Mexico Barbaro, Los Yaquis. (ensayo)

No esta dentro de mis posibilidades y conocimientos hacer una critica concisa y veraz del libro. Para empezar por mi naciente desgana de seguir leyendo. Mis esfuerzos por mantener el dedo en el renglón fueron inútiles puesto que termine exhausto de leer las palabras crudas del autor.

Solo soy capaz de hablar de tres capitulos del libro:

Los primeros dos, “los esclavos de Yucatán”, “el exterminio de los Yaquis” y “el pueblo Mexicano”.

DE LAS PRACTICAS AL ESCLAVIZAR A LOS YAQUIS

Como si fuese una cronica que puedes ver en las noticias hoy en dia, el autor me lleva a un pasado que parece mas un presente latente y lastimoso, no dista mucho de ser cercana a nuestra realidad. Lo sucedido en los campos de concentración para esclavos en Yucatan es incluso mas que un insulto a nuestros tiempos, y pensar que el grueso de la sociedad de la que soy parte es un engendro de esos eventos genera un sabor amargo en la boca.

Decidi dejar de leer, no queria saber mas, sobre todo por la vergüenza, me dio coraje. A pesar de conocer a ninguna de esas personas en carne propia nadie esta exento de poder revivir sus historias, es decir: las vemos todos los dias en los rostros de nuestros indigenas, siempre se habla de lo testarudos que son, de lo poco interesados de mas bien “dejados” puede decirse de ellos, pero opino distinto su indiferencia es mas una forma de proteccion, de exilio, enajenamiento a la probable y muy palpable posibilidad de ser tratado como o peor que un animal.

Tal brutalidad la percibimos hoy en dia con muestras muy reales de violencia que no deberian pertenecer a una sociedad digna del siglo XXI, enumeremos ahora asi los abusos; por decir puedo solo agunos,y de las que tengo conocimiento, podria ser a mi parecer un evento como el de Atenco, la reprecion de los indigenas en Chiapas que supuestamente detono el nacimiento del ejercito Zapatista, la intencion de expropiar para la mineria las tierras de Wirikuta, es la misma historia en diferentes estratos, tiempos, y circunstancias, pero si nos esforzamos un poco podemos encontrar muy grandes y dolorosas similitudes. Es por eso que deje de leer, solo podia encontrar historias a las cuales estoy acostumbrado, y puedo encotrar al encender la televisión, solo logran entristecerme, me ahcen sentir vergüenza y pena, ademas de la impotencia porque bueno, yo no sabria que ahcer para ayudar, o talvez incluso sea miedo.

La situación para los indigenas sean de aquí o sean de alla sigue siendo la misma, no puedo decir a ciencia cierta que la revolucion mejoro el panorama para muchos de los Mexicanos, seguir sintiendo las perversidades de falsos lideres, y como dice el autor no se puede juzgar al pueblo por no poder ejercer un nivel de civilidad mas elevado si en un principio nunca se le dio la oportunidad, las herramientas y se le ha privado de la voluntad para pelear, en ese aspecto me atreveria a decir que hasta ese momento el Mexicano promedio tenia la capacidad

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