Menos Condar Mas Huemul
Enviado por cocho3000 • 14 de Junio de 2012 • 356 Palabras (2 Páginas) • 517 Visitas
En Chile y dentro de nuestra sociedad existen dos tipos de líderes, gobernantes, políticos, en fin, tantos personajes que dirigen a la nación. Los dos interpretados por Gabriela Mistral como cóndores y huemules. El primero, percibido como un “hermoso buitre”, hermoso talvéz, pero nunca deja de ser buitre. Y el segundo como “… una bestezuela sensible y menuda”. Los dos coexisten en mi país, trabajando y luchando por un Chile mejor, pero yo creo, que Chile necesita más Huemules.
La política a travez de la historia, ha sido la base de nuestra sociedad y los cimientos de una nación organizada, pero la gente se ha desilusionado de esta, la ama de casa, el empleado, el pescador y tantos ciudadanos honestos y esforzados han sido las victimas de hermosos buitres, gerentes y partidistas coludidos, de cúpulas podridas y de tantos lideres deshonestos e infames.
El chileno no debe dejar de creer en la política, no pueden convertirse en analfabetas políticos, o como Bertolt Brecht pudo explicarlo “El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”. Este es el camino para el bienestar social. Se necesita líderes humildes, bestezuelas honestas y menudas que luchen por un bien común y no por intereses electorales, una democracia real o mejor explicada por Abraham Lincoln como “La democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo”.
En conclusión, solo quiero un Chile más justo, gobiernos honestos. No importa si cometen errores, errar es de humanos, pero que haya cabida a la autocrítica, la humildad y la transparencia deben ser banderas, mientras que los intereses personales y económicos deben quedar atrás.
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