Mi Lucha es un libro escrito por Adolf Hitler

Mi Lucha                                                                       José Antonio Ramírez Contreras.

Mi Lucha es un libro escrito por Adolf Hitler, una persona bastante interesante; querida por unos pocos, pero detestado por muchos otros, esto debido a una razón: su ideología.

Un hombre que empezó como un simple peón de la guerra, que a diferencia de los demás, tenía una mentalidad distinta, un tanto positiva, que, analizándola un poco, es fácil decir que tenía buenas intenciones para el pueblo alemán, que en ese momento no tenía más que desesperanza y una posible perdición cercana si es que algo no se hacía pronto.

CAPÍTULO V

En este capítulo se nos habla acerca de cómo fue que empezó la Primera Guerra Mundial, dicha guerra siendo considerada como un pretexto para que cada país se hiciera más poderoso, a su vez que conquistaba de los más débiles, obteniendo beneficios, pero que sólo iban a las manos de los más poderosos, recalcando claramente a los judíos; personas que en varias ocasiones da a entender el odio que siente hacía ellos.

Recuerda como en el pasado la gente era valiosa por su esfuerzo y cada quien tenía una oportunidad de ser exitoso hasta hace poco, cuando llegaron un grupo reducido a controlar a todos, dejándole el poder a sus descendientes.

La guerra comenzó, junto con ello, un sin fin de problemas que dañaban a la nación alemana, que trataba de comprobar la eficiencia de sus militantes, los cuales estaban esperanzados; simples obreros que peleaban por sus ideales marxistas, estos ideales hablan sobre los judíos y su imperio imponente. La guerra avanzaba y con ella Hitler, cuya vida cambiaba radicalmente, pasando de ser un temeroso y joven muchacho a uno con una madurez que le permitió encontrar su sentido de la vida.

Hitler sabía que algún día él iba a terminar siendo un político que lucharía por su pueblo, alzándolos y haciéndolos uno mismo, erradicando a aquellos que dañaran a la patria.

CAPÍTULO Vll

En este capítulo se nos habla de un momento fatídico para Hitler, un momento en la guerra en la que se dio cuenta que la nación alemana estaba perdiendo todo sentido de esperanza, y que, a causa de esto, tarde o temprano terminarían perdiendo la guerra.

Hitler resultó herido en una guerra en la que estaba luchando, lo cual lo incapacitó, ya que no podía hacer nada, siendo llevado a un centro de recuperación notó la falta de experiencia de aquellos que serían los encargados de cuidarlo. Fue ahí en donde (con sus palabras) descubriría la palabra cobardía. Le parecía un tanto incrédula la falta de preparación del personal, al sanar volvió a la guerra en donde de nuevo sería dañado, esta vez por bombas químicas llamadas “cruz amarilla”, que, según cuenta, le causaron un dolor muy fuerte tanto físico como mental, ya que fue en ese momento en donde notaría que su sufrimiento era causado por distintas ideologías y que cada vez iban perdiendo sentido para el pueblo alemán, sintiendo incredulidad al ver que unos cuantos militantes luchaban por un pueblo que había perdido las esperanzas en sí mismo, esto a causa de la mala promoción que era repartida por los mismos patriarcas que sólo hablaban de lo malo de su país, al igual que lo estaban haciendo Estados Unidos e Inglaterra.

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