Mexico.
Enviado por yessiethctm • 28 de Agosto de 2013 • Informe • 382 Palabras (2 Páginas) • 215 Visitas
despertar completamente y salir de inmediato hacia el trabajo, la misma rutina de cualquier día laboral. Esa mañana, debía estar temprano en el edificio en construcción en la periferia de la gran manzana, el arquitecto estaría a primera hora, quería tener una pequeña reunión conmigo antes de seguir con los trabajos, algunos detalles que afinar donde mi presencia era necesaria según el hombre, pero el cansancio podía más que yo… Definitivamente no debía abusar de la noche.
Cinco años en la industria del diseño y según las revistas de casa y decoración, yo era una de las diseñadoras de interiores más destacadas, una de las mujeres que sabía cómo satisfacer a sus clientes, llevando el diseño a otro punto, jugando entre lo moderno y minimalista; y lo antiguo y tradicional, algo que pocos podían lograr llegando a la armonía perfecta… Si me preguntan a mí, yo no lo sentía de esa manera, solo respetaba las ideas de mis clientes, tomaba parte de su imaginación, llevándolo a lo real. Algunas fotos de grandes espacios que yo había diseñado pasaban de revista en revista, oficina en oficina y luego por voces en la empresa donde trabajaba. Era solicitada en varios países donde la moda es enfatizada, pidiéndome que diseñara palacios, hogares de los famosos u otros sitios frecuentados.
En esos momentos estaba negociando con la dueña de DECORA… ¿negociando? No, creo que esa no era la palabra correcta, yo no necesitaba negociar sobre esa alocada idea de Katrina, ella quiere una socia y espera que sea yo, pero no estoy entusiasmada con esa propuesta, en esos momentos no estaba interesada en ser jefa o directora de algún área, no, solo quería seguir con lo que me gustaba, diseñar en terreno, ser parte de la renovación, de la ilusión de vivir en el lugar que siempre deseaste.
Sacudí la cabeza sobre mi almohada, debía levantarme, debía hacer mi mejor intento, ya estaba despierta y era mejor tener tiempo de sobra que luego tuviera que correr para llegar a la hora programada. Bufé, corrí el cubrecama y las sábanas violetas, miré a mi alrededor aún sin poder moverme, ese era el único lugar en mi departamento que era completamente moderno, siendo que el resto jugaba entre la época y lo barroco, pero esta parte quise dejarla así, me encantaba.
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