MUERTE DE MANUELITA SAENZ
Enviado por 10059952 • 14 de Noviembre de 2013 • 1.136 Palabras (5 Páginas) • 660 Visitas
MUERTE DE MANUELA SÁENZ
Hace 155 años dejó de existir Manuela Sáenz Aizpuru, patriota ecuatoriana reconocida por la historiografía hispanoamericana como heroína de la Independencia de América del Sur. Es conocida también como la «Libertadora del Libertador», pues entre 1822 y 1830 fue la compañera sentimental de Simón Bolívar.
Hija de Simón Sáenz Vergara, español, y de la criolla María Joaquina de Aizpuru, Manuelita Sáenz había nacido en Quito un 27 de diciembre, en 1795 ó 1797 (al respecto hay discrepancia entre las fuentes). Su madre —sobre esto tampoco se tiene certeza histórica— murió el día que nació Manuela o, según otras versiones, dos años más tarde, por lo cual la niña fue entregada al Convento de las Monjas Conceptas (Real Monasterio de la Limpia e Inmaculada Concepción), en el que vivió los primeros años de su vida.
Completada su formación en el convento, pasó al monasterio de Santa Catalina de Siena (Quito), de la Orden de Santo Domingo, recibiendo la clase de educación que en aquellos tiempos se impartía a las señoritas de las familias pudientes de la ciudad. Aprendió a bordar, a elaborar dulces y a comunicarse en inglés y francés, habilidades y labores con las que se mantendría en sus años de exilio en Paita (Perú).
A los 17 años huyó del convento, al parecer, luego de ser seducida por un oficial del Ejército Real. Dos años más tarde, en diciembre de 1816, conoció en Quito a James Thorne, acaudalado médico inglés, veintiséis años mayor que ella, que entonces tenía 19 años. Su padre, por razones de conveniencia, de acuerdo a los usos de la época, pactó su boda para julio de 1817, celebrándose el matrimonio en Lima, ciudad que no conocía las condiciones «ilegítimas» de su nacimiento.
Por tal razón, Manuelita fue inicialmente aceptada en el ambiente aristocrático de la ciudad virreinal, donde se involucró de lleno en actividades políticas, en el marco del descontento creciente hacia las autoridades españolas, situación en la cual las mujeres ejercieron una gran influencia en los círculos virreinales, como ocurría usualmente en todo lo que tenía que ver con la obtención de empleos y cargos para sus padres, esposos e hijos.
Informadas de los acontecimientos en el virreinato, muchas de aquellas damas, entre ellas Manuela, participaron de manera decidida en los movimientos revolucionarios, apoyando la causa de Bolívar en la Nueva Granada y de San Martín en el Perú. Manuela contribuyó decididamente en el cambio del Batallón Numancia, del cual formaba parte su hermano José María, hacia las filas patriotas. José de San Martín, luego de tomar Lima y proclamar su independencia el 28 de julio de 1821, le confirió a Manuelita Sáenz el título de Caballeresa de la Orden “Sol del Perú”.
Manuela regresó al Ecuador en 1821, para reclamar la parte que le correspondía como herencia. El 16 de junio de 1822 vería por primera vez a Simón Bolívar, durante la entrada triunfal del Libertador a Quito. Así describe el momento en su diario: “Cuando se acercaba al paso de nuestro balcón, tomé la corona de rosas y ramitas de laureles y la arrojé para que cayera al frente del caballo de S.E.; pero con tal suerte que fue a parar con toda la fuerza de la caída, a la casaca, justo en el pecho de S. E. Me ruboricé de la vergüenza, pues el Libertador alzó su mirada y me descubrió aún con los brazos estirados en tal acto; pero S. E. se sonrió y me hizo un saludo con el sombrero pavonado
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