayor se esforzó y construyo su casa con ladrillo tardo mucho más que los demás y cuando la acabo suspiro y dijo verán lo que le hará el lobo a sus casas por no hacer el trabajo como se debe –rio el hermano grande - mientras los otros se divertían jugando.

El lobo escondido entre las sombras se acercó en silencio al hermano pequeño el grito seguidamente de ese acto el cerdito corrió a su casa a esconderse y el lobo soplo como como si fuera una tormenta y la casa se derrumbó , el hermano menor fue corriendo como si no hubiera mañana a la casa de su hermano del medio y le dijo que el gran lobo feroz lo perseguía y los dos cerditos se refugiaron en la casa de ramas , unos segundos después el lobo llego y soplo como si fuera un huracán enfurecido y la casa se derrumbó .Los dos cerditos corrieron muy asustados a la casa del hermano mayor a pedir ayuda y antes que los dejara pasar les dijo: se los dije ,el hermano mayor dijo que serraran las ventanas y la puerta con seguro ,pocos segundos después llego el lobo y soplo con la fuerza de mil tornados hasta quedarse sin aliento ,y se le ocurrió entrar en la chimenea ,los cerditos escucharon los pasos en el techo así que prendieron la chimenea ,y el lobo bajo por ella y cayó en el fuego y salió huyendo como pudo y nunca se supo más del lobo.

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