Los orígenes de la Revolución Francesa de Jacques Godechot
Enviado por p8c7 • 27 de Junio de 2014 • Ensayo • 2.610 Palabras (11 Páginas) • 299 Visitas
Los orígenes de la Revolución Francesa de Jacques Godechot es una obra indispensable para el análisis de las causas del proceso revolucionario ocurrido en Francia en 1789. La Revolución Francesa es el modelo de revolución liberal-burguesa que supuso la descomposición de la sociedad estamental característica del Antiguo Régimen, la abolición de los privilegios nobiliarios y eclesiales, el paso de un régimen monárquico absolutista a un sistema parlamentario y la imposición de los ideales de la Ilustración (libertad, igualdad y soberanía nacional). La importancia de la obra de Godechot radica en el hecho de que es uno de los textos cumbres de la historiografía relacionada con este acontecimiento. Este autor francés representa la corriente de pensamiento que trata de sintetizar todas las conclusiones extraídas por los estudiosos del proceso de revolucionario, desde los contemporáneos hasta los autores marxistas que entendían la Revolución Francesa como una lucha de clases en la que el Estado burgués acabó con las estructuras feudales francesas.
La Revolución Francesa ha sido un periodo que se ha interpretado de muy diversas formas. Parece ser que el único punto en común que tienen todos los historiadores que realizan estudios acerca de este acontecimiento es la naturaleza de sus repercusiones, de las cuales se pueden destacar dos: la Revolución Francesa dio pie a las revoluciones liberales del siglo XIX que cambiaron por completo el panorama político de Europa y América, y la Revolución Francesa inaugura la modernidad y sienta las bases de los regímenes políticos constitucionales de la actualidad.
Junto con Robert Palmer, Godechot representa la visión sintética acerca del estudio de este acontecimiento. Estos historiadores pretenden realizar una interpretación total y entienden la Revolución Francesa como un proceso que se enmarca en otro más amplio bautizado como “Revolución Atlántica”. Esta teoría englobaba otros movimientos como la Revolución Americana de 1776, la Revolución Bátava de 1781 o la Rebelión Irlandesa de 1798.
Entre las causas sobre la Revolución Francesa de las que habla, destaca, además de la influencia de los intelectuales de la Ilustración, la crisis política del reinado de Luis XVI o los desajustes sociales evidenciados en el enfrentamiento entre la aristocracia y la burguesía, el colapso financiera sufrido en Francia a finales del sigo XVIII. Los impuestos que la población francesa pagaba eran insuficientes para cubrir la deuda del Estado. Además, únicamente el Tercer Estado estaba sometido al fisco (el diezmo a la Iglesia y la talla al Estado). El intento de crear un impuesto general que afectase también a la nobleza desencadenó el proceso revolucionario.
1. Introducción (reseñamos de esta primera parte solamente la clasificación* que demuestra como el período entre 1770 y 1850 fue de múltiples revoluciones, lo demás ha sido estudiado en otros libros más monográficos).
-Hemos de apuntar dos nuevas interpretaciones en referencia a los estudios sobre la Revolución francesa. Lo primero, no puede ser considerada como un fenómeno particular, aislado, nacional, sino que constituía el episodio, sin duda el más importante, de una gran revolución que agitó a todo el Occidente –y que incluso alcanzó en su desbordamiento el mundo oriental- durante tres cuartos de siglo, desde 1770 a 1850.
-En el fondo no nos resignamos a reconocer una cierta “influencia”, sobre Francia, de la emancipación de las colonias inglesas de América- hecho que, las más de las veces, no se calificaba de “revolución”-. Primero llegaron las revoluciones burguesas a nivel mundial, pero sobre todo en occidente, después llegarían las socialistas en oriente.
-Otra gran idea fue expuesta por Marx: la nueva distribución de las riquezas desde la Edad Media, había supuesto sucesivas pequeñas revoluciones, hasta llegar el momento en que la burguesía, y luego el proletariado, habrían de tomar el control de las riquezas y por tanto del poder.
*Para comprobar que el período comprendido aproximadamente entre 1770 y 1850 es un período revolucionario, basta presentar una serie de hechos que lo demuestran con gran elocuencia: de 1770 a 1783: Revolución americana, formación de la República de los Estados Unidos (con un gobierno constitucional, liberal y el más democrático de los conocidos hasta aquel entonces); de 1780 a 1783: Tumultos revolucionario en Irlanda e Inglaterra; de 1783 a 1787: Revolución de las Provincias Unidas contra el estatúder con aspiraciones a rey hereditario. Movimiento contra el que se oponen Inglaterra y Prusia; de 1787 a 1790: Revolución en los Países Bajos austríacos, cuyas reformas estuvieron dirigidas por José II; de 1768 a 1782: Revoluciones democráticas en Ginebra, que fracasan una y otra vez; 1781: Movimiento revolucionario en Suiza; de 1772 a 1789: el rey de Suecia se alía con los burgueses y campesinos contra la nobleza; de 1787 a 1815: Revolución francesa ;de 1788-1794: Revolución polaca; de 1792 a 1795: vuelve a estallar la Revolución belga, esta vez con ayuda de Francia ;de 1792 a 1801: revolución en la Alemania renana con la ayuda del ejército francés ;de 1796 a 1799: revolución en los diversos Estados italianos ;de 1797 a 1801: el ejército francés lleva los “grandes principios” de la Revolución a las Islas Jónicas, Balcanes, Malta, Egipto y Siria; de 1805 a 1815: los “grandes principios” son aplicados en Europa Central, Polonia España, Portugal e incluso Rusia; de 1810 a 1825 revolución y emancipación de ciertas colonias Sudamericanas; 1848: “La Primavera de los pueblos”
-Al este del Elba, el régimen señorial se basaba en la pertenencia de la tierra total y realmente al señor. Los campesinos sometidos a servidumbre no eran jamás propietarios ni tenentes, estaban “ligados a la gleba”. En la Europa oriental no había un aristócrata francés ni un barón napolitano, como tampoco había una burguesía desarrollada. Las ciudades, escasa y poco pobladas, eran, en su mayor parte, sólo grandes mercados.
- Al oeste del Elba, por lo general, el arrendamiento o el colonato, el régimen feudal y señorial era lo que primaba. En América sobresalía el régimen de negros o indios forzados a trabajos intensivos. Desde 1750 asistimos en toda la Europa Occidental a los inicios de una verdadera “revolución industrial: los talleres de artesanos son cambiados por “grandes manufacturas” y en las máquinas de vapor se ponen en funcionamiento. El uso del carbón mineral por el vegetal es otro adelanto. Todo trae como consecuencia la concentración industrial y de capital en manos burguesas o nobles.
-Demográficamente hablando, Europa da un impulso de gigante: de 119 millones a principio de siglo a 190 a finales. En Inglaterra de 5 a 9 millones y en
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