Maximiliano

Maximiliano entro a la ciudad de Querétaro el 19 de febrero de 1867, el punto militar clave era el convento de la Cruz estaba resguardado por una fuerte muralla exterior y por dentro contaba con extensos patios, cementerio, capilla, huerta, y sólidos edificios de cantera, hizo de ella su cuartel general con 10,000 hombres de su lado, pero el 15 de mayo hacia las tres de la mañana, la plaza de Querétaro cayó en manos del ejercito republicano, que tomo el convento. Escobedo dio el asalto final por varios puntos de la ciudad venciendo la poca resistencia de las tropas imperiales. Maximiliano tuvo que retirarse al pie del Cerro de las Campanas, en donde se rindió ante el general Escobedo, en medio del replicar de los campanarios que anunciaban que la ciudad ya estaba en poder de los republicanos después de setenta y un días de sitio. El día que iban a ser ejecutados el emperador dijo a Miramón “Los valientes deben ser respetados de los monarcas hasta en la muerte, General, pase usted al sitio de honor”, Maximiliano rogo para que no se le lastimara el rostro, separo su barba con ambas manos mostrando el pecho. Después del fusilamiento de los 3 fueron embalsamados. El cadáver de Maximiliano había sido reclamado por cuatro personas, el Dr. Basb, el ministro de Prusia, el ministro de Austria y el almirante Tegethoff. El gobierno respondió que estaba dispuesto a entregar el cuerpo a quien produjera un documento oficial del gobierno Austriaco, ó de la familia. Finalmente el almirante Tegethott estaba encargado por la familia de reclamar el cuerpo de Maximiliano y asi fue extraditado a Austria donde en su honor le hicieron una capilla similar a la que se encuentra en el Cerro de las Campanas.

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