MARGARITA MAZA DE JUAREZ EJEMPLO DE MUJERES MEXICANA

Margarita Maza de Juárez

Cuarenta y cuatro años, ocho meses y tres días duro la vida de Margarita Maza de Juárez, la matrona oaxaqueña que fuera fuente de amor eterno del Benemérito de las Americas, el licenciado Don Benito Juárez García.

Nació el 29 de marzo de 1826 en el opulento hogar que en la ciudad de Oaxaca había formado el emigrante genovés Antonio Maza y su esposa la oaxaqueña Petra Parada de Maza.

La esmerada educación de los Maza; su apego a los principios de la moral cristianan; el conocimiento del amor al prójimo y de la caridad para los necesitados formaron el adorno proverbial de margarita quien volcaba su trabajo en pro de los necesitados, los enfermos, los huérfanos y los desnutridos. Piadosa como pocas, combatía los pecados capitales y reprochaba, la guía y sus abusos; la mentira y la soberbia.

En su hogar trabajaban, en calidad de criados de confianza, Tiburcio Maldonado y su esposa Josefa Juárez y desde que vio la primera luz advirtió cerca de esta a su hermano Benito, estudiante dedicado de latín y de jurisprudencia, con veinte años mas que ella y de distinta raza.

Su sensibilidad la llevo a estimarle a quererle y cuando llego el 31 de julio de 1843, se unieron en leal e indisoluble matrimonio. Ella, presintiendo el valer del padre de sus hijos; el, admirando la noble ingenuidad, la amplia virtud de la madre de sus hijos.

Margarita se acostumbró a respetar y admirar la firmeza de los principios liberales de su esposo; a no interferir ni contrariar el derrotero de su vida pública y a cuidar la felicidad de su hogar, con un solo pensamiento: compartir junto con el penas y alegrías, angustias y victorias.

Con el triunfo del gobierno liberal, Juárez y los suyos llegaron por primera ocasión a regir los destinos de la patria desde el palacio nacional.

La esposa amante fue la primera dama de México; cumplió con sus funciones filantrópicas pese a las penurias de aquellos años. Al confirmarse la guerra con Francia organizo la ayuda para los hospitales y en unión e la esposa del ministro de guerra y de sus hijas mayores, calladamente se apresuraron a hacer vendas y formar comités de damas en Puebla, en Toluca y otras ciudades importantes de la Republica que se asociaron en la tarea humanitaria de curar heridos.

Fue la primera Embajadora de México en la Casa Blanca, en Washington, D. C., con el Presidente Jhonson. Quien le brinda asilo en la Cd. De Nueva Orleáns en lo que su esposo Benito Juárez logra consolidar la republica. Después, emprende el viaje de regreso a la ciudad de México.

Margarita y sus hijas, se instalan en el departamento dela planta baja del Palacio Nacional, ella a sus cuarenta y un años, tiñe el cabello blanco y el porte adusto, simpático y grave al mismo tiempo, pero las penas dañaron su corazón

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