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“Las telenovelas como un problema social”

“El término telenovela refiere al género de la literatura producido para televisión que narra historias irreales basadas en hechos reales que pasen en la vida diaria de la sociedad, y que posee un alto contenido melodramático.” (Gonzáles)

La primera telenovela fue basada en una radio novela cubana la cual llevaba por nombre "El Derecho de Nacer" en el año 1950. En Cuba ya eran bastante populares las radio novelas en aquella época y a partir del éxito producido por "El Derecho de Nacer" una gran cantidad de países latinoamericanos tomaron la iniciativa de producir telenovelas, ya que debido al éxito de esta primera, las casas productoras quisieron ganar audiencia. El género surgió principalmente como experimento y resultó ser un gran producto televisivo que hoy por hoy llama la atención a la gran mayoría de los televidentes.

En sus inicios y aún en la actualidad, algunas de las telenovelas son televisadas en episodios diarios, tienen una secuencia lineal, generalmente con una hora de duración, y que al tratarse de episodios consecutivos, la idea central es acaparar la atención del televidente en la historia que se presenta. Desde un principio las telenovelas desarrollan un gran contenido romántico, donde el denominador principal es el profundo amor que sienten los protagonistas el uno por el otro y la gran lucha de ambos, por vencer los obstáculos que intentan separarlos.

Al pasar del tiempo, la forma de hacer o producir telenovelas ha sufrido una serie de cambios que implican transformaciones marcadas por la cultura y las características de lugar y época. Se puede llegar a decir que en la actualidad las telenovelas además de pertenecer a la televisión y formar parte de uno de sus géneros más populares que alcanzan mayores niveles de audiencia mundialmente, ha llegado a convertirse en una herramienta publicitaria, ya que es utilizada para promocionar todo tipo de productos y ellas por sí mismas se han convertido en producto que el público además de verlas, adquiere.

Las telenovelas se convirtieron en un espacio recreacional, cultural, que define razas, culturas, religiones e ideologías; y a su vez, uno de los medios publicitarios más populares de la industria televisiva.

Partiendo de esto podemos decir que las telenovelas son producciones muy criticadas por su contenido ya que gracias éste, las personas comienzan a tomar malas actitudes y comienzan a perderse ciertos valores inculcados, por ejemplo el respeto, el amor, la honestidad, entre otros.

Por principio de cuentas, las telenovelas son colocadas en la programación de mayor concurrencia por los televidentes, por lo tanto una de las cosas que más se intenta hacer, es vender productos, así que los productos anunciados son específicos para el público el cual podría llegar a consumir los productos que se promocionan en dichas producciones y que a pesar de no ser tan buenos y de carecer de importancia en este espacio son publicitados con una gran cantidad de virtudes para que de esta forma el producto llegue a interesarle al televidente y lo consuma.

De acuerdo con lo que nos dice Zygmunt Bauman, en su teoría “modernidad líquida”, puedo decir que las telenovelas forman parte de una gran influencia social, dentro de una sociedad líquida, valga la redundancia, ya que la sociedad en la que actualmente vivimos se ve sujetada a las cambios y a la influencia de ciertos factores que hacer a la sociedad, una sociedad cambiante, una sociedad que se ve influida en este caso con las telenovelas, ya que las personas llegan a imitar desde la vestimenta, hasta el modo de hablar de los personajes.

Entrando más al tema, se puede decir que uno de los aspectos que más llama la atención al público televidente es la forma en que se muestra el marcado estereotipo entre las personas inmersas en esta producción, por ejemplo: la familia perfecta, la familia disfuncional, el hombre perfecto, la mujer perfecta, el bueno, el malo, la persona que sufre; así como también se presenta al rico y al pobre. Se puede decir que la mayor parte del tiempo, el auge de las telenovelas es originado tal vez por el morbo que puede llegar a crear la desgracia ajena en la vida del espectador o en algunos casos llegar a sentirse identificados con algunos de los casos, pero en gran mayoría, el disfrute del dolor ajeno es una de las causas por las cuales el espectador se convierte en un fiel seguidor de dichas producciones.

Retomando las tesis de Marx, las telenovelas hacen que la gran mayoría de las personas se hagan una concepción distinta de la realidad, ya que creen que lo que se presenta en dichas producciones es cierto y comienzan a actuar de manera distinta imitando actitudes, estilos de vida; así como el vocabulario, pues agregan palabras utilizadas o mal utilizadas para referirse a objetos, personas etc. que aunque no nos demos cuenta o no le tomemos importancia, influyen en gran cantidad en la forma de comunicarnos con las demás personas, afectando así a gran escala la comunicación intrapersonal, las cuales adoptan y las hacen parte de su hablar cotidiano; y en algunos casos hasta la pérdida de la moral.

Es aquí cuando los televidentes, dejan a un lado la realidad, para introducirse en un mundo de mentiras, pues es lo que realmente pasa en las novelas, todo es una farsa preparada para divertir y entretener al público, pero dicha diversión muchas veces llega a perjudicar a la sociedad, pues al imitar lo que se hace en las telenovelas, podemos llegar a tener una gran pérdida de valores ya que se adoptan malas costumbres; por ejemplo los jóvenes llegan a faltarle el respeto a los padres, toman ideas sobre el suicidio, las drogas, el alcoholismo, el sexo y otros vicios que dañan su salud; así como el fomento a la delincuencia. Pues al ser una producción meramente para diversión hacen recreaciones de hechos violentos y cuestiones antes mencionadas, las cuales las personas buscan imitar perdiendo el respeto, el amor, la honestidad y muchos valores más que nos han de inculcar desde niños, pero que perdemos con tal de encajar en una sociedad sumamente

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