Magía Antigua
Enviado por Luviani • 30 de Marzo de 2013 • 17.310 Palabras (70 Páginas) • 573 Visitas
Este episodio sobre Medea de una épica helenística, las Argonáuticas de Apolonio de Rodas (BC principios del siglo tercero), se basa en cuentos populares y mitos antiguos. Medea se encuentra en la misma clase que Circe, y más tarde las edades han marcado la magia de una bruja, pero puede ser una diosa menor de una época lejana, una civilización remota. Ella se ha enamorado con Jason, el líder de los argonautas, le ayuda a ganar el vellocino de oro, y protege a él ya los otros héroes en el camino de regreso a Grecia. En un momento dado se ven amenazados por un monstruo llamado bronce Talos, que patrulla las costas de Creta, donde les gustaría aterrizar. Talos es una especie de robot, él mismo una criatura mágica, a menos que sea un vestigio de una anterior, la raza más poderosa de los hombres. Los hombres de la época heroica son impotentes contra él, pero Medea lo destruye con su mal de ojo y por su conocimiento de la magia ritual.
Este es el más antiguo texto griego existente que describe el efecto del mal de ojo y da una explicación tentativa de las potencias involucradas. Vemos que la magia era, a día de Apolonio, entendida como una ciencia. Apolonio había vivido en Egipto, donde sin duda había tenido la oportunidad de estudiar artes ocultas.
Apolonio de Rodas, Argonáuticas 4.1635-90
Rocky Carpathus los saludó desde lejos. Ellos planeaban cruzar de allá a Creta, que es la isla más grande del mar.
Pero Talos, el hombre de bronce que se rompió o bultos √ de una roca enorme, les impidió atar la cuerda a la tierra, al entrar en el refugio del puerto de Dicte. Le habían quedado de la raza de bronce de los hombres que habían surgido a partir de los fresnos, y sobrevivió a la era heroica.
Zeus le había dado a Europa a ser un guardia de la isla mediante la ejecución de tres veces alrededor de Creta de pie de bronce. Bueno, el resto de su cuerpo y sus extremidades estaban hechos de bronce e invulnerable, pero hacia abajo en virtud de un tendón cerca de su tobillo que tenía un vaso sanguíneo, que estaba cubierto por una fina membrana, y para él significaba la diferencia entre la vida y muerte. Los argonautas, totalmente vencida por la fatiga, se asustaron y rápidamente puso el barco a popa, remar lejos de la orilla. Habrían remado lejos de Creta en un estado de ánimo sombrío, sedientos y exhaustos como estaban, no había Medea hablado con ellos, ya que se retiró:'' Oye, creo que yo y sólo yo puedo matar para que ese hombre, quienquiera que Es decir, incluso si su cuerpo es totalmente de bronce, a condición de que no hay vida inmortal en él. Pero mantener el barco en el que es, fuera del alcance de sus rocas, hasta que haya terminado con él.'' Rowing duro, que arrancó el barco fuera del alcance de sus misiles, esperando a ver qué nuevo esquema Medea llevaría a cabo.
Ella sostuvo un pliegue de su manto de púrpura cerca de las mejillas y subió a cubierta. Agarrando su mano en la suya, Jason la acompañaba a su paso entre los bancos.
Luego cantó canciones de encantamiento, invoca a los demonios de la muerte, los sabuesos del infierno rápidas que giran en torno a que el aire en todas partes y caer sobre los seres vivos. De rodillas les llamó tres veces en la canción, tres veces en la oración. Ella se puso de un humor siniestro, y con su propio mal de ojo le puso una maldición en el ojo de Talos. Ella rechinó en él su furia devastadora y lanzó sucesivamente imágenes de la muerte en un éxtasis de rabia.
Padre Zeus! Se presenta como un gran shock para mi mente de que la muerte no tiene miedo a enfrentar por las enfermedades y las heridas solo, sino que alguien puede hacer daño desde lejos! Sí, Talos fue derribado sin poder hacer nada, aunque de bronce, por la fuerza de Medea, la hechicera astucia. Cuando estaba levantando algunos terrones pesados para evitar que entren en el anclaje, se mellado su tobillo en una piedra afilada. Su sangre divina se quedó sin él como plomo fundido. Por un corto tiempo permaneció allí, en el jutting √ clima en el que se encontraba. Pero al igual que un árbol de pino alto en lo alto de las montañas que los leñadores dejaron medio derribado de sus ejes afilados antes de que se bajó de la boscosa colina-primero es sacudida por los vientos de la noche, pero luego se rompe en la parte inferior y accidentes de abajo-por lo tanto, se quedó un rato, balanceándose de lado en sus piernas robustas, pero luego cayó al suelo sin poder hacer nada con un golpe poderoso.
Esa noche los héroes acampados en Creta.
POIMANDRES
Libros I - XI
Paradójicamente, ya que la anotación del texto es su objetivo, esta traducción ha tratado de tener el menor número de notas posible; ello se debe a que los traductores piensan que el texto es lo suficientemente claro de por sí para no sobrecargarlo con una serie de relaciones con otras cosmogonías o comentarios meramente eruditos. Se ha traducido del texto establecido por A. D. Nock y traducido del griego por el P. A.-J. Festugière (Hermès Trismégiste, Les Belles Lettres, París 1991) que a su vez debe mucho a la traducción de Walter Scott. Se ha tenido en cuenta también la de éste al inglés (Hermetica, Shambhala, Boston 1993) y se ha consultado el texto griego cuando había dudas o era necesario; igualmente se ha considerado la traducción inglesa debida a Brian P. Copenhaver (Hermetica, University Press, Cambridge 1995), que tiene mucho interés; también la única completa que conocemos en castellano, firmada por M. A. Muñoz Moya (Hermes Trismegisto, Obras completas, 3 vols., Muñoz Moya y Montraveta, Barcelona 1985, agotado) y que incluye el texto griego, bastante descuidada pero con hallazgos en la traducción. Existe también una traducción de la versión sin numerar de Louis Ménard debida a Guiomar Eguillor (Los Libros de Hermes Trismegisto,Edicomunicación, Barcelona 1987). Asimismo acaba de ser editada la traducción de los XI primeros Extractos de Estobeo debida a J. García Font (Enseñanzas secretas de Hermes a Tat, Mra, Barcelona 1996). Posteriormente han aparecido otras traducciones, entre las que cabe destacar la edición castellana de Brian P. Copenhaver, Hermes: Corpus Hermeticum y Asclepio (Siruela, Madrid 1999).
En la traducción de estos 11 primeros libros del Poimandrés, lógicamente hemos tropezado con las mismas dificultades con que se han encontrado todos los traductores de textos griegos; se trata de adaptar el lenguaje antiguo a nuestros conceptos actuales, aclarándolo, aunque respetándolo profundamente. Hay términos que son prácticamente intraducibles en las lenguas modernas y que incluso tenían varios sentidos en griego, como por ejemplo "logos" (palabra, escrito, ley, razón, y también Verbo, Orden, Proporción,
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