Misión de las Fuerzas armadas

 “MISIONES DE LAS FUERZAS ARMADAS”

1. INTRODUCCIÓN

Al iniciar este trabajo, es importante para el autor presentar algunos antecedentes de carácter histórico y conceptual respecto al origen de las Fuerzas Armadas, que permitan ilustrar el actual panorama sobre el régimen constitucional de estas.

Antes de la Constitución de 1980, se poseía escasas referencias a las Fuerzas Armadas. De hecho, los primeros documentos chilenos constitucionales se limitaban a considerar las atribuciones que el presidente de la República o el Congreso Nacional, en su caso, podían ejercer en materias militares. Dichas Cartas, no contenían, sin embargo, referencias a las misiones o a las características de las Fuerzas Armadas. Recién, en la Constitución Política de 1823, se incluye un Título especial (Título XX), destinado a regular a la Fuerza Pública. En él, y a diferencia de los textos precedentes, se le confía la misión de “mantener seguridad interior y la defensa exterior”^[1]. Asimismo, se señalan las características de la Fuerza Pública como esencialmente obediente y no deliberante (Artículo 226). Estas características se mantienen inalterables bajo las Constituciones de 1833 (Art. 157) y de 1925 (Art. 22), hasta que en la reforma constitucional de 1971^[2] las complementa, agregando los rasgos de profesionales, jerarquizadas y disciplinadas.

Mientras que las constituciones posteriores a la de 1823 mantuvieron la mención a las características aplicables a los institutos armados, no ocurrió lo mismo con las misiones que el constituyente de 1823 les había confiado, por lo que, la Constitución política de 1980, retoma la tradición iniciada en 1823 y precisa las misiones o atribuciones de las Fuerzas Armadas y Carabineros siguiendo, de esta forma, una tendencia evidente del constitucionalismo contemporáneo.

1. MISIONES DE LAS FUERZAS ARMADAS

La misión que ejercen las Fuerzas Armadas, se encuentra establecido en la Constitución Política de la República de Chile en su artículo 90. El citado artículo, señala que las Fuerzas Armadas “… existen para la defensa de la patria, son esenciales para la seguridad nacional y garantizan el orden institucional de la República”.

La razón primaria y fundamental de las Fuerzas Armadas está constituida por la defensa de la Patria, esto es, en su definición más amplia, la tierra natal o adoptiva ordenada como nación a la que se siente ligado al ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos^[3].

La defensa de la patria, implica adoptar las medidas y ejercer las acciones que liberen, amparen o protejan al país, su soberanía, su nacionalidad, sus fuerzas o energías espirituales, sociales, económicas, culturales, históricas y de más expresiones de una sociedad, de cualquier amenaza que afecte su naturaleza o integridad. Se señala, además, que las Fuerzas Armadas son esenciales para la seguridad nacional, siendo este último concepto, repetitivo en diversas otras disposiciones del texto constitucional. De este último concepto (seguridad nacional), fluye la obligación que compete tanto al Estado, sus autoridades, órganos y cada uno de los habitantes respecto de la integración y coordinación y protección de todas las actividades de la nación que permitan desarrollar su potencial social, económico, político y cultural, garantizando el desarrollo del bien común y precaviendo o superando las situaciones de peligros que amenacen dicho potencial.

Finalmente, el artículo 90 del Texto, señala que las Fuerzas Armadas garantizan el orden institucional de la República. Esta disposición constitucional debe ser entendida en cuanto las Fuerzas Armadas como órganos integrantes del Estado, deben cumplir esta función de garante dentro de la institucionalidad establecida y no colocadas en un plano superior a todos los otros órganos del Estado, pues con ello, se desvirtuaría alguna de las condiciones de la naturaleza misma de ellas, tales como la obediencia y la no deliberación.

Con posterioridad, la reforma constitucional de 2005 eliminó para las Fuerzas Armadas y Carabineros la función de garantizar el orden institucional de la República, estableciéndose en el caso de las primeras instituciones que “las Fuerzas Armadas dependientes del Ministerio encargado de la Defensa Nacional están constituidas única y exclusivamente por el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, existen para la defensa de la patria y son esenciales para la seguridad nacional” (Art. 101).

En el Libro de la Defensa Nacional se encuentra establecida la misión de las Fuerzas Armadas, similar en su definición, pero con ciertos conceptos que amplían su misión. en su capítulo XVII del texto, se establece que “la misión general de las Fuerzas Armadas es coadyuvar al resguardo de la soberanía y el mantenimiento de la integridad territorial, así como proteger a la población, las instituciones y los recursos vitales del país frente a cualquier amenaza o presión externa. Además, cooperan con fuerzas militares de otros países en iniciativas bilaterales o multilaterales, siempre de acuerdo con el interés nacional”. Esta labor, es permanente y descansa fundamentalmente en el juramento de servicio a la patria y defensa de sus valores esenciales.

Carlos Molina^[4], señala que “el 12 de noviembre de 1973, durante las primeras sesiones de la Comisión Constituyente previamente mencionada, Enrique Evans de la Cuadra propuso consagrar la idea de que las Fuerzas Armadas velarán por la seguridad nacional y participarán en el desarrollo social y económico del país. En sesión Nº 379 de la mencionada comisión, esta materia fue precisada por su presidente, Enrique Ortúzar Escobar, quien señaló que “hay aspectos de la seguridad nacional, como los relativos al desarrollo, el aspecto internacional, a la salud de la población, etc., que también deben ser considerados”. En análogo sentido, el comisionado Jaime Guzmán Errazuriz opinó que “las FF.AA. dejarán de ser entidades circunscritas al mero campo de la defensa nacional y que, como factores esenciales para la seguridad nacional, han de preocuparse de todo lo que dice relación al desarrollo nacional en su sentido más amplio”.

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